La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Además de animales, rescatan la dignidad del ser humano
Entendemos por animalistas, a todos aquellos humanos que se dedican a defender a los animales en el más amplio sentido del término, mismos que abandonan cualquier tipo de confort, para ofrecer todo su tiempo a dicha causa.
Su labor es grandiosa, admirable, salvo algunos estafadores, están comprometidos con la vida de los seres más desamparados del planeta, aquellos que la civilización considera ‘irracionales’, no obstante, que han sido despojados de su hábitat por nosotros.
La arrogancia de muchos ‘humanos’, es tal, que lastiman al perro que los cuida, a la vaca o gallina que les proporciona alimentos, al caballo que los transporta o al gato que aleja las plagas de sus hogares, la ingratitud, es el sello de estos insensatos torturadores.
El antropocentrismo, nos hace considerarnos los ‘reyes’ de la Creación, la ignorancia nos ciega y no entendemos que somos cohabitantes de la Tierra, no los dueños de ella.
Por fortuna, lo que atenúa tanta crueldad, son las mujeres y hombres (más ellas), que entregan su vida para restañar las heridas, que nuestras frustraciones provocan en estos seres, quienes también tienen derecho a una vida digna ¡por supuesto!
Estos extraordinarios personajes, tendrán como retribución un ronroneo, un perruno abrazo, pero, sobre todo, la más gratificante de las miradas. Lo mínimo que podemos hacer, es comprenderlos y, si podemos, coadyuvar con su tarea.
Muchas gracias por su labor, ya que, además de salvar a nuestros indefensos compañeros de viaje, nos recuerdan que no todo está perdido. De la abundancia del corazón, hablan los hechos.