La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Los chivos sabios saben que de la cristalería al ‘precipicio’ hay un paso
Por increíble que parezca, a cinco años de que Cuitláhuac García asumió como gobernador de Veracruz, sigue dando muestras de que no entiende que no entiende, un lustro no le fue suficiente para conocer la lógica del quehacer político, ni hablar, no tiene remedio.
Resulta, que los trabajadores de la Secretaría de Educación, recibieron con un día de retardo su respectivo pago quincenal (no cayó el 30, sino, el 31), lo cual provocó que este sector, el más numeroso de la burocracia estatal, con más de 136 mil docentes (sin contar el personal administrativo), hiciera manifiesto su malestar por la tardanza.
Los integrantes del ‘pueblo bueno’, tienen claro que, sino pagan puntualmente la mensualidad de la estufa, el carro o de la tarjeta de crédito, se harán acreedores a una penalización monetaria así se retrasen por un minuto, situación que no debe presentarse sí reciben a tiempo sus estipendios.
Pero esto no es todo, quienes viven al día, saben que la quincena se evapora a la brevedad, por ello, el siguiente pago es oxígeno puro, sobre todo, en la cuesta de enero.
No obstante, el Cui, bravucón, en lugar de dar una disculpa, señaló que los pagos se hacen los días 15 y último de cada mes y subrayó: enero tiene 31 días ¡no hombre, un genio!
Es público: el ‘góber sabadaba’ no conoce la historia general de la entidad, mucho menos la reciente, por ello, le deberían explicar que la debacle del duartazgo comenzó por los pagos extemporáneos a los profes. Ni hablar, escalera para Pepe y serpiente para Rocío.