Por: Ricardo Aguirre Cuellar
Estimado amigo; la próxima semana estaremos comentando los pormenores del proceso electoral y sobre todo el resultado cuyo final, delineará el futuro inmediato de nuestra nación.
En todos estos años y más en los últimos meses, ha quedado claro, de que trata el régimen lopista; de manera que ahora si, nadie pude llamarse a engaño.
Si hace seis años, hubo ingenuidad y esperanza, hoy queda demostrado que todo fue mentira y que nunca estuvo en la mente de López, cambiar el rumbo del país para bien de todos, por el contrario demostró su sectarismo excluyente y dogmático ajeno a los intereses de una república, representativa, democrática e incluyente, para instaurar en la conciencia social, por el contrario, el gobierno de un solo hombre y una sola voz. La suya.
Así entonces, como resultado de semejante atropello, la disyuntiva electoral que se presenta este 2 de junio, no tiene precedente histórico.
Pues la tradición y régimen de gobierno, hasta la llegada de López, ha sido de corte democrático liberal, cimentada en fuertes principios republicanos y de división de poderes; donde el respeto de unos y otras se basen en el monumento que desde 1917 se construyó y mediante el cual se armoniza la convivencia, mediante un bagaje de instrumentos legales emanados de esa piedra de toque que es nuestra Carta Magna y que López protestó cumplir, pero que ahora con toda ambición traicionó, para imponer su visión déspota y autoritaria y así acabar de una vez por todas, con nuestro régimen democrático, constitucional.
Durante estos cinco años y medio, López a dinamitado todos los principios, valores e instituciones, que a lo largo de más una centuria, los mexicanos nos hemos dado y que para lograrlo, no ha sido fácil; sin embargo, López erigiéndose en el mesiánico líder supremo, decide que el modelo constitucional e institucional alcanzado debe desaparecer, basado en una mescolanza de retorcidas ideas ultra nacionalistas, colectivistas, marxistas- stalinista que delinean una sociedad vertical y con pensamiento único. El emanado del supremo líder.
Todo esto envuelto en un populismo paternalista, cuya única virtud. Es la confrontación de unos y otros y donde los unos son aquellos que siguen y creen en el líder y los otros, los enemigos, que por tanto, no caben en esa concepción tortuosa de república, que no es república, ideada al más puro estilo decimonónico de la unión soviética, hoy desaparecida, pero emulada por países sometidos a la férula autocrática y despótica de camarillas de sujetos que gobiernan a su antojo y por encima de sus ciudadanos. Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte, Rusia y China.
Son parte de esta cofradía de naciones lideradas, por sátrapas autócratas, que con mano de hierro dominan a sus pueblos. Por no decir esclavizan. Literalmente.
Así entonces, lo que hace unos años era una exageración, hoy con toda claridad se demostró.
López si es un peligro para México. Y cuando digo López, no nada más me refiero al déspota que despacha en palacio, sino a toda la cauda de zánganos y alimañas, que como rémoras lo siguen y que amparados en la absoluta impunidad y corrupción buscan afianzar su permanencia, impulsando un anti sistema, que les permita anidar por siempre, bajo el mito del gobierno de los pobres. Que como gancho usa López y que dice representar y defender ante el embate, de los tiburones oligarcas conservadores y neoliberales, de una casta privilegiada y corrupta a la que hay que extirpar. Y de la cual formamos todos los que nos oponemos. Y que por supuesto somos los enemigos del pueblo bueno, así definido por López. Y que curiosamente es la clase media, acusada de díscola y aspiracionista. Cual pecado capital.
Así entonces llegamos a la fecha histórica y por lo tanto definitoria de qué país queremos.
Si uno de corte populista autocrático o uno de corte liberal democrático y representativo.
Uno que avance al futuro o el otro que nos lleve a un pasado obscuro y dictatorial.
No hay otro camino. Sólo estos dos.
El “fácil”, que López propone y que dice que es feliz, pero en el que abundan la miseria, la pobreza, la enfermedad, la violencia y sobre todo la muerte, la corrupción, el engaño, la mentira y la manipulación y el dolor o el difícil, que promete la reconciliación, el respeto institucional al estado de derecho, el que recupera la confianza y el trabajo, el que privilegie la libertad y la tranquilidad hoy perdida y que ponga por delante los intereses de la nación por encima de los interese mesiánicos de un ególatra y falso aspirante a deidad de barro.
Y si bien López no estará en la boleta. Si lo estará en la concepción de nación fraguada en los turbios fanatismos de la pútrida izquierda, que la titiresca corcholata enarbola y cuyo fin último es reventar nuestro modelo constitucional y de separación de poderes. Como la ha dejado plenamente de manifiesto, con su plan C de segundo piso, que bajo los escombros que deja López, pretende erigir.
Para imponer el ideal de los dictadores. La visión única. La del sátrapa líder.
Este 2 de junio tenemos como ciudadanos responsables una cita con la historia.
