Yo Campesino / Desastrosa 4T
• Reconstruir al país tendrá un alto costo social, financiero y en vidas
*Miguel A. Rocha Valencia*
Quien sustituya al ganso de Macuspana tendrá como opciones profundizar los problemas sociales, económicos y de seguridad que hoy nos atenazan y cobran cientos de miles de vidas, especialmente de jóvenes de entre 14 y 22 años de edad o al menos intentar reconstruir un país donde la polarización alcanza niveles de agresión física incluso entre ex amigos o familias y de una violencia que nos alcanza incluso dentro de casa.
No se trata sólo del dinero tirado a la basura con obras que no nos catapultaron en desarrollo interno ni al exterior sino el costo de mantener proyectos que nacieron castrados, rechazados por la inversión privada por inviables y porque nos atan a un subdesarrollo que creíamos superado hasta antes de la era del mesías tropical.
Porque a pesar de la insistencia por hacernos creer en un aeropuerto que nunca superará sus carencias, limitaciones e inviabilidad financiera o una refinería carísima, a destiempo o que marca ya su clara obsolescencia frente a las petroleras internacionales o de un tren propio de principios del siglo pasado, la verdad es que ninguna de las tres obras podrá sostenerse por sí mismo y menos aún entregará cuentas favorables a la hacienda pública.
Se trata de más de billón y medio de pesos que para algunos sólo es dinero tirado a la basura y para otros, el mayor, el más caro engaño de un sujeto soberbio, enfermo, ignorante e incapaz de gobernar un país a quien no le importa dejar tras de sí un sexenio, dos o tres de oscurantismo, revanchas y caprichos.
Para unos más se trata del mayor, histórico dirían los cuatroteros, desperdicio de recursos financieros, humanos, naturales y de coyuntura pues no sólo se malgastó un dinero necesario para el desarrollo y mejora de servicios, sino que además perdió la oportunidad de legitimar un régimen que ante la crítica, decidió golpear, perseguir, amenazar, chantajear y dividir a los mexicanos, causando con ello uno de los peores daños a una nación donde siempre se habló de unidad y que hoy parece confrontada.
No sólo fue el dinero desperdiciado sino el que debe seguirse pagando para sostener lo que no se mantiene ni en nómina, porque el tren Maya será subsidiado de por vida; si suben tarifas nadie lo usará para transporte y el turismo será magro.
Peor si los militares pretenden pagar de ahí sus pensiones, como dijo el mesías tropical cuando se los regalo no sólo para corromperse con la entrega de contratos a empresas fantasma sino en la construcción, administración, destrucción, robo de recursos naturales y de bonete, 120 mil millones de pesos para “trabajarlo” en 2024.
Casi lo mismo que el AIFA, aeropuertito que no sirvió para nada salvo para ocultar desvíos de dinero, robos de lo que fue el proyecto del NAIM y la pérdida de más de billón 200 mil millones sin contar todo el dinero que se le entregará de subsidio durante muchos años y la pérdida de la opción internacional que ya acariciaban la aeronáutica y el turismo nacional.
Un despegue que abortó por capricho del mesías. Un sujeto al que en términos coloquiales le vale madre el daño causado si se sale con su capricho, como ocurre con la refinería que no refina de Dos Bocas donde además de pegarle al medio ambiente en un lugar que por su nombre era conocido como Paraíso, llega tarde a una industria donde ya el anuncio de recorte de producción no afecta gran cosa dada la evolución de los combustibles de renovables a no renovables, de fósiles a ecológicos.
En vez de incorporarse al futuro como debió ser con el capricho de los trenes al estilo de inicio del siglo pasado en vez de lo moderno, apostó por combustibles que van de salida y que a pesar de los esfuerzos por exprimir la tierra, las producción sigue en picada con lo cual, las refinerías son subutilizadas y se vuelven más caras. Ahí sólo se van cerca de 20 mil millones de dólares.
Obras convertidas en lastres, en ataduras a un pasado que nos muestran a un personaje tardío, ignorante, falto de visión de futuro y caprichoso, muy lejos del estadista reclamado por los mexicanos. A cambio de ello, tenemos a un retrógrada que con dinero compra simpatías, desde encuestas hasta programas sociales inservibles como le sembrando vida que, en vez de repartir desarrollo o crecimiento, entregar dádivas a cambio de profundizar la improductividad y la pobreza en el campo.
Ni hablar de la salud o la educación donde los organismos internacionales y los internos nos muestran reprobados con una secuela de tragedia que enlutece a decenas de hogares mexicanos como ocurre con la seguridad.
Más de un millón 100 mil vidas perdidas o “extraviadas”. Cerca de 800 mil indocumentados repatriados y la indolencia de una chachalaca a quien la vida de los demás le importa nada incluso ante la tragedia de los suyos como recientemente ocurrió allá por Tabasco, donde seguramente recomendará quitar al fiscal y afirmar que sus paisanos están metidos con las drogas. Eso nos deja el ganso de Macuspana, ese que presume ser el más querido en el mundo, pero sin poder desmentir que está entre los mandatarios más mediocres del orbe.