Rúbrica
Por Aurelio Contreras Moreno
La intolerancia a la crítica es una de las marcas de la casa del morenato, que ahora más ensoberbecido que nunca por su aparente victoria aplastante –plagada de irregularidades que mancharon por completo todo el proceso- del pasado 2 de junio, amaga con tomar venganza en contra de quienes exhibieron sus debilidades y corruptelas.
Este martes circuló un libelo anónimo –pero cuya autoría es conocida ampliamente- en contra de varios medios de comunicación y periodistas a los que se pretendió “exhibir” por criticar el súbito enriquecimiento de la candidata de Morena a la gubernatura Rocío Nahle García, mismo que hasta fue admitido a investigación la semana pasada por la Secretaría de la Función Pública por no haber reportado la ex funcionaria federal el incremento patrimonial de su cónyuge y sus familiares en el periodo que encabezó la Secretaría de Energía.
El pasquín digital de marras señalaba que “periodistas, columnistas, analistas, páginas web, periódicos y medios de comunicación” dejaron de ser “objetivos, atacando, difamando, insultando, agrediendo y denigrando a una mujer que era la candidata de Morena al Gobierno de Veracruz en la persona de Rocío Nahle García” (sic), echando mano nuevamente del discurso de victimización con el que la ex secretaria de Energía ha buscado eludir sus responsabilidades públicas, torciendo para ello el concepto de violencia política de género a fin de manipularlo para evitar ser cuestionada y acallar las críticas. Hasta ahí, podría decirse que era previsible.
Empero, el mensaje que circuló masivamente en correos electrónicos y en grupos de WhatsApp mencionó a medios y periodistas, a los cuales intentó intimidar con una serie de difamaciones y estupideces, acusándolos de cobrar por todos lados en ayuntamientos y partidos –como si fuésemos iguales-, y lo realmente grave, nombrándolos con nombres y apellidos. Una especie de “lista negra”.
“Todos ellos tienen nombre y apellido, se sabe perfectamente quienes son (sic), que dijeron (sic), que publicaron (sic), que inventaron (sic), no hay vuelta de hoja, ojalá les respondan con lo prometido desde las arcas del CDE-PRI, del Ayuntamiento de Veracruz y Boca del Río, será lo único que les quede por hacer para subsistir.
“Por que (sic) en los próximos 6 años no tendrán cabida en ningún rincón de la estructura del Gobierno del Estatal (sic), ni en ninguna secretaría donde busquen un convenio por muy chiquito que sea, el estigma por lo que hicieron los marcará en los próximos años, y desde aquí estaremos muy al pendiente de que no se quieran colar al barco de la 4T y del Gobierno de Rocío Nahle después de lo que hicieron (sic)”. Acto seguido, agregó una larga lista de medios, periodistas y columnistas. Una intimidación a todas luces.
Decíamos al principio que aun cuando nadie firma el bodrio, la autoría es clara: un mercenario digital de nombre Francisco Vicente, quien utilizó para su difusión la cuenta INFO LIBRE (infolibre@mac.hush.com), una de tantas que, cobarde como es, usa desde hace años para golpear, atacar y difamar a quienes sus patrones en turno le ordenan.
Francisco Vicente Rodríguez, (conocido también como “El Chuletas” en el medio veracruzano), trabajó en el Ayuntamiento de Boca del Río en el primer periodo como alcalde de Miguel Ángel Yunes Márquez, quien lo echó por corrupto y por haberle “metido la mano al cajón” de la Coordinación de Comunicación Social municipal.
Resentido, se pasó al bando político contrario y se convirtió en el amanuense a sueldo favorito del entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa, para quien comenzó a hacer la tarea que hasta la fecha le mata el hambre: golpear opositores vía correos electrónicos que envía desde cuentas que no se pueden rastrear.
Tras la caída en desgracia del duartismo, el “Chuletas” salió por piernas de Veracruz y se fue a radicar a la ciudad de Puebla, donde vive con una socia de la línea de autobuses Estrella Roja, que se hace cargo de mantener su casa. Y a él, por supuesto.
En el sexenio de Cuitláhuac García, Francisco Vicente fue primero arropado por el entonces secretario de Gobierno Eric Cisneros Burgos, hasta que amenazó a un periodista suplantando la identidad del funcionario, que en ese momento lo echó a la calle por pendejo. Pero fue rescatado –por quién más sería- por el coordinador de la bancada de Morena en el Congreso de Veracruz, Juan Javier Gómez Cazarín, a quien le ha elaborado gran cantidad de libelos adulándolo hasta arrastrarse por debajo del nivel del mar, mientras ataca a los opositores del régimen en Veracruz.
A ese sujeto le encargaron amedrentar a los medios y periodistas que publicamos –un servidor aparece mencionado en el libelo referido. Voy a preguntar quién cobró lo que dicen que me pagan- la información que surgió en la campaña sobre la fortuna inmobiliaria de los Peña Nahle. Más allá de los infundios y los señalamientos ridículos, se trata de una advertencia –o amenaza, en realidad-, sobre lo que será el gobierno que la oriunda de Zacatecas encabezaría a partir del 1 de diciembre próximo: un persecutor de periodistas.
Aquí los esperamos.
Email: aureliocontreras@gmail.com
X: @yeyocontreras