El país que conocemos, AÚN. Está en riesgo absoluto.
Si ganan los tiranos. Perdemos todos. Pero si gana la democracia y se mantiene incólume La República. Ganamos todos y habremos de desterrar, de una vez por todas los fantasmas del totalitarismo. Para reconstruir las bases y cimientos de la República, hoy lastimados por la corrupción e impunidad, el capricho, el despilfarro, la complicidad criminal con la delincuencia organizada, el cinismo e hipocresía y por la rampante ineptitud e ineficiencia.
Si alguna oportunidad tenemos los ciudadanos en este momento, de cambiar el rumbo sin derramar lágrimas ni sangre, somos nosotros. Es a nosotros, a los que nos toca redefinir el destino de nación. Ese es el enorme compromiso que tenemos ante la patria y sus instituciones. Ese es el compromiso para que se rompan las cadenas de corrupción, que nos impiden avanzar. Ese es el compromiso para la reconciliación. Es el compromiso de la esperanza, no como mito, sino como realidad.
En una palabra. Es nuestra oportunidad de echar al farsante, egoísta y resentido que nos tiene divididos.
México es uno solo y los mexicanos no podemos ni debemos seguir luchando unos contra otros.
Porque perdemos todos y ganan los miserables y mezquinos, que amparados en la mentira y el engaño, nos destruyen. Y de eso se ha valido López y su claque. Todo este tiempo.
Pongamos un hasta aquí este 2 de junio. Y echemos al tirano de nuestro Palacio y evitemos que el cáncer que representa la Sheinbaum infecte a la nación.
La decisión es nuestra. No la perdamos.
Entre paréntesis; patético el espectáculo que protagoniza la que hasta hace poco era una digna ex candidata a gobernadora del EDOMEX y que por ambición personal, decidió tirar a la basura todo por lo que había trabajado, pues resulta, que de pronto se dio cuenta que su partido el PRI ya no la convencía y no cumplía sus expectativas, después que alcanzó todas las nominaciones a puestos de elección popular, de manera que como quien cambia de calzado, por no decir de calzones, decide apoyar a la Sheinbaum, reconociendo en ella virtudes, antes señalada de defectos corruptores.
Triste y decepcionante, sobre todo para los miles de ciudadanos priistas que creyeron en su proyecto y que la apoyaron hace escasos meses y ver ahora a su candidata, despotricando de ellos, debe ser muy duro, pues al renunciar al partido que le dio todo, no renuncia nada más a una marca. Renuncia a un millón ochocientos mil priistas que votaron por ella y que de lo que acusa a la institución, también lo hace por su militancia.
De ahí entonces que, para esos ciudadanos, tal decisión, no sólo, es decepcionante, sino peor aún. Traicionera y felona.
Pero una vez más el transfugismo y la traición es la peor cara de ciertos “políticos “que además tienen la arrogancia cínica de pensar, que al irse a otro partido, los militantes se irán con ellos.
Vergonzosa actitud de esta mujer. Y todo para cubrir riquezas mal habidas.
Y lo peor para la Sheinbaum. Sólo le abona un voto. El de ella. Pero quizá le resta miles, que ven en su ejemplo lo más deleznable de ciertos políticos aventureros.
Porque el transfugismo no es otra cosa que el resultado de las más bajas ambiciones. Las personales, que van primero y después a cualquier precio, por encima de todos los demás.
Es en síntesis, la descarada y desnuda ambición, sin ápice de ética, ni menos de moral.
Paradoja para quien lleva en su apellido tal definición ética y que ahora arrastra por el fango.
Que feo.
Y lo peor. Cabeceó para el lado del trancazo.
Y si la Sheinbaum esperaba un zambombazo. Quedó en un titiritito. Como decía el ya fallecido Perro Bermúdez.
O, dicho de otra manera. Le salió el tiro por la culata.
Por aquello de que hay sumas, que dividen. Y esta es una de ellas.
Ni hablar. La desesperación no es buena consejera. Y López y la Sheinbaum están con los nervios de punta.
Y eso que va con un millón de puntos de ventaja.
Si como no. Jajaja jajajaja
No lo crees así querido amigo.
PD y los Roy Campos se hincharon de billetes.
El lunes López sabrá la verdad de su popularidad.
Esa que este miserable sujeto le vendió durante cinco años y que decía que sucediera lo que sucediera a López nada le pasaba. Era impermeable a la crítica y a los problemas.
Nada absolutamente. Nada le afectaba y por eso su popularidad era impresionante.
Bueno pues llegó el momento de comprobar lo que esté miserable cuenta cuentos le vendió a López y a su corcholata.
Y con el una veintena de bribones que medraron con el negocio de las encuestas.
Órale llegó el momento de cobrar facturas. No lo crees así estimado amigo.
PD 2 y tampoco se salvan la comentocracia timorata y vergonzante que se arruga frente a López y la Sheinbaum. Los lords molécula del conservadurismo
Sarmiento, Zukermann, y compañía.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político