Por María Manuela de la Rosa Aguilar.
El presidente López Obrador ha tenido gran éxito en su proyecto de transformación, para afectar a la educación desde sus bases, pero además con la destrucción de las mejores instituciones que ha tenido México, como las de educación pública o de salud, a las que ha dejado sin recursos, lo mismo que las dedicadas a la ciencia y la tecnología. Igualmente a las fuerzas armadas, a las que ha despojado de su dignidad, aunque les ha dado presupuestos nunca antes vistos para sus proyectos sexenales. Pero además se ha encargado de destruir al país, como bien lo señaló hace tiempo Ricardo Alemán, al enumerar lo que en sólo 100 días deshizo al inicio de su gobierno:
– La división de poderes, con un congreso que no legisla conforme a las necesidades del país, sino plegado completamente a sus caprichos, sin importar que sean legales o no para lo que se ha valido de personas sin ninguna preparación y carentes de todo sentido ético, por lo que vemos gente iletrada, que a veces no tiene ni la secundaria terminada votando a favor de todas sus iniciativas. Sólo hay que ver el currículum de los diputados y senadores de Morena, aunque hay excepciones.
– Los contrapesos institucionales, creados precisamente para eso, como el Tribunal Electoral o la Comisión Reguladora de Energía, imponiendo a incondicionales que sólo obedezcan sus órdenes, por muy absurdas que sean.
– Pemex, la empresa que por décadas fue el sostén del gobierno, gracias a los ricos yacimientos con que cuenta México. Hoy es una empresa en quiebra, aunque debemos reconocer que esto es el resultado de muchos años de mala administración de los anteriores gobiernos.
– El Fondo de Cultura Económica, dejándosela a un impresentable pseudohistoriador, vulgar resentido que ha rebajado la cultura a una campaña ideológica de manipulación colectiva con extremo cinismo, publicando ediciones netamente propagandísticas que dan una versión sesgada de la historia.
– SECTUR, siendo México uno de los destinos más atractivos por sus innumerables lugares arqueológicos, culturales, de playa, de recreación, etc., logrando que continuamente México sea señalado como un lugar peligroso para el turismo. Siendo este sector uno de los principales ingresos del país.
– CONACyT, mostrando una animadversión absoluta por todo lo que represente la ciencia y la tecnología, como el ignorante acomplejado que es, además de resentido que odia a la gente de ciencia, a quienes ha quitado de manera arbitraria recursos, pero incluyendo a su esposa y a su amigo, el fiscal general, como parte del sistema nacional de investigadores, aunque no tengan la calidad requerida.
– CONADE, poniéndola en manos de una ex atleta corrupta de identidad indefinida, cuya meta es acabar con todo aquel deportista que se destaque a nivel internacional, desapareciendo un presupuesto millonario, con la complacencia presidencial.
– El Seguro Popular, que tanto éxito había tenido, cubriendo la atención incluso de segudo y tercer nivel de pacientes sin recursos, dejando a millones de personas sin el más elemental servicio médico, por lo que en la pandemia del COVID-19 murieron 847,716 personas, siendo México el país con mayor índice de mortalidad en el mundo. Es inolvidable su expresión ante esta crisis sanitaria: “me vino como anillo al dedo”.
– Las Estancias Infantiles, dejando sin opciones a las mujeres trabajadoras, en una acción de total misoginia para evitar el desarrollo profesional de las mujeres y dejando en situación de alta vulnerabilidad a los niños.
– Los refugios para mujeres maltratadas, exponiéndolas a morir en manos de sus verdugos, por lo que no es raro que México tenga un alto índice de feminicidios, con lo que aumentó la violencia de género durante su administración. Durante este periodo hay más de 134,594 carpetas de investigación por asesinatos de mujeres, niñas y adolescentes y si consideramos que sólo un 10% es denunciado, podemos darnos cuenta del horror que viven las mujeres en México.
– Los comedores comunitarios desaparecieron, con lo que dio una muestra clara de su total falta de empatía con los más pobres, quienes sólo son una muletilla en sus discursos demagógicos. De acuerdo al Índice Mundial de Hambre, México está entre los 47 países que no lograrán superar el problema del hambre ni hasta el 2030. El Banco Mundial ha destinado 9,600 millones de dólares para apoyar la agricultura y los sectores relacionados con la alimentación y la Alianza Mundial para la Seguridad Alimentaria, convocada conjuntamente por la Presidencia del Grupo de los Siete (G7) puso en marcha en el 2022 un Panel Global de Seguridad Alimentaria y Nutricional, donde México está considerado. Y claro, los apoyos ingresan vía gubernamental, pero se desconoce su destino final.
– Terminó con la creación de fuentes de trabajo, pues sólo en tres meses de su gobierno se perdieron 600,000 empleos.
– Canceló los estímulos al cine y a la cultura, acabando no sólo con el fomento a la cultura, sino con el futuro de muchos jóvenes y cineastas que podrían haber dado grandes sorpresas internacionalmente. Y si antes han destacado nuestros artistas y cineastas, es precisamente por una excelente formación en México. Pero la cultura y el arte son un obstáculo para al propaganda ideológica porque nos llevan a reflexionar.
– La Reforma Energética, con lo que no sólo acabó con miles de empleos, sino que carcomió la infraestructura del país, que en manos de corruptos ha logrado que en México se hayan normalizado los continuos apagones y el país corre el riesgo de quedarse sin energía en cualquier momento, por falta de mantenimiento y de una urgente modernización. Lo único que ha cambiado es que el aumento del costo de la luz sea una carga cada vez más difícil para la población. Bueno, no para los millones que usan diablito y enriquecen a los trabajadores de la CFE que viven de la extorsión.
