El líder minero Napoleón Gómez Urrutia se está convirtiendo en un dolor de cabeza para la Cuarta Transformación (4T). A pocos días de que finalice el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador y comience el de la Presidenta Electa, Claudia Sheinbaum Pardo, surge un conflicto laboral en la mina ArcelorMittal en Michoacán del que Gómez Urrutia es directamente responsable.
Y es que los problemas, controversias y hasta corrupción en esa mina no son nuevos. Desde 2021, Latinus documentó cómo AGC Trading, empresa propiedad del hijo del senador Gómez Urrutia, recibió pagos por 8 millones de pesos de ArcelorMittal.
Los depósitos realizados por ArcelorMittal México y ArcelorMittal Las Truchas beneficiaron en su momento a la empresa de Alejandro Gómez Casso de manera ininterrumpida desde 2014, según 55 comprobantes emitidos por AGC Trading. Es menester mencionar que esta relación económica contraviene el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por México, que rechaza la injerencia económica de los empleadores en los sindicatos.
Durante este tiempo, Gómez Urrutia fungió como parte de la Comisión de Minería en el Senado y dirigió el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, que agrupa a miles de trabajadores de ArcelorMittal.
Sin embargo, en los últimos meses el polémico senador -también acusado de desviar 55 millones de dólares del sindicato minero-, ha perdido el control de los empleados de la mina en Michoacán, específicamente en la sección 271, a manos de Mario García, un líder disidente. Esta sección es la más importante del sindicato y la que más contribuye económicamente a la organización.
La huelga en esta sección ha detenido la producción de más de 300 mil toneladas de acero de la mina michoacana. Gómez Urrutia suspendió los derechos sindicales de García en 2019, pero García los recuperó recientemente y organizó una huelga debido a un bajo reparto de utilidades, al margen del Comité Nacional del sindicato.
Además, ha trascendido que Gómez Urrutia tiene dificultades para acercarse al entorno de Claudia Sheinbaum. En las últimas semanas, varios medios han reportado que está buscando un encuentro con la futura presidenta, pero ha sido rechazado.
Esta situación coloca a “Napo” en una posición desfavorable tanto con López Obrador (quien fuera en algún momento su protector) como con Sheinbaum, pasando de ser un aliado, a un obstáculo para la construcción del “segundo piso” de la 4T que la presidenta electa pretende concretar.