Estado de los ESTADOS
Lilia Arellano
“La mediocridad es legítima hija de la corrupción”: Jorge González Moore
● 4T: Gobierno opaco, irregular y corrupto
● Auditoría Superior de la Federación, cómplice ideal
● Pemex con bonos basura; acciones del América suben 80%
Ciudad de México, 21 de febrero de 2024.- La cancelación de la corrupción y de las irregularidades y anomalías en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ocurre sólo en su discurso y narrativa mañanera. Las reiteradas promesas en tres campañas presidenciales ofreciendo tener el “gobierno más transparente de la historia” quedaron en eso, pues la estrategia prevaleciente en su administración es la opacidad. La realidad es que encabeza un gobierno irregular, corrupto y opaco. El monto acumulado en los primeros cuatro años del gobierno de AMLO ronda oficialmente los 164 mil millones de pesos por aclarar en el gasto público, cifra que se antoja fuera de la realidad si revisamos las irregularidades, fraudes y conflictos de interés documentados y no aclarados hasta el momento por el gobierno federal.
El monto total oficial de las irregularidades en este sexenio arroja una cifra ridícula comparada con los números reales, muchos de ellos surgidos de las propias oficinas encargadas de la administración. Desde las auditorías sobre el costo de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, inicialmente calculada en 331,996 millones de pesos, el presidente Andrés Manuel López Obrador dobló al titular de la ASF, David Colmenares, y lo obligó a bajar esa cifra a 113,327 millones de pesos. Desde ese momento se pidió en diversos foros y en el Congreso de la Unión la renuncia del titular de la ASF, pero se le mantuvo en el cargo convirtiéndolo en un cómplice del gobierno de la 4T, enfocando las baterías sobre el auditor Agustín Caso Rafael, quien fue despedido por cumplir con su deber de transparentar cuentas y darlas con la exactitud exigida a quienes manejan números.
En la cancelación del NAICM se ocultó un quebranto superior a los 218,669 millones de pesos, cantidad mucho mayor a las reportadas por la ASF y supuestamente acumulada durante largos cuatro años. A eso hay que agregarle que las tres megaobras emblemáticas del presidente, criticadas por falta de estudios, sobre todo de viabilidad financiera, han generado un sobrecosto para los mexicanos de 468 mil 159 millones de pesos, cifra jamás tomada en cuenta por la oficina a cargo de David Colmenares. Los costos adicionales de la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) serían equivalentes al presupuesto individual de Pemex, la SEP, la CFE o el ISSSTE para el 2024.
Veamos: en el 2020, el Tren Maya se calculó en 186 mil 753 millones de pesos a precios del 2024, pero a la fecha ya alcanza los 514 mil 217 millones de pesos de 2024, un alza de 175 por ciento; la refinería de Dos Bocas pasó de tener un costo inicial en el 2019 de 109 mil 928 millones de pesos llega, al corte del primer semestre del 2023 a 308 mil 563 millones de pesos, un incremento de 62 por ciento; y el AIFA, en el 2019, tenía una estimación de 92 mil 940 millones de pesos a valor del 2024 y para este año es de 116 mil millones de pesos, esto es, un sobrecosto de 25 por ciento. El dinero ha salido de las arcas públicas sin ton ni son, sin contar con el aval de los diputados, fuera de todo presupuesto y los auditores ocupados y preocupados por conservar su chamba y evitar los jerarcas de las revisiones les lleguen a sus cuentas particulares y las de sus familiares.
Los costos de estos proyectos no han sido transparentes, tanto en los estudios de preinversión como en los de inversión, y la actuación de la ASF hasta el momento es de absoluta complicidad pues no reporta nada en sus investigaciones y auditorías. Cabe destacar a esto contribuyó la publicación del decreto declarando algunas obras como de “seguridad nacional”, el 18 de mayo del año pasado, y se dejaron de actualizar datos y se han manejado de manera discrecional los costos. Como si se tratara de huelga de brazos caídos, la ASF permaneció impávida observando todos los errores de cálculo en los costos de Dos Bocas, limitándose a observar cómo se incrementaron los precios de los equipos no comprados en tiempo y forma para evitar su encarecimiento.
Respecto al costo del AIFA, el incremento en su costo es aún desconocido. Se habla de una cuarta parte de lo presupuestado, pero puede ser mucho más o estar dentro de los parámetros permitidos, debido a que ya contaba con algunos derechos de vías y terrenos. En esta obra los auditores se dicen impedidos de solicitar cualquier tipo de información debido al manejo, hecho costumbre, del Ejército de no rendir ningún tipo de cuentas sobre el dinero asignado a cualquier renglón.
En el Tren Maya se ha encarecido su construcción por costos de transacción que han impedido el inicio o el avance de la obra. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMC), el costo del Tren Maya pasará de 156 mil millones de pesos a 511.2 mil mdp; un sobre costo que representa el 228 por ciento del costo original estimado. Estas irregularidades ni siquiera son analizadas por la Auditoría Superior de la Federación en manos de David Colmenares. Será imposible calcular el costo real de esta ocurrencia porque más del 60 por ciento de los pagos, aun marcándose cifras millonarias, se hicieron en efectivo. No hubo ningún control en el pago de las nóminas y las transacciones de material comprado a Cuba ha quedado en el más claro oscurantismo, con lo que esto quiera decir entre el lenguaje de lo absurdo.
