Ricardo Del Muro / Austral
En un ambiente de violencia en varias regiones de Chiapas, el domingo 31 de marzo iniciaron las campañas electorales, en las que Eduardo Ramírez Aguilar, candidato de la coalición Sigamos Haciendo Historia, se mantiene como favorito, con una ventaja de 49 a 63 % en las encuestas, para ganar el gobierno estatal, pero donde Morena, que es el partido gobernante, tendrá un difícil proceso electoral en 123 municipios, en muchos de los cuales enfrentará a candidatos de once partidos políticos, además grupos caciquiles y del crimen organizado.
Hasta la fecha, Chiapas se mantiene como uno de las más fuertes bastiones electorales de Morena, ya que, además de la gubernatura, a cargo de Rutilio Escandón, junto con sus aliados mantiene el control del Congreso local con 33 de 44 curules y gobierna 73 de los 124 ayuntamientos, incluyendo la capital, Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, considerada como el principal centro económico de la entidad, pero en la próxima elección, varios candidatos morenistas están en peligro de ser derrotados en muchas regiones y municipios.
Este es el caso de Tuxtla Gutiérrez, la capital chiapaneca, donde Morena postuló para presidente municipal a Ángel Torres Culebro, un exfuncionario del gobierno estatal, identificado con el llamado “grupo Tabasco”, quien se enfrentará a dos políticos, con arraigo entre los tuxtlecos, como son Francisco Rojas Toledo, abanderado de Fuerza y Corazón por Chiapas y Ramón Salvatore Constanzo Ceballos de Movimiento Ciudadano.
Ante la sucesión, Ramírez Aguilar, candidato de una alianza integrada por Morena y ocho partidos (PVEM, Partido del Trabajo, Podemos Mover a Chiapas, Encuentro Solidario, Redes Sociales Progresistas, Popular Chiapaneco, Fuerza por México y Chiapas Unido), encabeza las preferencias electorales para la gubernatura, con una amplia ventaja respecto a las dos candidatas opositoras, Olga Luz Espinosa de la alianza Fuerza y Corazón por Chiapas (PAN, PRI y PRD), y Karla Muñoz, del Movimiento Ciudadano.
Sin embargo, la elección de este año será diferente a la de 2018, en donde la avalancha electoral a favor de Andrés Manuel López Obrador benefició a prácticamente todos los candidatos de Morena en Chiapas, que no sólo ganaron la gubernatura, las senadurías y las diputaciones, sino también la mayoría de los ayuntamientos.
Además de la evidente oposición representada por la alianza Fuerza y Corazón por Chiapas, los candidatos de Morena se enfrentarán a grupos políticos que tradicionalmente han mantenido el poder en varias regiones de Chiapas, situación que se agudiza por la actividad de caciques y bandas del crimen organizado.
En Chamula, por ejemplo, que tradicionalmente ha sido un municipio priísta, el candidato de ese partido es Sebastián Pérez Santiz, mientras que el abanderado de Morena es Facundo Hernández Santiz y el del PVEM, Manuel Gómez López, además de Pascual Sánchez Gómez por el PT y dos mujeres candidatas, Hilda Concepción López Morales de Chiapas Unido y Fabiola Sánchez Gómez de Encuentro Solidario.
En Comitán, otro municipio tradicionalmente priísta, donde surgió el Grupo Comitán identificado con Jorge de la Vega Domínguez, la abanderada de Morena es Lucía Ortiz Albores, pero uno de sus principales oponentes será Jorge Constantino Kanter, candidato del PVEM, además de María Elena Cruz Cancino por la alianza Fuerza y Corazón por Chiapas y otros siete candidatos: Marco Antonio Guillén Domínguez, PT; Víctor Méndez Ruiz, Movimiento Ciudadano; Emanuel Cordero Sánchez, Chiapas Unido; Julio César Rubio Gómez, Podemos Mover a Chiapas; Hugo Espinosa López, Encuentro Solidario; Rosa Cancino Meza, Redes Sociales Progresistas y Raúl Figueroa Gómez, Fuerza por México.
En Tapachula, el candidato de Morena es Aarón Yamil Melgar Bravo, pero ahí también hay otros diez aspirantes como Martha Beatriz Villaseñor por Fuerza y Corazón por Chiapas; César Amín González Orantes por el PVEM, Indira de los Santos Campos por el PT; María Argelia Komukaki Matsui, Movimieto Ciudadano; Evelyn Domínguez, Chiapas Unido; Denisse Lugardo, Podemos Mover a Chiapas; Jessica Ruiz Ochoa, Partido Popular Chiapaneco; Fabiola Salinas González,
Encuentro Solidario; Graciela Galvez, Redes Sociales Progresistas y Sari Tirado, Fuerza por México.
En San Cristóbal, donde el alcalde Mariano Díaz Ochoa del PVEM ha tenido una administración fallida y la ciudad, que es uno de los destinos turísticos más importantes de Chiapas se ha convertido en un lugar inseguro por la presencia de grupos del crimen organizado, conocidos como Motonetos, la abanderada de Morena es Fabiola Ricci Diestel, además de Unda Higuera Gutiérrez del PVEM y Francisco Martínez Pedrero de Fuerza y Corazón por Chiapas, así como siete candidatos más.
Estos han sido algunos ejemplos de las características que tendrán las próximas elecciones municipales en Chiapas, donde las designaciones de candidatos han generado conflictos entre presuntos aliados, morenistas contra Verdes, así como priistas contra panistas y perredistas.
En el último proceso electoral hubo seis municipios en donde no se instalaron casillas o los comicios fueron anulados por conflictos intercomunitarios, por lo que el Congreso estatal tuvo que designar concejos municipales en Venustiano Carranza, Honduras de la Sierra, Siltepec, El Parral, Emiliano Zapata y Frontera Comalapa.
Ahora han sido detectados cinco distritos electorales federales en Chiapas, catalogados de riesgo por el INE, debido a la presencia del crimen organizado y problemas intercomunitarios, donde destacan el 13 que comprende los municipios de la sierra y el 8 donde está Frontera Comalapa, mientras que Alberto Palomeque, dirigente estatal panista, señaló que son 12 los municipios chiapanecos donde no existen las condiciones mínimas para desarrollar el proceso. RDM