TRANSICIÓN
La tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los imbéciles”. Frase de Fiódor Dostoyeski.
Oswaldo Villaseñor
El México en el que pasa todo y no pasa nada, es ya toda una realidad de la transformación prometida por el gobierno de Andrés Manuel.
Un pueblo que se acostumbró a recibir dádivas no importa si viene del gobierno, de los partidos o del mismo narco. No importa de quien llegue, sino que llegue.
En redes sociales una vez más se mostró la cruda verdad del México real. Grupos del crimen organizado recorriendo calles de diferentes comunidades en distintos estados del país, convertidos en reyes magos.
A través de videos grabados en diferentes poblaciones y estados del país, se observa cómo los grupos armados a bordo de sus camionetas hacen la entrega de juguetes y despensas a niños y pobladores de dichas comunidades.
Que los narcos la hagan de Santa Clos en navidad, o reyes magos el 6 de enero, no es novedad, como tampoco lo es que la misma práctica la repitan un 30 de abril por el día del niño o el 10 de Mayo por el día de las madres. Hoy de nuevo fueron los reyes magos de muchos niños.
Pero lo más trágico de esa realidad no es siquiera lo que hacen los grupos delictivos de entregar juguetes o despensas, o la complacencia de las autoridades que como siempre nunca aparecen en los mismos lugares donde la delincuencia opera impunemente. Es más, eso también ya se “normalizó”.
En México existe un Ejército que tiene aproximadamente 262 mil soldados que le cuestan a todos los mexicanos que pagan sus impuestos para que el gobierno pueda cumplir sus obligaciones, entre ellas garantizar la seguridad pública, o sea la seguridad personal y patrimonial de cada uno de los mexicanos.
Son cientos de miles de millones los que se gasta año con año en mantener sueldos y operación de un Ejército que evidentemente no está para cuidar al pueblo, sino para cuidar otros intereses.
Pero los elementos del Ejército, no son los únicos a quienes el pueblo y contribuyentes les paga el sueldo y prestaciones en este país. La Marina tiene más de 50 mil elementos y una Guardia Nacional a quien se le dotó de más de 100 mil agentes. A todos se les paga un sueldo, se les dota de armamento y equipo de operación para cuidar el orden y la seguridad de los mexicanos.
Si a estos, se les agrega lo que le cuesta a los contribuyentes los cientos de miles de policías estatales y municipales, entonces los costos y gastos se disparan.
Pues bien, son más de 500 mil -medio millón- de efectivos policiales que nunca aparecen cuando la delincuencia hace de las suyas.
En tono de chascarrillo, no falta quien diga que la nueva serie de Netflix titulada Berlín, se grabó en México. Y es que los delincuentes hacen de todo a lo largo de la serie a grado que juegan carreras clandestinas de autos en la pista de aterrizaje o despegue del aeropuerto, se roban un avión y la policía nunca apareció.
Cualquier semejanza con lo que sucede en México, si que es mera coincidencia.
Pero si todo eso es para alarmar, la verdad es que resulta más alarmante, ver a ese pueblo esperar, vitorear y agradecer a sus verdugos por la entrega de un juguete o una despensa. La degradación social es la pérdida más grande que deja la transformación del gobierno de Andrés Manuel.
Un pueblo que enfrenta al pueblo ya sea por defender o reprochar al gobierno, un pueblo cayado y sumiso que acepta el yugo del gobierno oficial y del gobierno real -ó sea el narco- y un pueblo que pareciera haber perdido ya la conciencia.
Esa es la realidad-real que sucede en un México donde la ley es pisoteada, por el mismo gobierno que juró respetarla y hacerla respetar.
Es la realidad-real en un México donde el presidente quien encabeza el gobierno, juró pacificar al país y poner orden, pero lo único que ha hecho es alentar el desorden y el caos.
Es la realidad- real de un México donde no hay gobierno, pero si un gobernante que sí usa todo el poder del Estado en contra de quienes no se someten a su voluntad y deja a la gente a dos bandos. A Merced de su propia ira si lo enfrenta o a merced de los criminales si se queda callado.
Este es el México real y ese es el presente y legado que dejarán 6 años de transformación y destrucción.
El escenario no pinta nada bien en el inicio del año de la sucesión. Pero lo bueno es que llegaron los reyes magos. Eso si, llegaron armados.
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.- Hoy estará Xóchilt Gálvez en Los Mochis. Ayer se reunieron los presidentes estatales de los 4 partidos integrantes del Frente -PRI, PAN, PRD y PAS- para afinar los últimos detalles.
A las 10 de la mañana, encabezará un foro agrícola en el Valle del Carrizo en el cual agricultores y ganaderos expondrán sus inquietudes de cara al abandono del gobierno de esta actividad.
A las 4 de la tarde encabezará un evento público masivo frente a la Plaza 27 de septiembre donde se espera que la aspirante presidencial se dé su baño de pueblo.
OTRO PASITO.- Fuertes y graves declaraciones del Morenista Marco Antonio Blasquez quien asegura que su partido ya empezó a tramitar su acta de defunción.
Y es que critica que su partido en lugar de alentar el crecimiento de nuevos cuadros morenistas, decidió aliarse a fuerzas oscuras y de paso priistas mafiosos que en el pasado los persiguieron y humillaron a ellos mismos.
Morena, afirma, abandonó los principios básicos por los cuales lucharon por muchos años. Aún ganando, dice, perderán, porque perderá el pueblo de México.
UN PASITO MÁS.- Y ya que andamos con declaraciones fuertes, por el mismo sendero va la de Alejandro Moreno quien denunció el atentado y la detención con orden de presentación de dos diputados priistas de la Ciudad de México, como una práctica de intimidación para que voten por la ratificación de Ernestina Godoy como su Fiscal General.
Pero ni así, adelanta Alejandro Moreno, tendrán el voto de los priistas.
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