homopolíticus
pavesoberanes
Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo.
Elie Wiesel
El primer lugar en todo lo malo —corrupción, violencia, inseguridad, frivolidad, nepotismo— y último lugar en todo lo bueno —honestidad, compromiso, responsabilidad, solidaridad, cumplimiento—, gastó miles de millones de pesos en imagen pública, comunicación y propaganda, y Morelos y el país lo mantienen reprobado.
Por eso no fue candidato a alcalde ni jefe de Gobierno de la Ciudad de México, porque sus negativos, frente a sus positivos, encendieron las alarmas: 88 por ciento contra 12, en ese orden.
«Con sólo 30 espectaculares estratégicamente distribuidos por la oposición en la Ciudad [de México] con su rostro, y detrás suyo el estado de Morelos en ruinas e incendiado, con miles de cuerpos y cruces, MORENA no gana ni él aporta votos a la causa nacional», dice un semáforo prospectivo contra la imagen pública del gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, en color rojo de alto total, fechado en febrero último.
«Se sugiere no enviarlo a campaña ni acompañar a candidatos», en alusión a la candidata a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, y a la candidata a jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada. Es creíble que al señor Blanco se le dieron instrucciones de no aparecer ni como gobernador —la urgencia era su separación, al precio que fuera— ni como candidato. Ese 12 por ciento es el barrio que adora ídolos, sean boxeadores, luchadores, futbolistas, delincuentes e imágenes como la santa muerte, que no vota —Cuauhtémoc sólo ha votado cuatro veces: por él en 2015 y 2018, en 2021 y 2024.
Como siempre, no entendió nada. A su regreso, dijo que gracias a él MORENA ganó las votaciones. Subordinados suyos que volaron a Estados Unidos en busca de casa, pretenden una plaza laboral en el gobierno entrante, aún con la etiqueta de corruptos e incompetentes.
Es el orgullo de Tepito —«Soy de Tlatilco», le dijo al Escorpión Dorado tratando de sacudirse la mala fama— el mandatario peor calificado de México por sexto año consecutivo, Poll of Polls, y el peor de la historia de Morelos con seis mil 023 personas asesinadas hasta ayer, cinco mil 188 personas desaparecidas en los últimos 30 meses y 64 feminicidios en el primer semestre de 2024.
Para aumentar los numerales que dan escalofríos: en las morgues de Cuernavaca, Cuautla y Jojutla, al menos hay 200 cuerpos sin identificar, todos asesinados con arma de fuego. El Desayuno de Seguridad de cada jueves sigue siendo una burla y un acto de propaganda gubernamental tan ridículo como divertido. Una veintena de asesinatos se han sucedido las 24 horas últimas, se informó ayer en el parte de novedades que datan de hace seis años —«Es lo mismo que está pasando en todo el país», pretextó—.
Las medallas obtenidas en juegos deportivos y los jóvenes egresados de escuelas públicas, así como las obritas federales hechas pasar como propias, se encontraron con una crisis de confianza e credibilidad temprana que, una realidad aplastante, ni los miles de millones de pesos gastados y una pésima gestión política-gubernativa-comunicacional, pudo ocultar: el Morelos de Cuauhtémoc Blanco es un estado funerario. Y todavía faltan tres meses…
letraschiquitas
El encuentro de Juliana García Quintanilla y José Martínez Cruz, de la Comisión Independiente de Derechos Humanos, con la ganadora del 2J, Margarita González Saravia, tiene una lectura política de respeto a los Derechos Humanos y a la igualdad, pero sobre todo, de reconocimiento a las mal llamadas minorías que hacen mayorías y que luchan por una vida libre de violencia y contra la discriminación de los pueblos indígenas***. El segundo paquete del gabinete presidencial a partir del uno de octubre, fue presentado por la presidenta electa Claudia Sheinbaum, y lo integran expertos en cada una de las materias, como Luz Elena González [Energía], David Kershenobich [Salud], Raquel Buenrostro [Función Pública] y Jesús Antonio Esteva [Infraestructura], así como Edna Elena Vega [Sedatu]***. La Secretaría de Infraestructura, a cargo de Esteva Medina, supone que los hombres verde olivo ya no harán trabajos de albañilería, mientras que Kershenobich Stalnikowitz declaró que no se trata de ser Dinamarca en atención hospitalaria, sino «tener un servicio de calidad». No le vayan a decir al inquilino de Palacio de Gobierno.