Por: Ricardo Aguirre Cuellar
Estimado amigo; he sostenido que López y su corcholata basan su estrategia electoral en desalentar la participación ciudadana mediante dos acciones, las encuestas canallas, sabedores que una participación del 50% o menos dará por triunfadora a Sheinbaum, al menos eso piensan, de ahí que los resultados de dichas muestras canallescas, den una percepción de voto a favor de la corcholata de 20 o 30 por ciento o más sobre Xóchitl, dejando entre ver, que no hay nada que hacer, porque las elecciones del 2 de junio ya están resueltas y por lo tanto no hay necesidad de participar, en el próximo ejercicio electoral.
A este supuesto le llaman el arroz cocido. Porque la elección ya se ganó.
Y la otra acción que se complementa con las encuestas canallas, consiste en sembrar miedo en la ciudadanía, de que ese día durante el proceso electoral, las pandillas delincuenciales harán de las suyas volcándose en hechos de violencia, que lo que mejor que puede pasar, es que los ciudadanos se queden en casa, protegiendo sus bienes y por supuesto su vida, que al cabo y según las encuestas canallas Sheinbaum va ganar de todos modos y con ella su claque.
A esto le llamo el voto del terror.
Y que deliberadamente y con maldad, cubierta de cierta ingenuidad y preocupación genuina, está estrategia entre encuestadoras canallas y delincuentes, tiene su caja de resonancia en las buenas conciencias, que de “buena fe” dan por buenas semejantes mediciones y que también de “buena fe” están preocupados y ocupados por la seguridad e integridad de los ciudadanos a los que alertan de los riesgos que se presentan en bastas regiones de nuestro país y que por supuesto ponen en peligro las elecciones al no haber condiciones para llevar a cabo las votaciones.
Si crees estimado amigo que esta pinza es fantasioso, sólo analiza el comportamiento de la comentocracia orgánica y conservadora, de como destacan los resultados de las mediciones que dan como ganadora a Sheinbaum por amplia margen y cómo descalifican cualquier medición demoscópica que de un resultado diferente al señalado por las encuestadoras canallas, que por cierto son prácticamente todas a excepción de cuatro que no comparten semejantes valores. Para darte cuenta del alcance de la estrategia del voto del terror y lo que representa a contrario sensu del voto efectivo y libre.
El del terror es el voto abstencionista, que si bien no va a la casilla, si permite con su silencio que el voto militante y fanático y delictivo, se exprese e imponga.
Eso representa el abstencionismo. Y en este caso, por antonomasia, el voto del terror. Esta es la gran apuesta.
Ahora bien y por si esto no fuera suficiente y con todo el poder del estado y de 23 gobernadores y obvio con el coro de la comentocracia de “buena fe”, esta misma desliza que en caso de no ganar Sheinbaum, se espera una furibunda reacción de López por reconocer un resultado que no tenga a Sheinbaum como ganadora, previendo en consecuencia un escenario de revueltas y violencia generalizada en todo el país, provocada por la iracunda reacción, que incluso llevaría a López a fabricar un auto golpe de estado apoyado por militares y claro por su base social o sea el pueblo bueno que fanáticamente lo sigue a efecto de imponerse en tales circunstancias, decretando el estado de excepción, desapareciendo poderes y asumiéndolos en consecuencia, alegando un gigantesco fraude y más si el resultado a favor de Xóchitl es muy apretado. Es decir de un punto o menos.
Y todo, por que dicen.
López es capaz de incendiar la pradera si no gana. Luego entonces y sin que lo digan abiertamente, dan entender que lo mejor para México y los mexicanos es dejar que gane las elecciones.
Dando como antecedente que en el 2018 en la Convención Bancaria en Acapulco aquel año, López amenazo que de haber fraude se soltaría el tigre y que el no iba ser quien, para amarrarlo.
Que no es otra cosa que el chantaje más acabado, para imponer su voluntad. Mediante el amedrentamiento, la amenaza y el miedo. Y que, de esa forma, se cumpla su capricho y más cuando dicen, López nunca ha reconocido una derrota.
Esta patraña engaña bobos, López la maneja cada que quiere, pues le ha funcionado muchas veces.
De manera que si no funciona el abstencionismo y el electorado sale abrumadoramente a votar, López no reconocería el triunfo de Xóchitl y habría un baño de sangre, a menos que lo dejen ganar a como dé lugar, usando para ello el método más puro del chantaje, la extorsión y el terrorismo electoral.
