Día Hábil
Se cumplieron seis años de que Andrés Manuel López Obrador ganó la elección presidencial y un mes del de su sucesora, discípula y cómplice, Claudia Sheinbaum Pardo.
¿En realidad hay algo que celebrar, como la ex jefa de gobierno de la CDMX –qué extraño, ¿verdad?- asegura, al grado de que hasta plantea una consulta, de esas que les encanta hacer y que nadie conoce, para decidir el nombre que le pondrán al 1 de julio, para celebrarlo cada año y hace tres propuestas, todas ridículas:
-El día de la Revolución de las conciencias.
-El día del triunfo del pueblo.
-El día de la verdadera democracia.
En 2018, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido que inventó y administra el tabasqueño, gobernaba 3 estados y la CDMX, además de, por supuesto, ganar la presidencia.
Hoy, seis años después, tiene 22 gobiernos estatales, la capital del país y, de nuevo, la presidencia.
¿Acaso es un gran trabajo o un gran gobierno el de López Obrador?
No.
Hay una respuesta clara y contundente:
Deuda de 2.3 billones de pesos de deuda -2.3 millones de millones-, de los que sólo este año – curiosamente el de la elección presidencial- 922 mil millones de pesos fueron aprobados por la Cámara de Diputados, donde Morena es mayoría, para poder cubrir todos los apoyos, los programas sociales, porque significan votos.
Sí, 35 millones de votos.
Y es muy fácil: 30 millones de mexicanos reciben algún tipo de ayuda.
Esa es la clientela.
Acaso no hayan votado los 30 millones por motivos varios, pero si a la base, al voto duro, a los fieles de toda la vida, que rondaban los 16 millones hasta 2018, se suma sólo la mitad de esos 30 millones de beneficiarios del dinero público, de los recursos que deben aplicarse en obra y en servicios, la suma da fácilmente los votos que obtuvo Sheinbaum Pardo, con una pequeña diferencia que bien puede obtenerse de mexicanos convencidos o de acarreados y forzados.
Su discípula y cómplice encabezó un festejo ayer en Los Pinos.
¿Y la oposición?
Adormilada, desarticulada, aún sin salir del shock.
No se ha recuperado todavía de la paliza que Morena y rémoras –PT y Verde- le propinaron el 2 de junio.
Y mientras continúe así la coalición ordenada por López Obrador, haciendo lo que sea por mantener el poder, será muy difícil que regrese.
NO PINTARÁ SU RAYA
Sheinbaum Pardo confirmó lo evidente: que no pintará su raya con López Obrador, como le solicitan diversos sectores, “porque sería como abandonar al pueblo”.
El tabasqueño se irá a La Chingada, su rancho heredado en Palenque, Chiapas, y lo hará sin Beatriz Gutiérrez, porque la relación ya está desgastada.
EN TABASCO
¡Qué suerte la de José Ramiro Lopez Obrador, secretario de gobierno, y Julián Enrique Romero Oropeza, hermano de Octavio Romero Oropeza, director de Petróleos Mexicanos (Pemex) aparecen en el gabinete del próximo gobernador de Tabasco, Javier May.
Por supuesto, si hubiese sucedido en un gobierno del PRI, del PAN o del PRD –integrantes de la coalición Fuerza y Corazón por México- los tecleadores a sueldo de Morena y Lópexz ya habrían exigido casi, casi, su destierro.
Se llama nepotismo.
Vámonos: Alerta en Quintana Roo, Yucatán y Campeche por el huracán Beryl. Podría golpear y, luego, a Tabasco y Tamaulipas, pasando por Veracruz.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex