La Espinita
Andy S. K. Brown
- Caballerosidad de Beltrones
- INE: Sheinbaum debe debatir
- Chihuahua: ¿Peyton Place?
El regreso de Manlio Fabio Beltrones a la escena pública ha conmocionado, para bien, a priístas y opositores.
Hay razones para ello. Porque el aspirante a una senaduría por su natal Sonora es un político caballero o, si usted gusta, un caballero político.
¡Qué diferencia entre los políticos como él y los actuales! ¡No nombrados, pero por todos conocidos!
Los de hoy, dicen sus exégetas, son quienes han desprestigiado a la política. Porque buena parte de sus actores consideran que en política todo vale. Que nadie está obligado a guardar consideración ni lealtad con nadie. Que es el éxito el que manda.
Que la popularidad es sinónimo de capacidad. Y casi siempre se refieren al éxito coyuntural, dejando de lado la visión de largo plazo, que es la única que importa desde el punto de vista del país.
No hay conciencia de que la caballerosidad, siempre importante en la vida, debe estar especialmente presente en la política, en todos sus actos.
Y es con esa visión que se imponen los aventureros, los demagogos, los audaces, los actores mediáticos. Y como más temprano que tarde se conocen sus infamias, se transmite la opinión de que la política es una actividad bastarda. Y de ahí a la generalización hay un solo paso: todos los políticos son iguales, las instituciones por ellos manejadas son fuente de aprovechamiento y corrupción.
Beltrones, caballero de la política, vuelve a prestigiar la actividad.
Ya lo verá usted.
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Algo deben haber oteado en el ambiente los consejeros del Instituto Nacional Electoral que su Consejo General decretó ayer que tooodos los aspirantes a la Presidencia de la República deben participar en los tres debates, tres, que la institución ha programado se celebren entre abril y mayo.
La cuestión es que entre los equiperos de Claudia Sheinbaum se ha venido manejando que, para seguir administrando la supuesta ventaja que le brindan las encuestas –amañadas, en su mayoría–, no debe correr el riesgo de que Xóchitl Gálvez o hasta el patiño Jorge Álvarez la pongan en evidencia.
Porque, en honor a la verdad, no es mucho lo que la ex jefa de gobierno tiene qué presumir, si continúa basando su campaña en los endebles logros de la 4T en (in)seguridad, sistema de salud “Dinamarca style”, supuesto combate a la pobreza, obras faraónicas, etc.
Ya en 2012 AMLO también administró su ventaja. No asistió a uno de los debates. ¡Y perdió!
El INE la está ayudando. Aunque…
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Las buenas conciencias chihuahuenses están escandalizadas, horrorizadas, porque dicen que el gobierno estatal encabezado por Maru Campos se ha convertido en una especie de Peyton Place.
Usted se acuerda. Aquella novela, que luego fue película y serie de televisión desarrollada en una pequeña localidad de Nueva Inglaterra, donde el despertar de la sexualidad, el odio racial y de clase, el incesto, el aborto, la corrupción del poder religioso se hacen visibles.
Y todo ello a partir de la llegada de un médico que, en Chihuahua dicen, no es médico, pero sí ajeno a la entidad pues había llegado de Sonora.
Pueblo chico. Infierno grande.
@AndySKBrown1