La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
No lo olviden, el nuevo Big Brother son las redes sociales, nada escapa a su mirada
Tanto Rocío Nahle, como Pepe Yunes, han realizado intensas precampañas, con estilos diferenciados, en busca de ganar las simpatías de los electores veracruzanos, cada quién trae sus números, lo cierto, es que las mediciones que dan a la zacatecana una ventaja irreversible, son más falsas que un billete de dos pesos, un intento, fallido, de fijar percepción en favor de la candidata oficial.
En este contexto, para la y el aspirante favoritos (la candidatura de Hipólito Deschamps, es una vacilada), será determinante impulsar a los mejores perfiles en los 19 distritos electorales federales y los 30 locales.
En efecto, postular impresentables, que ya rondan a los que toman decisiones, se verá reflejado en las preferencias de los referidos, es decir, no podrán deslindarse, de facto, de este tipo de personajes que son señalados de corruptos, deudores alimentarios, involucrados en violencia política en razón de género, acoso sexual, ‘chapulines’ y otras lindezas que incluyen problemas con la justicia.
Por tal motivo, tanto los líderes como los integrantes de su proyecto, deberán revisar con sumo cuidado los historiales de los suspirantes y pensárselo dos veces, antes de optar por alguien que, si bien aporta apoyos pecuniarios (compran la candidatura pues), pueden convertirse en un lastre del que no puedan deshacerse a tiempo.
Recuerden lo que dice Lucas 8:17: “Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz”.