Las autoridades estadounidenses anunciaron el martes sanciones a las partes asociadas con el Consorcio Intellexa, citando su papel en la creación y distribución de software espía comercial utilizado contra funcionarios, periodistas y otras personas estadounidenses.
Las herramientas de vigilancia comercial «presentan cada vez más un riesgo de seguridad para Estados Unidos y nuestros ciudadanos», dijo el subsecretario del Tesoro para terrorismo e inteligencia financiera, Brian Nelson.
En particular, el Consorcio Intellexa se fundó en 2019 y sirvió como «sello de marketing» para empresas que ofrecen software comercial de vigilancia y software espía.
Las herramientas, dijo el Departamento del Tesoro, están empaquetadas como una suite bajo la marca de software espía «Predator», capaz de infiltrarse en los dispositivos sin interacción del usuario.
«El software espía Predator ha sido desplegado por actores extranjeros en un esfuerzo por vigilar encubiertamente a funcionarios del gobierno estadounidense, periodistas y expertos en políticas», dijo el Tesoro.
Entre los objetivos del martes se encontraban el fundador del Consorcio Intellexa, Tal Jonathan Dilian, y Sara Aleksandra Fayssal Hamou, que ha prestado servicios de gestión al grupo.
Cinco empresas también fueron sancionadas por actividades como exportar las herramientas de vigilancia de Intellexa a regímenes autoritarios y trabajar como desarrolladores del software espía Predator.
En julio del año pasado, Washington incluyó en la lista negra las unidades de Intellexa incorporadas en Grecia e Irlanda.
Fueron incluidos en la Lista de Entidades del Departamento de Comercio, que restringe estrictamente a los estadounidenses hacer negocios con ellos.
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