Esa es la historia de su vida. Haciendo berrinches y amenazando, ha obtenido el poder y lo que quiere.
Y mira que como presidente lo ha intentado todo. Cosa que no ha logrado. De manera que esta tesis se cae por su propio peso. Y los resultados.
Y como le ha dicho en otras ocasiones, no hay borracho que trague lumbre. O lo que es lo mismo. No hay perro que ladre y muerda. Y López es eso. Un bravucón asusta bobos. Y creo, que ya llegó a su fin en este proceso electoral y el lo sabe. Por eso usa todo su repertorio de amenazas y chantajes. Como último recurso.
Pues los momios electorales, aún chayoteados o cuchareados, no le son favorables a su corcholata.
No lo crees así estimado amigo.
Entre paréntesis: en un proceso electoral con un marco de referencia como el existente y una confrontación abierta entre autoritarismo y democracia, lo menos que se antoja es que sea un proceso desairado por los ciudadanos, sobre todo con los niveles de polarización que hay en el país y que en esta ocasión, no le favorece a López y a su corcholata, de manera que la estrategia de la pinza del desencanto, el miedo y el terror, no le está funcionando y la abrumadora participación ciudadana en las elecciones del 2 de junio, sin lugar a dudas será histórica.
Echando por tierra el abstencionismo como voto del terror. Y con el todo triunfalismo encuestativo barato.
Primero porque la nación, en toda su historia moderna, jamás a visto semejante división social y confrontación política y segundo porque lo que está en juego es el futuro de la República Democrática que conocemos. Y no es que esté exagerando. La realidad ahí está.
Hay doce iniciativas de reformas cuya finalidad es dar por terminada esta estructura republicana, para instaurar una autocracia despótica y autoritaria plena, ejercida con mano dura contra todo aquel que se oponga. Que, si no se logró, fue porque había un bloque de contención en la Cámara de Senadores, que de no haber sido por eso, otro gallo nos estaría cantando y no precisamente democrático. Y mira si no querido amigo.
Para aquellas almas que decían que López era un hombre de buenos principios, hoy no salen de su asombro y su estulticia, al ver un presidente por el que apostaron en el 2018, como faro de esperanza, que en el ocaso de sus días, usa todo el poder contra sus opositores, violentando toda regla de decencia y con decisiones infames impone su voluntad, pisoteando todos los derechos de los ciudadanos y eso que no logró las reformas constitucionales que quería y que dejó como herencia para que la corcholata en caso de ganar las aplique en toda su extensión.
Si lo que vemos no es suficiente para entender el monstruo que representa López y su claque, entonces no hemos aprendido nada de este personaje demagogo y fatuo, que burlándose de todo y de todos, dispone del poder absoluto y lo corrompe hasta la médula, para su beneficio y los suyos.
Y eso que no lo tuvo todo. Por fortuna, por lo que ahora tenemos la gran oportunidad histórica de enmendar la plana y corregir el rumbo de nuestra República, Democrática y de instituciones para que prevalezca, en una mejoría continua y con auténtica libertad, seguridad jurídica y justicia social y sobre todo en paz. La Paz que dan las sólidas instituciones de derecho y la división de poderes.
Ya basta de maniqueas expresiones de buenos y malos. México y los mexicanos somos uno y no debemos seguir permitiendo que el odio, la envidia y el rencor social como eje de nuestra existencia nos divida. Es la hora de la reconciliación nacional. Ni más ni menos. Es lo que está en juego.
No es una elección entre un partido político y otro. Nada que ver.
Es entre un modelo demagógico, populista autoritario y despótico y otro democrático republicano.
Así de ese tamaño.
PD la Sheinbaum sigue sorprendiendo con extraños premios del mundo mundial.
Como el que se anuncio de que la CDMX recibió un raro premio denominado Lee Kuan Yew que en búsqueda en Wikipedia no se encontró referencia alguna a dicho premio. Y que lleva el nombre de un ex primer ministro de Singapur.
Y que casualmente hace un reconocimiento pleno a todo lo hecho por Sheinbaum en la ciudad capital. De risa loca. Y lo peor la prensa lo registra en sus portales y muy seguramente en sus páginas impresas diarias. Caray que ya no hay ética.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político