-Victor Roccas.
Poco a poco aquellos jilgueros de la oposición se van diluyendo, muchos están regresando al redil gracias al arreo del nuevo capataz, o como ahora se estila para mostrar sumisión supina, la nueva “capataza”.
Y es realmente de grima atestiguar como personajes intelectuales, columnistas, periodistas, polítiquillos sobre todo, individuos destacados y conocedores de la vida política y pública de este triste México luego de haber ostentado la supuesta bandera de la oposición al régimen hoy agachan la cabeza, se esconden, miran hacia el suelo y con voz suave musitan su rendición ante su nueva “presidenta” (sic).
Las afamadas voces conocedoras y bien informadas de nuestro país bananero que durante los recientes últimos años se dedicaron a verter criticas constantes que en muchísimas ocaciones fueron totalmente fundamentadas en contra del gobierno de AMLO.
Aquellos que aceptan equivocaron su apoyo a la candidatura y promoción del voto a favor de la elección del Peje en su momento y en algunos casos tanto fue su apoyo que incluso les mereció ser invitados ocasionales a desayunar con el tabasqueño y degustar deliciosos tamales.
Algunos de esos adalides de la comunicación y furibundos promotores del voto, del sufragio y decididos defensores de las encuestas que daban como ganadora a la hoy senadora Xochitl Galvez quien sólo jugo el papel de invitada de palo, hoy han bajado la guardia y exigen-rogando (oximoron contundente) a “la presidenta” (sic) Sheinbaum que por favor no repita los excesos de ese mismo mandato que le ha puesto e impuesto a la cabeza del poder en este país bananero.
Hasta aquí no es de extrañar, la gran mayoría de intelectos, críticos y personajes que tienen y han tenido la facultad y posibilidad al develar las realidades de la política, la democracia, el sufragio, el capitalismo, el socialismo, el comunismo, la partidocracia, la política, la corrupción, etc, se han decantado por colaborar con esos excesos en cada administración ocultando o sesgando la información y participando de los privilegios que callar les reditúa, por que en el fondo no importa la ideología política, lo que realmente importa es como servir a y servirse de los intereses del poder ya sea escenificando una oposición o blindando al poder con saliva y tinta.
Personajes mercenarios tantos que se pierden en las decenas de miles de publicaciones que día a día, semanalmente, mensualmente u ocasionalmente son distribuidas a través de medios de comunicación electrónica por la red.
Pero insisto la gran mayoría de los intelectos que subieron a interpretar su guión de oposición a la pista circense de AMLO no solo han bajado la guardia en una supuesta ahora “civilizada impugnación de la elección” o en un falso “acto de conciliación social”, así es estimado lector esos mismos que azuzaron a millones para acudir a votar en una lucha férrea por la libertad, libertad que ellos mismos son incapaces de concebir pues son y serán siempre esclavos sumisos y serviles al poder en turno, pero que ahora toca escenificar como un acto de “epifanía que ha llegado a la contrición”, así comienzan a desprenderse tímidamente de su ajuar de caballero capitalista andante, desmontan de su brioso y democrático corcel rosa abanderado con listones azules, amarillos, rojos, blancos y verdes, descubren su armadura empresarial y le muestran la vulnerabilidad de su culo pelado en señal de mansedumbre y obediencia para que la ahora “Presidenta” les clave el “bastón de mando” heredado por el omnipresente.
Como sí muchos de estos caballeros siendo tenedores de información, no pocas veces privilegiada, desconocieran que son los grandes entes financieros y sus intereses privados quienes realmente dominan todo proceso político aquí en México y que ellos mismos son auto-empleados de ese burdel llamado capitalismo salvaje disfrazado de socialdemocracia.
Periodistas, comunicadores y politiquillos que hasta el final exaltaban los corifeos de muchos otros miembros selectos de la oposición-comparsa (oximoron merecido) en arengas de ¡Resistencia, resistencia!, cual berrinche estilo Fernández Noroña, luego de haber ensayado por centésima vez su derrota en una elección totalmente desigual, fraudulenta e ilegal, y en la cual aceptaron actuar sabedores de que ganarían-perdiendo (oximoron calculado) y por lo cual ahora deben regresar como el perro con la cola entre la patas para que la nueva “Dueña” del garito no les cierre la puerta de la entrada por trasnochados, igual que Fernández Noroña después de su berrinche.
