Por Arturo Sandoval
“El matrimonio me recuerda a un par de tijeras: dos partes inseparables que, de tan unidas, casi siempre se mueven en direcciones opuestas y castigan, no obstante, a quien se interponga entre ellas”. Sydney Smith.
Es más probable la ganancia de votos que perder uno sólo de los votos cautivos. No importará el mucho estiércol de las campañas sucias en su contra, mucho menos si van dirigidas a AMLO. Dentro de tres meses recibirá la constancia de haber arrollado en las elecciones para presidenta de la República, pero en la práctica ha ejercido el poder casi desde la entrega del bastón de mando por el Presidente.
Curiosamente, ese poder obtenido por Claudia Sheinbaum no ha quitado ni un ápice del poder presidencial de López Obrador; como sucedió en los sexenios pasados, donde a estas alturas un presidente era denostado o cuándo menos convertido en ignoto. El poder de Claudia se suma al poder de AMLO, para hacer más fuerte la 4T.
Andrés Manuel López Obrador actualmente con la popularidad hasta el cielo; Claudia Sheinbaum Pardo con el apoyo de enorme mayoría con 20 ó 30 puntos arriba de Xóchitl depende la encuestadora. Ni la DEA ni los Loret ni los Krauze o Camín, les quitarán un sólo punto. Menos Gómez Leyva o López Dóriga, quienes no sabían cómo lamer las suelas de Sheinbaum en las entrevistas de esta semana, pero bien lo hicieron. Aunque los dos egocéntricos machitos interrumpieron a cada momento a Claudia, ésta mostró la distancia moral y de buena educación a cada instante, incluso con los largos lapsos del yoyismo de Dóriga, Sheinbaum se mantuvo paciente.
Estas y otras entrevistas a la cuasi Presidenta de México con medios opositores son la mejor propaganda para que esos indecisos o buena parte de ellos, decida votar por Claudia. Ella se dio vuelo mostrado sus planes de gobierno, sus propuestas y su personalidad 100% presidenciable.
En un día, Sheinbaum tuvo entrevistas con medios opositores, yuotuberos, y con programas o canales de izquierda, como Los Periodistas de Sin embargo. Ahí Claudia se siente en casa, con toda la confianza y empatía de estar en un ambiente de sinceridad, donde a ellos y ellas no los une el miedo, sino la conciencia tranquila. Repitió sus conceptos y planes como en las entrevistas anteriores, bromeó con el chicle de Xóchitl ¿o “Xochilt”? Y espontáneamente lanza una carcajada, sin duda estaba en casa con estos dos grandes periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez, aún a sabiendas de que será criticada por ellos cuando gobierne.
El único caballo de hacienda lo monta Claudia Sheinbaum para ser la primera presidenta de México; el objetivo, la preocupación ahora, es ganar dos terceras partes en el Congreso para eliminar cualquier tipo de oposición a sus propuestas de reformas: la consumación del Plan C.
Disciplinada, metódica, tenaz, Claudia ha cimentado sus planes con el pragmatismo necesario para crear alianzas, hacer negociaciones con el sector empresarial, con los sindicatos, con organizaciones de todo tipo, dando buena importancia a las clases medias; tanto trabajadoras en empresas como dueñas de PyMes. La Ciudad de México deberá ser el parámetro del éxito de esta labor de recuperar a clases medias, organizaciones feministas y de la diversidad. Al parecer, Sheinbaum va por buen camino, sobre todo por su muy alto índice de credibilidad.
NOTA: ¿Claudia, te quieres casar conmigo?: El Pueblo… Claudia: ¡síiii!
“El amor no es mirarse a los ojos, sino mirar juntos en la misma dirección”. Antoine de Saint- Exupéry