– El avión presidencial, que debiendo ser un transporte digno de un presidente, que en realidad no es lujoso, sino cómodo y funcional, se rifó para sacar una millonada: 1,823 millones de pesos (gran parte de la compra de boletos forzosa para los empresarios mexicanos más ricos). A los ganadores no se les dio el avión, sino sólo 20 millones de pesos, pero el resto: 1,803 millones, desaparecieron y nadie sabe donde está ese dinero. El presidente López Obrador siempre aseguró que era una compra excesiva. El avión le fue vendido a México por 114 millones de dólares, mucho menos de su valor real, ya que el avión tenía un precio de unos 200 millones de dólares, así que se compró a 42.7% menos de su valor, con un tipo de cambio de 13.5 pesos por dólar. Así que el avión presidencial costó 153.9 millones pesos mexicanos y a crédito. Fue en realidad un negocio redondo el haberlo vendido a casi doce veces más de su costo. Pero además no sólo se obtuvo dinero de la rifa, sino que se volvió a vender a 1,658.7 millones de pesos (92.1 millones de dólares) al gobierno de Tayikistán, donde curiosamente gobierna un dictador, que raro, cuando dicen defender la democracia, pero la venta fue por demás provechosa para Kayikistán, pues compró un avión de unos 200 millones de dólares por sólo 92, menos de la mitad de lo que cuesta. Una gran prueba de amistad hacia un dictador. Pero además, para justificar que es un mandatario austero y no usa avión presidencial, viaja en líneas comerciales, lo que le cuesta mucho más caro y pierde demasiado tiempo (tal vez eso le conviene); pero también, al usar aviones militares para trasladarse, distrae recursos y medios para las actividades operativas y de adiestramiento del Ejército y Fuerza Aérea, restándoles capacidad.
– Y el nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México NAIM, que estaba proyectado para ser uno de los aeropuertos más modernos y funcionales del mundo, fue cancelado simplemente porque a López Obrador no le parecía que esta obra fuera de otra administración. El aeropuerto tendría cinco lagunas de regulación y rehabilitación de las lagunas existentes, para incrementar su capacidad de 13 millones de m³ de agua, en el 2014, a 45 millones de m³ de agua, en el 2020; incluía la rectificación de 83 km de cauces para mejorar su capacidad de conducción de agua; se estaban construyendo 142 km de colectores en 9 ríos, 35 km de túneles y serían entubados 7 km de cauces, para separar aguas de lluvia y residuales y reducir olores nocivos en la zona; se construirían 11 plantas de tratamiento y rehabilitación, 9 más para el saneamiento de aguas residuales; contaría con un sistema de recarga del acuífero para inyectar 3.37 veces más agua que la consumida por el aeropuerto. La capacidad de los sistemas de recarga del acuífero sería de 6.4 millones de m³ de agua al año, para evitar así las inundaciones en la Ciudad de México, pero además para aprovechar el agua de lluvia; esto haría que el lago Nabor Carrillo no se secara y continuara siendo un cuerpo de agua durante todo el año y el nivel de agua de este lago se mantendría todo el año en al menos 5.9 millones de m³ de agua. Este aeropuerto estaba estructurado para ser un proyecto autofinanciable, con una combinación de fondos gubernamentales y privados, manteniendo al aeropuerto como patrimonio del Gobierno Federal pero minimizando su impacto en las finanzas públicas. Todo esto fue cancelado, pero causó la pérdida de 163,540 millones de pesos al gobierno. Y hoy no sólo hay severos problemas para la industria aeronáutica por falta de infraestructura, sino que todo el país se encuentra sumido en una severa crisis por la sequía, cuyo futuro se torna preocupante, porque no sólo la delincuencia organizada ya ha incursionado en el “tráfico del gua potable”, sino que es muy probable que la carestía llegue a talles niveles que afecte todavía más la seguridad pública.
Pero no sólo esto, como bien lo apuntó Alemán, quien de manera muy resumida le contabilizó por lo menos 60 grandes mentiras, que lo colocan como el presidente mas mentiroso de todos los tiempos. ¿Mitomanía, manipulación o un síntoma psiquiátrico que lo define como sociópata y megalómano? Pero no sólo Ricardo Alemán ha denunciado sus innumerables mentiras, también periodistas como Ana Paula Ordorica, Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola, Jorge Ramos, Ciro Gómez Leyva (quien hace dos años tuvo un atentado y aún no se sabe “quien” fue el autor intelectual), Maricarmen Cortés, Julio Hernández, Carmen Aristegui, Carlos Alazraki, Pedro Ferriz de Con, Beatriz Pagés, Fernanda Familiar, Lily Tellez, etc.
Sólo al 4 de septiembre del 2022 (hace más de dos años), el analista y doctor Luis Estrada Straffon publicó un libro donde se estudian de manera detallada con una impecable metodología 86,917 declaraciones de AMLO falsas, engañosas o que no se pueden comprobar, considerando sólo las expresadas en sus conferencias matutinas, haciendo un promedio de 94 mentiras por conferencia. Y no podemos mas que concluir que estos datos prueban una muy mala fe o una grave patología, en donde se traduce el nivel de perversidad de un mandatario que descaradamente le miente a su pueblo, al que le debe lealtad, no sólo porque los representa, sino porque ellos le han delegado su poder soberano para la toma de decisiones, en teoría, para bien de una mayoría. Lo cual sólo nos puede hablar de alta traición. Y sin embargo la propaganda continúa viento en popa ante un pueblo adormecido por la manipulación de masas más simple y efectiva. Paul Joseph Goebbels se quedó corto.