• Los maestros michoacanos abandonan la plaza
• Los oaxaqueños bloquean sólo ocho horas la SEP
Varios hechos, ocurridos este martes, invitan a creer que se acerca el final de la toma de la Plaza de La Constitución por maestros oaxaqueños, y sus bases de apoyo, disidentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, aglutinados en la llamada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Primero: El dirigente la CNTE michoacana, Juan José Ortega Madrigal, anunció el cese de las movilizaciones y el retorno a las aulas de “todos los agremiados”. Sin embargo, no serán todos porque permanecerá en el plantón del zócalo una “comisión representativa” de 7 mil maestros “como muestra de que estamos en pie de lucha”.
Segundo: El gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna, informó este martes que aplicará descuentos o suspensiones a los maestros que no acudan a laborar.
Tercero: Unos cinco mil manifestantes, mayoritariamente oaxaqueños, entre maestros y bases de apoyo, tendieron un cerco a la sede de la Secretaría de Educación Pública, como un acto más de presión para que el “diálogo” en la Secretaría de Gobernación lo encabecen el presidente Enrique Peña Nieto, el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, y el de Hacienda, Luis Videgaray. Sin embargo, no duraron más que ocho horas y recibieron la orden de desbloquear el edificio.
Cuarto: La CNTE oaxaqueña anunció su “decisión” de mantenerse en el Zócalo y dijo que analiza dar “un grito popular”, la noche del próximo 15 de septiembre. Rubén Núñez Ginez, secretario general de la Sección 22, dijo confiar en que “las autoridades estén respetando la movilización de los maestros; que el Zócalo lo tomamos la Coordinadora, y está ocupado por los campamentos de los contingentes de la Coordinadora.”
(El líder oaxaqueño anunció que la próxima semana convocará a una huelga nacional en contra de las reformas educativa y energética, pero el anuncio fue hecho ya casi con desgano, luego de que el domingo no le permitieron a su mejor aliado, Andrés Manuel López Obrador, celebrar en el Zócalo su concentración en defensa del petróleo y en contra de la reforma hacendaria y de todo lo que oliera a “mafia del poder”.
Quinto: Y sin mayores sobresaltos, sin presencia de inconformes en los alrededores de Los Pinos, el presidente Enrique Peña Nieto promulgó, en una ceremonia que estuvo avalada hasta por la dirigencia del PRD (Jesús Zambrano), y el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, las leyes del Servicio Profesional Docente y del Instituto Nacional de Evaluación Educativa, así como la modificación de la Ley General de Educación, para completar así la reforma constitucional, la piedra de contradicción y de encabronamiento de los maestros de la CNTE.
El presidente invitó al magisterio a conocer “el contenido real” de la reforma y tener seguridad de que su trabajo está a salvo. “No habrá marcha atrás; al contrario, tenemos que avanzar con mayor celeridad para garantizar el derecho de todos los niños y jóvenes a una educación de mayor calidad”, advirtió Peña Nieto.
Instruyó al secretario Chuayffet a seguir adelante en la instrumentación de la reforma educativa y proveer lo necesario para revisar el modelo educativo en su conjunto, incluyendo planes y programas, así como materiales y métodos educativos. También lo instruyó a comenzar a la brevedad el Plan Integral de Diagnostico, rediseño y fortalecimiento del Sistema de Normales Públicas.
Todo huele pues, hoy, a que se acerca el fin de la fiesta y que, como ocurre siempre que está tomado, el Zócalo quedará libre para que los capitalinos celebren las fiestas de Independencia, ocasión anual en la que todo el mundo se siente muy macho y macha, come pozole y bebe harto Tequila.
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