Alrededor del mundo, la tecnología se ha convertido en un pilar fundamental para la transparencia y la democracia. Sin embargo, en Venezuela, la falta de acceso a la tecnología ha sido una herramienta clave para que la dictadura de Nicolás Maduro se perpetúe en el poder. Este es un claro ejemplo de cómo el control de la información y la tecnología puede ser utilizado para silenciar a la oposición y manipular procesos electorales.
Desde que asumió el poder en 2013, Nicolás Maduro consolidó su control sobre todas las instituciones políticas, financieras y de seguridad en Venezuela. Este control ha permitido la manipulación de los procesos electorales a su favor. En un entorno donde la tecnología y la información son fundamentales para la transparencia, Maduro ha utilizado la censura digital para facilmente mantener su régimen.
Antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, el gobierno venezolano bloqueó varios sitios de noticias independientes y restringió el acceso a plataformas de redes sociales, ralentizando la velocidad de internet. Estas tácticas no son nuevas; han sido parte de una estrategia continua para controlar la narrativa y evitar la difusión de información crítica sobre la gestión del gobierno y los procesos electorales.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), bajo el control de gente cercana a Maduro, ha sido acusado repetidamente de manipular los resultados electorales. A pesar de que todas las encuestas importantes mostraban a Maduro perdiendo, el CNE lo declaró ganador con un 51.2% de los votos, frente al 44.2% obtenido por el candidato de la oposición, Edmundo González. La oposición ha presentado pruebas de que Edmundo ganó con una mayoría significativa, pero la falta de acceso a tecnologías de verificación y transparencia ha permitido que estos resultados ficticios se mantengan.
La crisis económica y política de los últimos años en Venezuela, ocasionada por el socialismo, ha llevado a casi ocho millones de venezolanos a emigrar en busca de mejores condiciones de vida. La reunificación de las familias separadas por la migración y la restauración de la democracia son preocupaciones de todos los días para los venezolanos. Sin embargo, la falta de acceso a la tecnología y la censura digital han dificultado que los venezolanos en el extranjero puedan registrarse para votar y participar en el proceso democrático.
Para enfrentar y destruir estas tácticas autoritarias, debemos no solo promover, sino exigir el acceso irrestricto a la tecnología y proteger la libertad de información. La implementación de tecnologías de verificación electoral es imprescindible para garantizar procesos verdaderamente transparentes y justos. Las plataformas descentralizadas, que permiten la verificación independiente de los resultados electorales, deben ser adoptadas como una herramienta para combatir la manipulación y el fraude que permiten a dictaduras corruptas, como la de Maduro, perpetuarse en el poder.
Es intolerable que en pleno siglo XXI, regímenes autoritarios sigan utilizando la censura digital y la opacidad para mantenerse a flote. La libertad económica y la transparencia son principios fundamentales que debemos defender sin concesiones. Sin estas medidas, seguiremos siendo testigos de cómo las dictaduras destruyen naciones enteras, sumiendo a sus ciudadanos en la miseria y el desespero.
El acceso a internet sin restricciones es ya una necesidad absouta para que los ciudadanos puedan informarse y organizarse. En países donde se han utilizado tecnologías de bloqueo y censura, el uso de redes privadas virtuales (VPN) ha permitido a los ciudadanos acceder a información no censurada y comunicarse de manera segura..
La situación en Venezuela es una advertencia para todo el mundo sobre los horrores del autoritarismo socialista. La censura digital y la manipulación electoral han sido las herramientas opresivas con las que el tirano Nicolás Maduro ha mantenido su yugo sobre el país. Es imperativo que forcemos el acceso irrestricto a la tecnología y defendamos la libertad de información con determinación. Solo promoviendo estas libertades podemos destruir el ciclo nefasto del autoritarismo y devolver el poder a los ciudadanos venezolanos, permitiéndoles finalmente decidir su propio futuro sin la opresión de un régimen que ha llevado su país a la ruina. Es hora de que la tecnología y la transparencia desmantelen las mentiras del socialismo y restauren la libertad y la prosperidad en Venezuela.