Día Hábil
El cinismo de Claudia Sheinbaum Pardo es un insulto a la inteligencia.
Negarse a responder todas las preguntas y señalamientos que Xóchitl Gálvez Ruiz le hizo en el segundo debate es una falta de respeto para los mexicanos pero, sobre todo, una muestra de su altanería, de su despotismo y de su intolerancia.
“La Línea 12 ya fue aclarada, el Rébsamen también ya fue aclarado, lo que es increíble es que sigan haciendo uso político de una tragedia… además ya está reconstruida totalmente la Línea 12”, dijo de forma irrespetuosa y cortante al cuestionamiento que le hizo la senadora con licencia y candidata presidencial de la coalición Fuerza y Corazón por México, integrada por PRI, PAN y PRD.
Y es irrespetuosa no sólo con todos los mexicanos sino, especialmente, con los familiares de las 27 personas que murieron en el desplome de la Línea 12 del Metro en mayo de 2021.
A las diez de la noche de ese día, una viga de un puente elevado de la estación Olivos y Tezonco se venció y dos vagones cayeron al vacío con el saldo mortal señalado.
Sheinbaum Pardo era la jefa de gobierno, pero, increíblemente, hoy es la candidata presidencial y ya se siente ganadora, cuando aún faltan las elecciones.
Sí, la jornada electoral, el día de las votaciones.
Anoche, en el segundo debate presidencial, la ex mandataria jamás contestó a la serie de cuestionamientos que le hizo la encargada de los pueblos indígenas en el gobierno de Vicente Fox Quesada.
Pero no sólo fue eso.
Tampoco contestó a la evasión de impuestos que su madre y su familia cometen al tener dinero en paraísos fiscales, en los llamados Panama Papers, ni a la fotografía de su esposo -hoy ex – Carlos Imaz Gispert recibiendo cientos de miles de pesos de manos del amante de Rosario Robles Berlanga, cuando esta era jefa de gobierno del entonces Distrito Federal.
Imaz Gispert fue su novio en su época universitaria y ambos eran integrantes del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), que llevó a la UNAM a un paro prolongado cuando el rector Jorge Carpizo McGregor pretendió elevar las cuotas de inscripción que se mantienen en 20 centavos por semestre.
Pero no sólo evitó contestar, sino que mintió descaradamente, como su promotor Andrés Manuel López Obrador, cuando aseguró que no hay inflación, que la gasolina no ha subido de precio y que el gobierno que está a punto de concluir no se endeudó.
¡Vaya cinismo!
La gasolina no cuesta ni costará 10 pesos, prometió el tabasqueño; la inflación no cede y por eso se elevaron las tasas de interés hasta por encima de diez por ciento,, lo que mantiene al dólar controlado -sumado a los hechos internacionales- y la deuda creció en dos billones de pesos este año porque el presupuesto ya no alcanzaba para todas las locuras lopezobradoristas.
El Congreso autorizó a López Obrador contratar una deuda por 2 billones de pesos 2 mil millones de pesos-, lo que triplica la deuda interna y es cinco veces más que la deuda externa respecto a 2023.
Y el palero Jorge Álvarez Máynez que, mamonamente, dice “díganme Máynez”, enfocado en golpear a Xóchitl para satisfacer a su patrón, Dante Delgado Rannauro, comprometido con López Obrador para desviar votos de la coalición opositora y evitar a toda costa que gane el 2 de junio.
Sin duda, la ganadora del debate por su arrojo y por su estrategia de ataque es Xóchitl, pero compite contra 922 mil millones de pesos del presupuesto público que López Obrador regala al año para comprar el voto.
Y eso, créame, es mucho dinero para un pueblo ciertamente jodido e ignorante por culpa de los gobiernos del PRI y del PAN
Vámonos: ¿Qué hay detrás del asesinato de Luis Gutiérrez Herrera, el ex director de administración del gobierno de Marco Antonio Rodríguez Hurtado, justo un día antes de su evento masivo en la explanada de Tlalnepantla, en el arranque de su campaña por la reelección.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex