Día Hábil
Nuevamente Estados Unidos se encarga de detener a un narcotraficante mexicano y nuevamente el gobierno de México queda en ridículo.
La captura de Ismael El Mayo Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, es, sin duda, el golpe más importante que ha dado Washington en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador, que se la ha pasado con su absurda estrategia de abrazos, no balazos, mientras los criminales controlan gran parte del país.
Cuando menos Felipe Calderón Hinojosa, del PAN, Enrique Peña Nieto, del PRI, y Andrés Manuel López, de Morena, tienen por qué preocuparse, ya que El Mayo podría abrir la boquita y, entonces, avalar todo lo que ha dicho el periodista incómodo en Palacio Nacional.
Digan lo que digan sus aplaudidores, sea por los 6 mil pesos al bimestre que reciben ellos, sus padres o sus abuelos, lo cierto es que los estadunidenses es lo que mejor que saben hacer: espiar y manejar todo a su conveniencia.
La información se conoció en México pasadas las 16:30 horas de un jueves lluvioso y frío.
El capo más poderoso de, al menos, los últimos 20 años, sin exagerar.
Y conste que ya hay quien dice que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG, por sus siglas en inglés) y su líder, Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, mejor conocido como El Mencho, ya son más fuertes que el Cártel de Sinaloa.
¿A quién beneficia la captura de El Mayo?
En primera instancia a Joe Biden, vapuleado por Donald Trump en el primer debate presidencial del 27 de junio.
Biden ya no está, pero es evidente que el Partido Demócrata no quiere al empresario y que hará lo que sea por bajarlo.
Kamala Harris, la vicepresidenta e inminente candidata presidencial para las elecciones del 5 de noviembre próximo,
A Biden y Harris esta captura les lavará la cara ante los millones de estadunidenses, que han visto transcurrir tres años y algo de este gobierno, así como 8 de Barack Obama y el resto de George W. Bush, sin golpes contundentes para el narcotráfico.
Lo presumirán y será una forma de contestar a las acusaciones y amenazas de Trump de bombardear a México en busca de los cárteles.
A Zambada lo puso el hijo de El Chapo
Ayer se conoció que Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, mundialmente conocido como El Chapo Guzmán, lo puso.
Lo llevó desde México hacia El Paso, Texas, y ahí sucedió todo.
Así.
Es la primera vez que el fundador del Cártel de Sinaloa pisa la cárcel.
Sí robé, pero poquito.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex