Epistolario
Por Armando Rojas Arévalo
LILIANA: No te pregunto por quién vas a votar, porque lo sé y coincidimos. También sé por quién van a votar mis vecinos. Igual, están hasta la madre de un gobierno, cuyos funcionarios doblan la cerviz ante el paso del que se considera mesías y una candidata que dice y no se cansa de decir que con ella seguirá la transformación, que se acabará la corrupción (¡!), que continuará la democracia, que continuará el “combate a la violencia” y al crimen organizado y cuántas cosas más que los hechos desmienten y los arrojan al basurero de la hipocresía.
Cuatro de mis seis hijos se fueron a vivir al extranjero, adelantándose a lo que se veía inminente. Yo les pregunté en su momento por qué y me respondieron que querían una vida mejor para sus hijos, mis nietos. Ni hablar, dije. Una vive en Canadá, otra en Estados Unidos, otra se fue a vivir a Sudamérica y el varón a Francia. Todos viven bien, no como potentados, pero si con mejor calidad de vida. Tienen trabajo con salarios decorosos que les permiten dar educación en buenos colegios públicos o privados a sus hijos y disfrutar de sistemas de salud, aunque caros, no de la “calidad” del de Dinamarca.
Los gobiernos de esos países no fomentan el odio entre las clases sociales, no descalifican a sus valores en las ciencias, las artes, la literatura, la cultura y todas las disciplinas del saber, ni alientan las desigualdades. En esas sociedades cada quien tiene o disfruta el producto de su trabajo. Por supuesto, no hablo del paraíso. Si trabajas puedes tener lo que quieres o al menos satisfacer tus necesidades de techo, sustento y vestido; si no trabajas, es tu problema.
Millones de mexicanos han emigrado al extranjero, en especial a los Estados Unidos y Canadá para trabajar y lograr ingresos que aquí no tienen. El colmo del cinismo y la hipocresía es que este presidente que se cree mesías, se vanagloria que esos millones de compatriotas que se parten el alma trabajando casi de sol a sol en los campos agrícolas, la construcción y otras fuentes de empleo mandan dinero a sus familias (remesas) del orden de los 53 mil y medio millones de pesos, como si fuera un triunfo de su gobierno, sin los cuales la economía nacional no sería tan sólida.
¿De qué presume este señor? ¿De qué podría presumir la señora que quiere sucederlo, repitiendo una y mil veces que la “Cuarta Transformación” va a continuar con todos sus “beneficios”? ¿Qué alentadoras propuestas ofrece la candidata del mesías?
Dice ella que fue dirigente del CEU, o sea, el comité de huelga que llevó al paro a la UNAM en 1986, en protesta por unas reformas que pretendía hacer el Rector CARPIZO. NO. En realidad, el que fungía como su dirigente era CARLOS IMAZ, quien en ese entonces era su compañero sentimental y posteriormente casó con ella y luego se divorciaron, cuando IMAZ fue captado en video recibiendo fajos de billetes de CARLOS AHUMADA.
Con IMAZ fueron dirigentes del CEU, IMANOL ORDORIKA y ANTONIO SANTOS. Entonces, que doña CLAUDIA no se las dé de “muy acá”.
CARLOS, IMANOL y ANTONIO fueron los que tomaron el auditorio de Filosofía y Letras poniéndole el nombre de “Ché Guevara” y desde entonces no lo sueltan.
Grupos de porros lo tienen no sólo como centro de operaciones a ese auditorio, sino también como casa y hasta albergue de comerciantes ambulantes de la UNAM.
CARPIZO renunció al poco y lo sustituyó FRANCISCO BARNÉS DE CASTRO, quien, a su vez renunció en 1999, y JUAN RAMÓN DE LA FUENTE, quien era secretario de Salud con ZEDILLO, se hizo cargo de la Rectoría. Con el tiempo, JUAN RAMÓN, fue nombrado por ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR embajador de México ante la ONU, cargo al que hace unos meses renunció para incorporarse a la campaña de CLAUDIA, para revivir aquellas jornadas en la UNAM con IMAZ, IMANOL y SANTOS. Seguramente ahí va a estar BATRES, quien habilidosamente se ha hecho amigo de grupos de choque de la UNAM.
Psiquiatra de profesión, JUAN RAMÓN tiene la virtud de que nunca se arriesga por sí, porque siempre se sube al carro que lleva la delantera. Nada de “a muertito” y la táctica le ha dado resultado.
Como todo “aspiracionista” que AMLO odia, a JUAN RAMÓN le encanta vivir bien. Lo usa, porque cree que puede ser mentor de CLAUDIA. Hasta hace algún tiempo él tenía una casa con alberca y otras comodidades en Ixtapa, Guerrero, muy cerca de la Marina donde OVALLE tiene o tenía un departamento.
Queda una gran interrogante: ¿De llegar a la Presidencia, CLAUDIA gobernará efectivamente, o va a seguir doblando la cerviz ante LÓPEZ OBRADOR, o, bien, éste va a comisionar a JUAN RAMÓN y al perverso “ministro” en retiro, ARTURO ZALDIVAR, para que la “guíen” y le digan quien realmente manda en este país?
Por eso voy a votar por la otra fórmula. XÓCHITL no es todo o que yo quiero, pero CLAUDIA encarna todo lo que yo no quiero.
¡Ya basta de hipocresías y de que se burlen de todos! Ya estamos hasta la madre de que digan que estamos muy bien, cuando la geografía nacional se sigue ensangrentando y las bandas criminales se adueñan del país.
A otros con sus croquetas.
Sí, tengo miedo del poder criminal de la delincuencia, de las represalias o de que algún día o alguna noche me visiten en mi casa para ajustar cuentas, pero cuando les perdamos el miedo vamos a vivir sin zozobra. El poder de ellos radica en el miedo que infunden, y hay que atreverse a perdérselos.
armandorojasarevalo@gmail.com
rojas.a.armando@outlook.com.mx