La Espinita
Andy S. K. Brown
- GN: “Huya, huya, ¡la patrulla!”
- La hora de los cuchillos largos
- Agua envenenada en la GAM
Luego de ver la actuación de elementos de la Guardia Nacional en León, Guanajuato, donde los criminales masacraron a cuatro mujeres y a dos bebés, la confianza en la corporación policiaco-militar creatura de la 4T provoca gritar, como desde siempre, “huya, huya, ¡la patrulla!”.
No fue ese un caso aislado. Por las redes corren videos de los abusos, los chantajes y otras masacres perpetradas por quienes portan el uniforme gris.
La colusión de algunos de los elementos de la GN con los criminales también ha sido ampliamente documentada.
Por eso provoca pavor entre los habitantes de las zonas en conflicto que el gobierno federal anuncie el envío de guardias nacionales con el aparente objetivo de pacificar esas regiones.
Ayer mismo, López Obrador anunció que al maltratado Acapulco llegarán 10 mil elementos para, en apariencia, hacer frente a los delincuentes mejor organizados y, por lo tanto, nunca aprehendidos.
Previo al anuncio, los jefes de esos guardianes ¿ya se habrán “arreglado” con aquellos a quienes presuntamente van a combatir o, cuando menos a neutralizar?
A los acapulqueños no resta sino decirles, otra vez, “huya, huya, ¡la patrulla!”
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López Obrador no quiere dejar el poder sin antes cobrar venganza de lo que él cree son agravios a su persona y, claro, a su investidura.
Vienen meses de cuchillos largos, como los que ya le están clavando al ex rector de la UNAM, Enrique Graue, por una supuesta omisión en el pago de sus impuestos por 308 mil 135 pesos, por concepto de impuesto sobre la renta correspondiente a 2018.
La acusación por defraudación fiscal que le enderezó la Procuraduría Fiscal de la Federación ante la FGR no es producto de una auditoría, sino de una denuncia anónima.
Y a todo esto, ¿cuál habría sido el agravio a AMLO?
Pues la férrea defensa de la autonomía universitaria, cuando el presidente y sus esbirros quisieron meter las manos en la sucesión del propio Graue al frente de la rectoría.
Las vendettas de la mafia de la 4T apenas inician.
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Primero fue en la alcaldía Benito Juárez. Los vecinos denunciaron un fuerte olor a combustibles en el agua que les provee el gobierno de Ciudad de México, a través de la descentralizada SACMEX.
Pasaron semanas y más semanas y el problema persistía, mientras las llamadas autoridades se hacían pelotas brindando declaraciones contradictorias.
Vaya, en plena campaña electoral llegaron al limite de acusar de sabotaje a las autoridades políticas de la delegación, opositora a las de la capital nacional.
El problema se diluyó. Como el agua.
Ahora se presenta en la morenista alcaldía Gustavo A. Madero, en el norte de la ciudad y en los linderos de Nezahualcóyotl, en el Estado de México.
Agua potable y drenajes despiden fuerte olor a combustibles. Y ya provocan malestares físicos a los colonos de Cuchilla del Tesoro.
¿Otro sabotaje? ¿A manos de los propios morenistas?
@AndySKBrown1