Yo Campesino / Piel de ganso
• Ahora resulta que análisis realizados en EU sobre México son ofensas y violan soberanía
Miguel A. Rocha Valencia
Además de tener la piel muy sensible, resulta que el ganso es metiche, chillón y mentiroso además de que hasta las opiniones y análisis realizados en Estados Unidos sobre lo que ocurre en nuestro país le molestan, a la mejor porque reflejan la realidad que el tlatoani es incapaz de aceptar a pesar de ser el autor.
Porque para el tlatoani tabasqueño los ataques de todos los días contra medios y poder Judicial, son una mentira, “yo nunca he ofendido” a la ministra Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ni a los integrantes de la Judicatura federal, lo cual implica que los mexicanos y en especial los estadunidenses vemos una película diferente todos los días y que en las mañaneras existe un gran respeto por el poder Judicial.
Ahora resulta que en el púlpito palaciego no se ofende nunca a los ministros, magistrados o jueces y se les respeta lo mismo que sus decisiones. Lo mismo sucede con los periodistas que se atreven a revelar datos de la corrupción que corroe a la 4T, a quienes disienten de lo dicho por el machuchón de palacio Nacional o se atreven a plantarse delante de él para exigirle respeto y no viole la ley revelando datos personales.
Y claro tampoco es México uno de los países con el mayor elevado nivel de asesinatos en el mundo con una cifra que para hoy supera los 185 mil 150 asesinatos y más de 50 mil desaparecidos, muchos de los cuales ya no ven la luz de día porque están muertos, entre ellos mujeres y niños. Todos para el caudillo de Macuspana, son infundios del departamento de Estado de Estados Unidos que como inteligencia de las fuerzas armadas mexicanas deben realizar análisis de lo que sucede en un país con el cual, comparten más de tres mil kilómetros de vecindad. Como también son mentiras las indagatorias en torno a sus presumibles acuerdos con el crimen organizado.
El departamento de Estados de EU dice en su Informe Anual de Derechos Humanos que México dejó sin investigar ni enjuiciar la mayoría de los casos criminales como el homicidio donde hay una impunidad que supera el 95 por ciento. Subraya lo mismo en el caso de la tortura el secuestro y extorsión donde se sabe que aumentan cada día y se presenta en más de las dos terceras partes del territorio nacional.
El cobro de piso ya es uno de los principales negocios de los criminales, se da incluso a espaldas de Palacio Nacional. O sea, un diagnóstico muy cercano a lo que ocurre en México ya que en el mismo informe las agencias de investigación estadunidenses y que son parte del Departamento de Estado vierten los datos de sus respectivas áreas.
Nada nuevo, pero no se las hacen llegar al gobierno mexicano ni tampoco emiten una recomendación que entonces, si sería injerencista, “violatoria de la soberanía” como dice la chachalaca macuspanense. Acaso insistirá en desmentir lo que aquí mismo sabemos y vivimos como el descrédito contra periodistas, las amenazas para quien “se porte mal” o las injurias permanentes contra el poder Judicial a quienes no solo llama lacayos de sus opositores y defensores de una minoría rapaz, sino que además los hace cómplices de delincuentes cuando en realidad quien no los persigue y ordena no confrontar “para no caer en provocaciones” es el mismo jefe del Ejecutivo.
Muy sensible resultó el profeta de la 4T cuya arrugada piel está llagada por la corrupción, los más de un millón de muertos a su cuenta, las pérdidas sociales de las mujeres y niños y los retrocesos en todos sentidos, especialmente educativo y en salud.
Esperemos que los estadunidenses en verdad no estén investigando y tengan pruebas de alguna mala relación, de algún financiamiento ilegal ni mucho menos de algunos dineros colocados en paraísos fiscales de los distinguidos personajes de la 4T como ocurre con la corcholata y Rocío Nahle. O serán ¿Maletas repletas de billetes verdes guardados con los “amigos” cubanos o venezolanos?
Malvados injerencistas, nada más andan difamando al impoluto ganso a quien ni las trapacerías de su familia, los muertos, las víctimas de violencia, de mala atención médica ni su negligencia en el combate a la corrupción y al crimen le han salpicado con lodo el albo plumaje de la investidura presidencial ya que él y sólo él, se ha encargado de denigrarla a lo más bajo, tanto que necesita atrincherarse en su palacio amurallado para no ser lisonjeado por el pueblo bueno que lo aclama. 0 qué ¿Es miedo?