Y es que no hay justificación concebible para el libre pensador que advierte el más mínimo acto de sometimiento, como la simplemente deplorable deformación de la gramática por parte de un periodista, columnista, comunicador o intelecto cultivado y destacado aceptando llamar a ¡una presidente! “presidenta”, hoy el estigma de un acto infame de lambisconería a sacrificio de un principio y regla tan básico como la que rige y norma la lengua española, tanto que sin rubor y con abyección institucional colocan como adjetivo correcto al pie del nombre de Claudia Sheinbaum Pardo en todo escenario “¡PRESIDENTA!” haciendo gala de como tratar a los millones de ignorantes y pendejos que conforman la mayoría y qué creen que por ser ellos unos domadores de pendejos todos los que no lo somos estamos obligados a aceptar su dominio.
Es entonces cuando esos adalides de la libertad y la consciencia como Ruiz Healy, López Dóriga, Ciro Gómez Leyva, etc, han iniciado su próximo periodo de “comemierdas”, lavándose la cara de la mierda del Peje para seguir tragando mierda pero ahora de su señora, de su ama, de aquella a quien, como a Catalina la grande, era menester culiempinarse hasta la abominación y la indignidad para sobrevivir en la corte, la diferencia es que su ¡Presidenta!, no es Catalina la Grande por más beneficio de la duda que se le quiera dispensar, por más que se le quieran poner de tapete o reptar ante ella, por más que quieran ocultar su lambisconería bajo un disfraz de esperanza, fe y concordia patria, por más loas que desde el púlpito del Macuspano se le dispense a la “primera mujer gobernante”¿O tendrán que aceptar también llamarle “gobernanta” o “dirigenta” de ahora en más?, ni por más títulos académicos que como pedigree de nobleza rancia y sangre azul quieran abonarle y celebrarle a la nueva “representanta” del poder ejecutivo…
Seguro que habrá quienes ya le han construido un nicho a la imagen de la “Presidenta”, como Lord Molécula y Co. en sus oficinas, hogares y hasta escapularios al cuello, cual correas de perro, ahora la restante minoría de polítiquillos, dirigentes, intelectuales y comunicadores que escenificaron una farsa llamada oposición están también listos y raudos para aclamar a su nueva emperatriz ¿O “emperadora”?, para rezarle a su flamante y más reciente deidad, a su nuevo ídolo ¿O será “ídola”? arrodillados.
Algunos dirán que es por reconciliación, otros por respeto a la investidura presidencial, algunos por respeto a la mujer, otros por la cuota de género, unas por orgullo feminista, los más por desvergüenza masculina, muchos por un conveniente beneficio de la duda, pero al final todos han iniciado su danza de zalamería renunciando primero a los más elementales principios gramaticales que han servido para enaltecer al idioma español, seguido del evidente quebranto a la razón de toda República que es opuesta a la alabanza al poder absoluto de una, ahora si, persona todopoderosa como Claudia Sheinbaum que no es más “Presidenta” que servidora pública.
Pues al final estimado lector ¿cómo carajos vamos a tener un criterio de libertad o exigencia de justicia si de antemano nos postramos ante cualquiera que la mayoría sublima, glorifica cual divinidad exenta de pecado, exonerándole de normas tan básicas pero importantes como las del lenguaje que todos los mortales deberíamos atesorar pues son la base de la comunicación, la razón, el pensamiento, la consciencia y la información. Por vía de mientras será mejor ya no mencionar ni la Linea 12, ni el colegio Rebsamen ni la candidatura anticipada ni el nuevo maridaje con el narco, pues este es un nuevo amanecer para un México con esperanzas y un sólo objetivo, el pueblo… Manga de ojetes.
No, atribulado lector, estamos muy pero muy jodidos cuando la intelectualidad claudica a ser garante de la razón y termina lamiendo las suelas del poder totalitario mitificado en el ahora rimbombante “Presidenta” para adular y tragar la mierda que ese poder les obligará nuevamente a zamparse ¡Y luego se ofenden cuando escribo que son unos pendejos absolutos!
Bien harían esos que gritaban a pulmón batiente “¡Defendamos la República!” antes de su derrota electoral y ¡Resistencia, resistencia!” después, resistirse al menos a llamarle “¡Presidenta!” como un principio emancipatorio, como acto de dignidad propia y de mínima ilustración, como pensadores libres, como ciudadanos soberanos y como miembros de una república.
Y agradezcamos que la siempre “militanta” de Morena y hoy “relucienta” “presidenta” Claudia Sheinbaum no practica el canto pues le ovacionarían de pie por ser una maravillosa “cantanta”, ni se haya embarcado aventurándose allende los mares pues sería admirada como una extraordinaria y “valienta” “naveganta”… Lo que si deben agradecer los lameculos del poder es que Claudia será “garanta” de sus privilegios a cambio de permitir ser nuevamente sodomizados.
-V.Roccas.