Por Mouris Salloum George
En México el 68% de las personas en edad adulta reconocieron presentar dificultades en su economía para sus gastos del día a día. Esto lo evidenció un sondeo de la multinacional IPSOS, experta en investigación de mercados.
Esta situación es derivada del alza en el precio de los productos y servicios que son causantes de la inflación, la cual sigue mostrando una tendencia alcista.
Asimismo, el estudio precisó que en México el 36% de los encuestados respondió que actualmente enfrenta dificultades económicas; mientras que un 32% apenas tiene el dinero suficiente para “irla pasando”; y únicamente un 31% de la población afirmó que vive cómodamente con sus ingresos.
Un pequeño balance del sexenio es oportuno, frente a este domingo en que se llevarán a cabo las elecciones más grandes de la historia de México. Se definirán 20 mil puestos de elección popular, siendo el más relevante el de presidente de la república.
Entonces habría que hacer un ejercicio, en materia económica, sin filias ni fobias, de ponderar lo que significó esta administración en cuanto a logros y pendientes. Comenzando por el PIB, el crecimiento anual compuesto ascendió a 0.95%, el más bajo desde Miguel de la Madrid; en tanto el PIB per cápita habría crecido el 0.1%. El aumento ha sido heterogéneo mostrando fuertes vulnerabilidades por sectores y regiones.
En este sexenio se han creado 5.4 millones de empleos formales y se alcanzó la tasa de desempleo más baja en la historia con un nivel de 2.6%, aunque los niveles de informalidad aún se encuentran muy elevados, con el 54.3% de la población económicamente activa en tal condición.
En lo laboral, un acierto de esta administración ha sido la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo, con un acumulado del 102%.
Eso ha generado una inflación de servicios, con un crecimiento del 5% anual compuesto, que se compara de manera negativa con los últimos tres sexenios, lo que ha promediado poco más del 4% anual compuesto. Respecto del manejo de las finanzas públicas, el gobierno ha mantenido la prudencia en el gasto; y logró aumentar los ingresos tributarios en 1.5 puntos del PIB, a través de mayor recaudación de un punto de ISR y de 0.5 puntos del IVA.
A la fecha, la deuda ante el PIB, se mantiene por debajo del 50%, un nivel particularmente cómodo, comparado con otras economías emergentes.
Cabe destacar que en este sexenio la moneda se apreció y hasta la fecha el peso se ha fortalecido 8.7%; aunque esto implica pros y contras.
Al margen de sus logros, ya es difícil creer que el gobierno pueda mejorar sus indicadores en lo que resta del sexenio. Quedan como pendientes para la nueva administración.