Por: Ricardo Aguirre Cuellar
Estimado amigo; estamos a poco más de treinta días de las elecciones más trascendentales en la historia moderna de nuestro país y las campañas por la presidencia van tomando rumbo al igual que el resto de los puestos que se eligen el próximo 2 de junio; de ahí entonces que surjan las dudas, como por ejemplo si estas elecciones serán las más votadas o no y es que lo que se juega no es poca cosa y por tanto debiera darse una participación masiva que abata el abstencionismo, cáncer de la democracia, pues una baja participación favorece al oficialísimo. En este caso a Sheinbaum y por supuesto a López y su entelequia de partido.
Por eso es de destacarse que muchos medios y comentologos hacen reseña puntual de la inseguridad que prevalece en vastas regiones de nuestra nación, preguntándose si la ciudadanía podrá votar con libertad o la delincuencia impedirá el voto.
Tal inquietud si bien es razonablemente fundada, también es alarmante, pues provoca que muchos electores se vean amenazados y por temor no salgan a votar y el fantasma del abstencionismo se materialice, con las consecuencias ya señaladas.
Hacer una campaña de miedo y temor no le hace bien a nuestra democracia. Y todo parece indicar que por ahí se enfila la estrategia oficialista, sabedora que una gran participación ciudadana superior al 60% deja fuera a la Sheinbaum, de manera que desalentar mediante el temor o miedo es sin duda la gran apuesta.
Lo grave, que comentocratas y medios estén haciendo el caldo gordo – tontos útiles, dirían otros- al machacar el papel que la delincuencia organizada estará jugando en estas elecciones como participantes activos, pues al oficialísimo le cae como anillo al dedo tal “responsable” actitud.
En las elecciones intermedias en varios estados la delincuencia tomo partido por morena, como quedó documentado ampliamente, en entidades como Sinaloa, Sonora, Michoacán o Guerrero entre otros, amedrentando y amenazando a funcionarios de casilla y representantes y candidatos de oposición e incluso privando de la libertad a muchos de ellos, para favorecer a los candidatos de esa cosa llamada morena.
Y ahora pretenden hacerlo a mayor escala. Asustando a la ciudadanía para que no se acerque a las casillas a depositar su voto y de esa forma sólo salgan a votar los fanáticos de López. Que aunado a un triunfo muy “cantado” según las amañadas encuestas, termine por justificar la no participación ciudadana, con el consabido “que al cabo de todas formas iba ganar”
Por lo tanto, la mejor manera de desalentar la votación ciudadana, es sembrando el miedo y el temor a una delincuencia desatada, para favorecer el abstencionismo que reditúe en un triunfo avasallador por parte de la Sheinbaum y de un congreso legislativo a su favor.
De eso se trata. Generar miedo y espantar electores.
Pues si bien hay temores fundados, también lo es que estimular al ciudadano a votar es el mejor antídoto a la violencia delincuencial y a las expectativas de morena.
Una sociedad acobardada por el miedo, es la que espera López y su claque. Y por eso su apuesta.
De manera que, en lugar de poner el grito en el cielo por la violencia y la inseguridad, es decirle a la gente, que no hay peor temor y miedo, que quedar callados en momentos cruciales de nuestro destino y en todo caso lo que hay que hacer es salir a la calle y el 2 de junio hacer valer nuestro poder. El poder ciudadano, para vencer a los delincuentes y a quienes han sido sus cómplices.
No se puede ser ciudadano de escaso valor en momentos así. Tan determinantes.
Millones de mexicanos decidiremos el rumbo de nuestra democracia ejerciendo el más importante derecho que como ciudadanos tenemos. El sufragio universal.
Invitemos a votar con libertad.
No seamos tontos útiles, ni rehenes de López.
No caigamos en las trampas y abusos del déspota de palacio y su marioneta corcholata.
La no participación y el abstencionismo son los mejores aliados de López y su poder destructivo.
Entre paréntesis: como disociar a López y a los narcos, si ahora deciden amenazar de muerte a todo aquel que hable mal de López.
Así como si fuera una simple travesura, los alcahuetes de López promocionan una playera que dice “un verdadero hombre, no habla mal de López” en fondo negro y con la figura de esa cosa llamada santa muerte que se lleva un esquelético dedo a la quijada de la calavera, en signo de silencio.
Esta amenaza no es otra cosa que la desesperación que cunde en las filas de López. Y es que los N puntos porcentuales de diferencia que lleva Sheinbaum a Xóchitl, no pasa de ser una auténtica vacilada, de manera que como dije líneas arriba lo único que queda es asustar y meter terror al electorado, para que no vote contra López y su corcholata, porque hacerlo es riesgoso. De ese tamaño su locura. Y su apuesta por el abstencionismo.
Y sabes que estimado amigo. López no se pronunció en contra en su púlpito de este martes, porque dijo que en México hay libertad de credos. Como vez.
De manera que él avala semejante locura.
Y como no lo va a hacer, si son socios.
Abrazos. Y ahora más que nunca.
Y todavía hay ingenuos que piensan en sus buenas intenciones. Si como no.
Caray que más necesitan.
PD los carteles alineados con la Sheinbaum que hasta instrucciones le dan en Chispas para cuando sea presidenta.
De ese tamaño el desastre.
PD2 y para variar la Suprema Corte de la Nación y su presidenta la Ministra Norma Piña definirán el destino de las cuentas inactivas de las Afores.
El robo del siglo.
Que con absoluta impunidad pretende hacer López y su bodrio de corruptos matraqueros aduladores. Que valen lo que vale una quincalla.
No lo crees así querido amigo.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político