Ricardo Del Muro / Austral
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, demandó por 700 millones de dólares a compañías de autobuses de Texas, las cuales, aseguró, ejecutaron un plan del gobernador texano, Greg Abbot, para enviar a esa ciudad santuario más de 30 mil migrantes.
Tal parece que Nueva York se ha convertido en rehén de la lucha política que mantienen los aspirantes demócratas y republicanos para ser candidatos a la presidencia de Estados Unidos, en las elecciones del 5 de noviembre de este año.
Actualmente, esta ciudad que es el centro financiero mundial, enfrenta una “crisis migratoria” por la llegada de más de 142 mil migrantes solicitantes de asilo, que desde abril de 2022 han sido transportados en autobuses fletados por gobernadores republicanos de los estados del sur, en protesta por la política migratoria de la administración demócrata de Joe Biden.
La crisis migratoria le costó a la ciudad de Nueva York 5 mil millones de dólares durante el año pasado y serán necesarios otros 7 mil millones en enero, señaló el alcalde Adams, al advertir que esta situación ya “no es sostenible” porque quita recursos de programas para seguridad social de adultos mayores y jóvenes.
La ciudad, de acuerdo con la agencia AFP, anunció una demanda en contra de 17 empresas de autobuses y transporte en general con el fin de recuperar todos los costos en los que Nueva York ha incurrido para dar refugio de emergencia y servicios a migrantes, que han significado un costo de al menos 708 millones de dólares en los últimos 20 meses.
Estas empresas, señala un comunicado oficial, violaron la ley estatal al no pagar los costos por el cuidado de estos migrantes, y esa es la razón por la que “demandamos, para recuperar los casi 700 millones que se gastaron (…) en los dos últimos años”, explicó Adams.
El gobernador Abbot alquila desde 2022 autobuses para transportar a los migrantes desde la frontera con México hasta Nueva York y otras ciudades con gobiernos demócratas como protesta por lo que califica como fallas del gobierno federal en materia de migración.
Los texanos sostienen que los migrantes viajaron voluntariamente con la autorización del gobierno federal, defendiendo su derecho constitucional de libre movimiento. Según un comunicado, la demanda carece de fundamento y representa una interferencia a sus prerrogativas legales.
Este enfrentamiento legal también se suma a la disputa entre el gobierno federal de Estados Unidos y Texas por la nueva ley de inmigración del estado. La demanda podría establecer un precedente significativo en el ámbito legal respecto al traslado de migrantes entre estados y exacerbar las tensiones políticas entre demócratas y republicanos en torno a la inmigración.
De esta manera, la política migratoria se ha convertido en bandera proselitista, en las elecciones primarias, rumbo a las convenciones nacionales del Partido Republicano, del 15 al 18 de julio en Milwaukee (Wisconsin) y del Partido Demócrata, del 19 al 22 de agosto en Chicago (Illinois), donde hasta este momento, los favoritos para las candidaturas son el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump.