Ricardo Del Muro / Austral
Las cárceles de Chiapas están sobrepobladas, ya que el año pasado tenían una población de 5 mil 438 internos, mientras que su capacidad es de 4 mil 610, y aunque la mayoría cubren las mínimas condiciones de seguridad y estancia digna, el Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados (Cereso) número 5 de San Cristóbal de las Casas y el número 15 de Copainalá están entre los peores del país.
Durante el año pasado en Chiapas ingresaron 2 mil 746 personas a los centros penitenciarios, de las cuales 2 mil 562 son hombres y 184 mujeres, mientras que egresaron 2 mil 280, siendo 2 mil 86 hombres y 194 mujeres, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al dar a conocer los resultados de los Censos Nacionales de Sistemas Penitenciarios 2023, que arrojaron datos sobre un importante incremento de la población carcelaria en comparación con 2022.
Chiapas cuenta con 17 centros penitenciarios y especializados. Uno es federal y 14 son estatales, dos son centros especializados. En 2023 ejercieron un presupuesto de 567 millones de pesos en 2023 y se reportó una capacidad instalada de 229 mil 32 espacios para las personas privadas de la libertad. En la entidad hay 5 mil 011 camas útiles en los 17 espacios, lo que significa una tasa de ocupación de 109.2 puntos.
De acuerdo con el Cuaderno Mensual de Información Estadística Penitenciaria Nacional de diciembre de 2023, hay 15 centros penitenciarios de Chiapas que tienen una capacidad para 4 mil 610 personas, pero la población asciende a 5 mil 438 internos.
El Censo Nacional de los Sistemas Penitenciarios Federal y Estatal (CNSIPEEF) del Inegi detalló detalló que en promedio, 37.3% de las personas privadas de la libertad no están sentenciadas; para las mujeres este porcentaje fue de 46.9% y para los hombres, de 36.7 por ciento.
Del total de la población privada de la libertad sin sentencia, 44.3% se encontró en prisión preventiva oficiosa; 32.5% en prisión preventiva justificada; 3.5% en otro supuesto jurídico y para 19.7% no se identificó el tipo de estatus jurídico.
En el caso de Chiapas, el Inegi detalló que el 61.8% de la población privada de su libertad se encuentra en prisión preventiva oficiosa, 20.1% en prisión preventiva justificada y 18.2% en otro supuesto jurídico.
Al cierre de 2023, había 8 mil 175 (3.5%) personas privadas de libertad que pertencían a algún pueblo indígena. Se reportó que las personas hablantes del náhuatl concentraron 18.8%. Los pueblos indígenas de Chiapas que concentran los mayores porcentajes de personas privadas de su libertad son Tseltal (6.5%), Tsotsil (4%) y Chol (3%).
De acuerdo al Diagnóstico de la Situación Penitenciaria de 2023, realizada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en Chiapas hay cuatro Ceresos (San Cristóbal, Catazajá, Ocosingo y Copainlá) que no cumplen con los mínimos de seguridad, estancia digna, gobernabilidad y reinserción social de las personas privadas de la libertad.
Los casos extremos el Cereso número 5 de San Cristóbal de las Casas y el número 15 de Copainalá, que tuvieron una calificación de 4.8 y 4.7 puntos, respectivamente. La CNDH detectó en ellos deficiencias en los servicios; en la separación entre hombres y mujeres; falta de prevención de violaciones a los derechos humanos; hacinamiento; insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos, así como insuficuentes vías para la remisión de quejas sobre violaciones de los derechos humanos.
También se detectaron deficiencias en la alimentación; en las condiciones materiales e higiene de las instalaciones; en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias; en la capacitación del personal penitenciario; falta de normatividad del centro y presencia de actividades ilícitas.
En el caso del Cereso de Copainalá, la CNDH recomendó “supervisión del funcionamiento del centro por parte del titular”.
Por otra parte, el Cereso número 14, El Amate, ubicado en Cintalapa, tiene una calificación de 6.10 puntos con una tendencia favorable. La población de internos es de mil 632 hombres y 153 mejores, por debajo de su capacidad. Sin embargo, la CNDH detectó deficiencias en aspectos que garantizan la integridad de las personas, estancia digna, gobernabilidad y reinserción social.
Mismas deficiencias que se observaron en el Cereso número Uno de Chiapa de Corzo que tuvo una calificación de 6, pero no registró una tendencia favorable en el último año. RDM