El 75% del total de los habitantes apoyan las manifestaciones callejeras de las últimas semanas contra las acciones gubernamentales que sobre todo tienen que ver con lo vacío que se mantienen y vislumbran permanecerán los bolsillos de quienes tienen que mantenerse asimismos o incluso, a toda una familia.
De los entrevistados en esta muestra representativa del total nacional respecto a si se apoyan o no las marchas en las calles; el 6% afirmó que ha participado en estas y 35% señaló que estarían dispuestos a asistir en cualquier momento.
¿Qué es lo que impulsa a estos individuos a salir a las calles para llamar la atención de su gobierno?: El 77% del total de la muestra repudia las condiciones del transporte público, el 47% lo hace en contra de los políticos, el 32% aborrece la corrupción reinante y el 31% demanda mejoras en las condiciones de salud y educación.
Obviamente, no se trata del pueblo mexicano y de su antipatía hacia la manifestación en las vías públicas. Se detalla aquí una percepción particular a través del sondeo que hizo la revista Época al pueblo brasileño, quienes en estos días denotan en mayoría una incongruencia total a impulsar una macro inversión desde los órganos de gobierno para la organización del Mundial de Fútbol el próximo año.
En México, tenemos aberración a la manifestación callejera aún cuando esta sea pacífica y cómo no, si aún a todo aquél que se manifieste contrario al gobierno o partido en el poder, se le ve o a veces hasta trata como reaccionario. Imaginar tan sólo que el compañero de trabajo, el amigo o el vecino llegue a expresar sus ideas contrarias con un grupo en personas ajeno a su vida pero no a sus intereses, es verlo y en algunos casos hasta tratarlo como un peligro a nuestra “estabilidad” o comodidad acostumbrada.
Pese a que la gran mayoría de los mexicanos cada vez más vayamos perdiendo nivel adquisitivo y engrosemos la masa de la pobreza y los bajísimos niveles de vida, aún nos da miedo tener un rasgo de empatía con quienes se atreven a gritar lo que a nosotros nos afecta pero disimulamos.
Ayer el mes patrio en México inició con manifestaciones en la capital del país de las que los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) anunciaron abstenerse de participar aunque al final sí salieron a las calles en donde hubo acciones violentas, en el mismo día de la entrega del Primer Informe de Gobierno de la Administración de Enrique Peña Nieto.
Qué lejos quedó el llamado Día del Presidente, sustituido por manifestantes, gritos de repudios, pancartas, fuerzas del orden, escudos, toletes y hasta protecciones de madera a los comercios por donde suelen pasar quienes manifiestan en las calles sus inconformidades.
La manifestación callejera no se gesta entre los mandantes, sino entre los mandatarios.
Acta Divina…La cadena humana que se organizaría el día de ayer para exigir a los mentores de la CNTE “liberar a la capital del país, fue cancelada por los organizadores de la convocatoria por falta de garantías.
Para advertir… El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas llamó a defender el petróleo y la electricidad, pero no dio instrucciones precisas en el cómo.
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