Yo Campesino / Apretón al ganso
• Deberá presentar demanda el mesías luego de imputación de ligas con crimen
*Miguel A. Rocha Valencia*
Independientemente de las versiones improbadas de que el ganso de Macuspana consiente al crimen organizado porque tiene un pacto con él y de su real inacción cómplice para combatirlo con eficacia, esta vez deberá actuar con firmeza para desmentir las imputaciones de que el cártel de Sinaloa financió alguna de sus campañas presidenciales.
Incluso el apretón le llegó por dos partes: la de la periodista Anabel Hernández, quien desde junio del 2021 ya adelantaba complicidades que se hicieron más puntuales esta semana y la de la presidenta magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Mónica Soto quien advirtió claramente que “la influencia del crimen organizado una problemática que debe reconocerse y atenderse”.
Puntualizó que eso debe hacerse “antes de que la delincuencia organizada pueda llegar, incluso, “a tomar control desde la Presidencia de la República”. La magistrada fue más allá uy advirtió lo mismo que hace días un parte de consejeros del INE, que la influencia de los criminales en temas electorales ya “es muy visible” y en algunas entidades es determinante. Igual se mencionan estados como Sinaloa, Sonora, Colima, Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Tamaulipas, Michoacán y otros más donde la presencia criminal es permanente y podría ser “determinante” en las próximas elecciones, como lo fue en 2021 cuando obligaron a la gente a votar por “sus candidatos” o de plano se robaron las urnas, denuncias que, junto con acciones de secuestro de aspirantes contrarios o activistas, quedaron en el archivo pues la PGR o el INE realizaron investigaciones a fondo.
Ninguna de esas elecciones fue invalidada pese a las pruebas documentales presentadas. En ocasión de esos comicios, se recuerda que el tlatoani agradeció al crimen organizado por haberse “portado bien”.
Pero en ningún momento reconoció el tema como un problema ni menos aún que los delincuentes ya son gobierno en vastas zonas del territorio nacional. Por el contrario, toda versión que lo así lo indique, es desmentida desde palacio nacional.
Incluso justificó sus viajes frecuentes a Sinaloa y más a la cuna del cártel que encabezan los Guzmán así el que se bajara de su unidad para saludar a la fallecida mamá de El Chapo sin que se explicara quién se la presentó o la razón “humanitaria” que lo provocó.
Esta vez además de todo eso que es notable, así como el que defienda una política fracasada contra el crimen y a pesar de los 178 mil muertos que van en su administración así como los señalamientos de que el crimen organizado controla más de la tercera parte del territorio nacional y tiene incidencia en actividades “legales” como el comercio, industria, transporte y desde luego en gobiernos de los tres niveles, ya se le hicieron imputaciones y advertencias directas.
Ante ello al tlatoani tabasqueño no tiene otra alternativa que una presentar denuncias contra la escritora por sus dichos incluso demanda que podría alcanzar al gobierno de Estados Unidos. No hacerlo y sólo quedarse en la negación mañanera como lo hizo, no desmiente la acusación que, además, de ser cierta implica que del otro lado de la frontera le tienen su “guardadito” que bien podría estallarle incluso una vez “ido a la Chingada”.
Lo otro, lo manifestado por la cabeza del TEPJF es un reconocimiento a la real injerencia de la delincuencia organizada en todos los ámbitos de la vida nacional y una advertencia de que en México existe el riesgo de una narco presidencia que para muchos, incluyéndome, ya está. ¿Cuáles serían las acciones a tomar para no llegar a ese escenario?
Es obvio que tendría que olvidarse la estrategia de abrazos y no balazos con todo el costo que ello implique y que hoy acarrearía sin duda, un mayor derramamiento de sangre y que las autoridades encabezadas por fuerzas armadas y policías, retomaran en serio su papel de proteger a la sociedad y no llegaran 24 horas después de las masacres. Sería necesario que el mismo profeta cuatrotero reconociera el fracaso de una estrategia que más pareció cómplice y complaciente con la delincuencia que de protección real a la sociedad y combate a las actividades delictivas.
De no hacerlo y persistir en lo actual, mostrará en los hechos, una complicidad y protección de Palacio Nacional con la delincuencia. De eso no hay dudas. Lo mismo si no desmiente por la vía legal a quien hoy lo acusa de recibir dinero del crimen organizado incluso a través de cuentas bancarias.