Yo Campesino / Sin fondo
• Pemex sin capacidad de pago “devora” recursos fiscales. Otro fracaso del ganso
*Miguel A. Rocha Valencia*
Con pérdidas en varias áreas especialmente refinación y la urgencia de pagar 10 mil 900 millones de dólares este año y 13 mil 600 millones más en 2026, Pemex fue degradado dos escaños en la calificación de deuda por Moody´s. El tema está tan grave que el ganso decretó perdonarle a la paraestatal el pago del 40 por ciento de los ingresos por petróleo, gas y extracción que sumarían poco más de cuatro mil 100 millones de dólares en sólo cuatro meses.
Esto significa que habrá menos ingresos a la Hacienda Pública, aunque parte de ello ya no se tomaba en cuenta “gracias” a la subvaluación del crudo en la ley de Ingresos del año pasado y del presente. El descuento se realizó de manera directa para los meses de noviembre, diciembre y enero.
Y el hoyo se cubrirá sin duda, con deuda directa del gobierno. No obstante, la calificadora internacional decidió bajar la calificación de la deuda corporativa de la petrolera de B1 a B3, lo cual se suma al hecho que desde 2020, Moody´s le quitó el grado de inversión y con ello Pemex dejó de ser opción para los capitales a los que aconseja.
Lo que es peor en el análisis de la calificadora internacional y que envía a sus clientes capitalistas, apunta que en el futuro se prevé una menor capacidad de la petrolera mexicana para generar efectivo, especialmente porque registra pérdidas en diversos rubros, especialmente en la planeada expansión en refinación. Es decir que no se considera que Dos Bocas vaya a resultar un negocio rentable.
Ahí también ve pérdidas, criterio distinto al de Standard and Poor’s. De hecho, se prevé que los apoyos fiscales a Pemex se intensificarán dado que no tiene capacidad para el pago de su deuda total que oscila en los 110 mil millones de dólares sin contar su pasivo laboral que aumentó a cerca de tres billones de pesos con la incorporación de 17 mil plazas.
Es decir que, al terminar la administración del mesías tropical, dejará a su sucesora un barril lleno de deudas que gravitarán más en los egresos que en los ingresos debido a que la capacidad de extracción no creció y la refinación se quedó en veremos y sin generar utilidades, sólo pérdidas. Según los analistas ese hecho trae consecuencias graves pues al “perdonar” por decreto la contribución de los ingresos (que no ganancias) de Pemex que por Ley debe ser el 40 por ciento del total por el llamado “Derecho de Utilidad Compartida”, el gobierno debe recurrir al dinero fiscal lo cual genera ese hoyo que al final se convierte en deuda que en las condiciones actuales es extremadamente onerosa pues los documentos mexicanos conllevan el pago de poco más del 11 por ciento anual “gracias” a las tazas de referencia de Banxico.
Claro esas transferencias y “perdones” a Pemex no se inscriben como tal en el déficit que para este año será de un billón y medio y por lo tanto no se carga a la petrolera sino de manera directa al gobierno de México.
El fenómeno que no pasa desapercibido a las calificadoras extranjeras como Moody´s que llegado el momento podrían declarar que Pemex no tiene capacidad de pago y recibe recursos fiscales para cumplir sus compromisos y entonces… Es decir que el caso Pemex resultó otro fracaso más de la actual administración y que al igual que el Tren Maya, el AIFA y Dos Bocas en vez de beneficiar a los mexicanos, generaron pérdidas, dinero tirado a la basura, compromisos a futuro en el pago de deudas y subsidios en empresas no rentables ni autosuficientes.
La suma de esas pérdidas incluyendo el sobrecosto de obras, deudas contraídas con sus intereses y los subsidios que deberán inyectárseles por diversos conceptos, ya resulta incalculable a estas alturas. Tal vez sería interesante abrir un apartado en la Ley de Ingresos y presupuesto de Egresos para ver esos números con claridad como se atisba que los únicos ganones en algunas de esas ocurrencias son los militares y la familia presidencial quienes en la opacidad encontraron un nicho de corrupción para enriquecerse y vivir sin trabajar no sólo por los contratos de obra sino los muchos años de subsidios que se tienen programados.
Pero además por regalo presidencial, los militares tienen un nuevo fideicomiso de ocho mil millones de pesos que se integró con los 687 pesos que se cobra a turistas extranjeros. El dinerito adicional se destinará, según dicen, al Tren Maya donde ya tenían programados 126 mil millones de pesos para este año. Hasta dan ganas de vestirse de verde.