Dicen los que saben de geopolítica internacional, que en estos días, incluso con mayor claridad que en los meses que antecedieron a las anteriores Guerras Mundiales, el planeta se encuentra en riesgo de vivir una nueva conflagración mundial.
El gobierno estadounidense de Barack Obama, insiste que el mundo no debe permanecer pasivo ante el uso de armas químicas por el gobierno de Siria en contra de su misma población, aún cuando la Organización de Naciones Unidas (ONU) no ha concluido sus investigaciones para corroborar el dicho estadounidense de los hasta ahora supuestos crímenes para la comunidad internacional.
Los eventos pasados e inmediatos, van avivando uno a uno la posible intervención estadunidense sobre Siria y la consecuente respuesta de los aliados de esta última nación.
El Congreso de los Estados Unidos va en camino de dar el banderazo de salida a su comandante en jefe Obama, para que envíe fuerzas armadas hasta tierras sirias, de manera independiente a que Naciones Unidas confirme o no crímenes con armas químicas por Bashar al-Assad, líder sirio. Y mientras Obama insiste en recabar apoyo internacional para el ataque a Siria, Vladimir Putin, presidente de Rusia, ya ha advertido que de actuar unilateralmente el gobierno estadounidense en esta empresa, se tomará como una agresión, de hecho desde el domingo pasado los rusos han aumentado su presencia naval en el mediterráneo oriental.
Como si faltarán ingredientes para “cocinar” el conflicto y apresurar su confección, el escenario de la reunión del G-20 enfrenta a los líderes Obama-Putin o Putin-Obama de los bloques hegemónicos de la aún llamada Guerra Fría con todo y sus extensiones –enfrentamiento político, ideológico, económico, social, tecnológico, militar, informativo e incluso deportivo que ha tenido lugar desde 1945 a la fecha.
De hecho, desde la misma sesión inaugural de la Cumbre de los G-20, en la que por cierto también participó el presidente Enrique Peña Nieto, el líder ruso puso en la agenda de la reunión el tema de Siria.
Los eventos y reclamos sociales que se viven en México y en otras latitudes, muy fácil pueden conectarse al conflicto entre bloques hegemónicos que ahora tendrían punto de partida en Siria y nuestro país, al final, tendrá que tomar una real posición en el trance en proyecto o en acción.
Acta Divina…La embajadora estadunidense ante la ONU, Samantha Power, dijo que el país ruso impide que se apruebe una resolución de condena por el uso de armas químicas en Siria.
Para advertir…Ya desde San Petesburgo, Peña Nieto afirmó que México apoyará al Consejo de Seguridad de la ONU en aquellas resoluciones que adopte respecto al conflicto en Siria. Lo cual implica que el espionaje desde Estados Unidos puede continuar o repetirse, según sea el caso.
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