SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
Durante la precampaña y la campaña electoral se les vio casi a diario, recorriendo las calles, visitando las comunidades y colonias de los municipios de su distrito, en busca del reconocimiento y del voto. Anduvieron muy activos y lograron su objetivo. Así ganaron las elecciones los candidatos a diputado federal y local. En el caso de Coatzacoalcos ganaron los candidatos de Morena. Los diputados locales de Coatzacoalcos serán: Roberto Ramos Alor para la diputación federal, Miguel Pintos Guillén para la diputación local urbana e Ingrid Jeny Calderón Domínguez para la diputación local rural. Sudaron la gota gorda para ganarse la confianza de la gente.
Sin olvidar que ganaron por la marca que los patrocinó, es decir Morena, el partido gobernante, lograron convencer al electorado por su carisma y sus propuestas de campaña. Les dieron su voto de confianza.
LLEGARON POR EL VOTO Y NO REGRESARON
Sin embargo, como suele suceder durante las campañas electorales los candidatos prometen estar cerca de la gente, escuchar sus necesidades y trabajar de manera incansable, para mejorar sus condiciones de vida. Pero, una vez que llegan al poder, una vez que se sientan en la curul, muchos diputados parecen olvidar dichas promesas.
Las razones son distintas y pueden variar; van desde la carga de trabajo ya sea en la Ciudad de México o en Xalapa, o la falta de incentivos para mantener un contacto cercano con los electores, quienes sienten que sus necesidades no son escuchadas, puesto que no son atendidas. De manera que van sembrando entre la gente un sentimiento de abandono y desilusión.
La desconexión entre los diputados y sus distritos es un fenómeno muy complejo, que tiene muchas razones, que impiden que los diputados mantengan un contacto directo y constante con la ciudadanía que los eligió.
Una de las razones más comunes es la fuerte carga de trabajo que los diputados enfrentan en las cámaras, porque los legisladores tienen que asistir a las sesiones plenarias, participar en comisiones y atender diversas responsabilidades legislativas, por lo que les queda poco tiempo para visitar sus distritos, especialmente si estos se encuentran muy alejados. Pero lo más común es que los diputados se sienten tan seguros en sus posiciones, que no tienen necesidad de cultivar la relación con los electores de su distrito hasta que vuelvan a competir por el cargo.
La mayoría de los diputados ven sus cargos como un peldaño en su carrera política y aspiran a posiciones más altas a nivel estatal o nacional, y muchos usan la investidura para convertirse en alcaldes de su municipio y tener acceso al presupuesto. Esta ambición los lleva a enfocarse más en su imagen y a cultivar conexiones en la Ciudad de México o en la capital del estado, olvidándose de atender las necesidades de sus distritos.
Al principio los diputados sí regresan a sus distritos, principalmente a las cabeceras distritales, pero como viajar de manera regular les resulta costoso y complicado, dejan de hacerlo, sobre todo cuando están en áreas rurales o remotas, y mantener una oficina de gestión y personal en los distritos requiere de un presupuesto que les resulta oneroso.
En algunos casos no sienten un compromiso tan estrecho con sus distritos y ven su rol más como una función administrativa que como una misión de representación directa o de gestión.
OFRECEN MÁS DE LA CUENTA
Por otro lado, los diputados durante la campaña, para convencer a la gente, se atrevieron a hacer promesas que están fuera de su alcance y de sus facultades, que no podrán cumplir y optan por no dar la cara a la población que les exige resultados. Los problemas que enfrentan los distritos con frecuencia son muy complejos y requieren soluciones de largo plazo, por lo que los diputados pueden sentirse desalentados al enfrentar problemas que no pueden resolver y prefieran evitar el contacto frecuente con los electores que les presionan exigiendo soluciones inmediatas.
Al rendir protesta los diputados tienen un gran compromiso con la ciudadanía y deben dar la cara siempre, no conformarse con enviar boletines a los medios o con aparecer en las redes sociales, porque esto no sustituye a la relación cara a cara con la gente que creyó en ellos y que espera que les cumplan y les ayuden a resolver los problemas de su comunidad.
Es indispensable que los legisladores mantengan un vínculo con sus electores, con quienes los llevaron a las cámaras, para garantizar que las políticas públicas reflejen las necesidades y aspiraciones de la población. Solamente a través de un compromiso constante con las comunidades, los diputados podrán conservar la confianza de los ciudadanos y fortalecer el sistema democrático.
De manera que los diputados tienen que tomar en cuenta que no nada más fueron elegidos para implementar cambios en las leyes y reglamentos, sino que también deben mantener la presencia en sus distritos, para hacer esa labor de gestión que es tan importante y que prometieron cumplir en campaña. Esto lo deberán de tener muy claro los diputados del distrito de Coatzacoalcos: Roberto Ramos Alor, Miguel Pintos Guillén e Ingrid Jeny Calderón Domínguez.