Otros fraudes e irregularidades tampoco se les ha dado una atención adecuada. Por ejemplo, el caso de Segalmex. El 18 de enero de 2019 se fundó Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) y AMLO designó a Ignacio Ovalle como director de la dependencia, en la cual se registró uno de los más grandes desvíos de recursos en la historia de nuestro país. Desde 2020, se documentó la existencia de una red de corrupción de Segalmex, en donde Liconsa aparece ligada a la entrega de convenios multimillonarios al partido Movimiento Ciudadano, así como el extravío de estados financieros y otorgamiento de contratos a empresas fachada vinculadas con desarrollos inmobiliarios de lujo. El escándalo ha trascendido fronteras y se ubica en países árabes. Se ha observado más de 12 mil millones de pesos de los cuales no se sabe nada y se suman a la cifra inicialmente considerada dentro del fraude. Hasta ahora sólo René Gavira Segreste, ex titular de la Unidad de Administración y Finanzas de Segalmex, cuenta con dos vinculaciones a proceso por el delito de uso ilícito de atribuciones y facultades, sin embargo, está tan libre como el ex director Ignacio Ovalle, intocable y cobrando un sueldo mayor al presidencial desde Gobernación.
En otro orden, oficialmente, la ASF encontró irregularidades en las aportaciones realizadas a los estados (recursos etiquetados) en 2019 por sólo un monto de 13 mil 311 millones de pesos; de los cuales se pudieron recuperar 805 millones y restan 12 mil 506 millones de pesos por acreditar. Tres entidades concentran el 66% de los montos por aclarar en el ramo aportaciones: Ciudad de México, Chiapas y Oaxaca. Son de risa estas cifras cuando los fraudes en las entidades se vienen multiplicando, sobre todo en aquellas gobernadas por Morena en donde la poca obra pública realizada con dinero federal adquiere costos inimaginables.
A nivel municipal se realizaron 930 auditorías a 739 alcaldías, es decir se revisó casi 30% del total y por primera vez 11 entidades tuvieron la totalidad de sus municipios auditados. A nivel estatal se aplicaron 610 auditorías a los 32 gobiernos de los estados sobre los ejercicios de los ocho fondos. Como resultados de las 1,762 auditorías a los recursos de origen federal, se observó un monto por aclarar por 22,892.1 millones de pesos. Durango fue la entidad con más observaciones. “La falta de documentación comprobatoria del gasto fue la principal irregularidad detectada en las auditorías que generó más del 64% del monto por aclarar”, indicó Colmenares. En relación con las auditorías forenses al gasto federalizado, se aplicaron doce auditorías de cumplimiento forense para revisar gasto federalizado, incluidas participaciones federales, siete aplicadas a estados como Durango, y los municipios de Ciudad Juárez, Chihuahua; Naucalpan y Tlalnepantla, Estado de México; Torreón y Sabinas, Coahuila; y Solidaridad, Quintana Roo.
En torno a todo este esquema de corrupción, la Auditoría Superior de la Federación, en manos del cuestionado David Colmenares, se constituyó en un organismo cómplice de los desvíos, y sus observaciones son mínimas, tal parece que sólo para cubrir los expedientes de su función constitucional.
En ese esquema destaca el debilitamiento deliberado del INAI y de las unidades de transparencia de las dependencias federales, al bajar sus recursos y frenar en el Poder Legislativo la designación de nuevas o nuevos comisionados del instituto de transparencia, que opera incompleto. Asimismo, la falta de actualización de las bases de datos abiertos para conocer indicadores públicos forma parte de la misma política de opacidad, así como el ocultamiento de contratos millonarios en el sector energético, como los del empresario Daniel Flores Nava, director de Proyecta Industrial de México, S. A. de C. V., quien era operador del ex aspirante presidencial Adán Augusto López, hasta antes de su muerte en un accidente.
DE LOS PASILLOS
Mientras Pemex está a punto de convertirse en un bono basura, este martes las acciones del Club América se dispararon con fuerza en su debut en la Bolsa Mexicana de Valores, luego de su escisión del gigante de medios Grupo Televisa. Por la mañana, los títulos de Ollamani, que controla las operaciones del club y del emblemático Estadio Azteca, además de los negocios de los casinos Play City y editorial -con publicaciones como TVyNovelas, Vanidades, Caras, Cocina Fácil, Tú, Soccer Manía, entre otras- cotizaban a 20.79 pesos, con un salto de 80% frente a su precio de salida. Las Águilas del América son el primer equipo de fútbol en llegar a la Bolsa de Valores de México y se une a una veintena de clubes en el mundo que juegan en Bolsa, los casos más exitosos son el Manchester United, la Juventus de Turín y el equipo alemán Borussia Dortmund. Pemex es la otra cara de la moneda. Hace 10 días, la agencia Moody’s recortó la evaluación de riesgo crediticio base (BCA, en inglés) de Petróleos Mexicanos (Pemex) a Ca desde Caa3 debido a las mayores necesidades de liquidez, un mayor costo de capital y elevados vencimientos de deuda que enfrentará en siguientes 2 a 3 años. Pemex es considerada la petrolera más endeudada del mundo.
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