Segunda parte.
-Victor Roccas.
Información; la palabra tiene su origen en el latín “informatio” y significa acción o efecto de dar una imagen.
In = hacia adentro, forma = figura, imagen, ción = acción, efecto.
Como usted querido lector advirtió en la primera parte de este artículo, que también se ha publicado para su consideración, la información hoy día es francamente apabullante en cantidad pero no así en calidad.
Y todo lo descrito antes lo podemos concentrar en las redes sociales en donde existe demasiada información basura, vulgar, intrascendente por demás inservible para el desarrollo intelectivo y por tanto para el pensamiento que debería forjar una consciencia propia y posterior consciencia social, pero muy efectivo para el embrutecimiento de miles de millones.
Pero además de todo lo nefasta que pueda ser esa información, existe como información fragmentada, manipulada, verdades a medias y mentiras contundentes.
A todo esto se debe añadir que toda esta información es controlada mediante algo llamado “algoritmo”, un conjunto de directivas a nivel programación que da prioridad y censura a partir de ciertos parámetros que por supuesto se deciden por una empresa y con ello se quebranta de origen lo que debería ser libertad de comunicación pues hay un condicionamiento de comercialización y plusvalía de capital privado.
De esa forma cualquier información sea real o no termina por ser filtrada o peor aún censurada y todo aquel que participa, a buscado información o ha publicado en redes sociales lo entiende en cierto grado y lamentablemente es obligado a aceptarlo, incluso motivado a distribuir y generar información basura que finalmente aumenta el capital financiero de empresas líderes de comunicación en la red.
Por tanto lo que en principio se ponderó como la panacea de la libertad de información y acceso para todos terminó siendo controlada en calidad y cualidad por aquellos que han hecho de las redes de información sistemas mercantiles de manipulación social y por miles de millones de usuarios que participan de la autólisis de las neuronas.
En ese tenor intentar rescatar información útil, real, libre de dogmas, de deformaciones ideológicas, de intereses mercantiles, de manipulación y propaganda desde la institucionalidad en el poder, etc, es una tarea aún mas complicada que haber consultado el Corán en Madrid durante la Inquisición Española.
Demasiada información que algunos podrían considerar como “desinformación” pero que realmente es información desvirtuada, modificada para desarrollar la pereza del intelecto, información que no requiere el menor esfuerzo para el pensamiento retrayendo la razón a la imitación, la consciencia a la costumbre, la voluntad a la indolencia que es exactamente lo que se busca para controlar a grandes colectivos incluso poblaciones completas.
Entonces, prácticamente toda la información disponible esta dispuesta de tal manera que el pensamiento propio es innecesario, es información que ya incluye una pre-valoración, una ideología impuesta bajo un argumento, lema o frase, una total superficialidad argumentativa y por tanto reflexionarla es un despropósito como por ejemplo su expresión más infame; el famoso “hastag” cuya característica principal es la ridícula simpleza que esconde una profunda carga ideológica y propagandística que prácticamente ciñe a la mayoría a la histeria colectiva en unas pocas letras, una arenga vulgar pero efectiva y cómoda ya que pocos cuestionan su real contenido, origen y consecuencias, tan solo siguen la zanahoria.
La cantidad de personas en el mundo que participan en las redes sociales mensualmente es asombrosa como por ejemplo Facebook con más de 3,000 millones, Instagram con 2,000 millones o Youtube con 2,500 millones, TicTok 1,500 millones, X ,antes Twiter, 600 millones, un total de ¡9,600 millones de usuarios! ( cuando la población mundial no ha alcanzado aún los 8 mil millones de habitantes, lo cual indica que miles de millones son usuarios de varias plataformas, con diversas identidades o son “bots”) y cada persona participante de las redes sociales es rehén de información tan absurda que ha terminado embruteciendo el intelecto, personas que terminan entregando buena parte de su tiempo involuntariamente para ser re-educados y re-confirmados en la intrascendencia, la autocomplacencia, la hipersexualización, el libertinaje, la envidia, la ambición, la violencia, la frustración, la fe, la esperanza y la evasión de la realidad, el individualismo narcisista, pero sobre todo en el consumo desenfrenado, la ignorancia, la inconsciencia, el miedo, e insisto en el desuso del pensamiento crítico y libre.
Por todo lo anterior debemos aceptar que estamos bajo uno de los más grandes y eficientes procesos de control demográfico ideológico de la historia de la humanidad, proceso que palidece ante la manipulación de la doctrina católica o de otras doctrinas ideológicas basadas en la extinción del pensamiento propio en beneficio del sistema de mercado que controla absolutamente toda la información desplegada hoy en la red cibernética a cambio de control desde el poder financiero. La existencia de atajos o alternativas a semejante control privado son insuficientes si no casi inexistentes para el 99% de las personas pues igualmente se han convertido en la fuente de información privilegiada que por real termina como un activo de valor financiero en el mercado al mejor postor.
Las soluciones administrativas, jurídicas o normativas son infantiles e inocentes pues son justamente los estados secuestrados por los intereses privados los que utilizan el servicio de la información manipulada beneficiándose de la ignorancia creciente de la población, sobre todo de la población más joven.
Recién tuvimos una muestra de lo que aquí describo, las elecciones pasadas fueron las más concurridas de la historia en México, las redes estuvieron rebosantes de odio, infamia y mentiras, la mayoría (personas) mostró su característica principal; la total falta de conocimiento y consciencia en un acto multitudinario de pasiones desbordadas e ignorancia del significado de la política convencidos de las “virtudes” del llamado sufragio democrático.
Y por supuesto lo que sobró fue, como lo he expresado sobradamente, la insistencia para acudir a votar que resultó ser el convite para que el ganado acudiera voluntariamente al festín de lobos.
Las redes impusieron su característica manipulación, solo en México en el presente 2024 se registran por mes 92 millones de participantes en Facebook, 83 millones en YouTube, 74 millones en TikTok, 58 millones en Messenger, 45 millones en Instagram, 18 millones en X, etc, ¡Un total de 370 millones de participantes mensuales! Qué en este país han sido activas víctimas indolentes del control de la información y manipulación ideológica.
Ya no hay punto de retorno, no existe manera de aliviar ni al menos un poco esta pandemia de ignorancia dispensada por el exceso de mala información, información sesgada, información desvirtuada o el mercado de la información. Algunos lo advirtieron antes, otros estamos dando cuenta de ello, otros lo descubrirán algún día pero en conjunto representaremos un ínfimo número de personas en comparación de los miles de millones que no ocupan o ya no saben ocupar su pensamiento pues ni al menos es propio como tampoco su voluntad que al ser entregada les convierte en títeres del sistema de la ignorancia, la comodidad de la indolencia, la evasión de la realidad y el consumo que terminará por extinguirnos como humanidad, y será lo mejor.
-V.Roccas.