Aquí en el Congreso
Por José Antonio Chávez
Claudia Sheinbaum defendió que en la Cámara de Diputados tendrán mayoría calificada de dos tercios de los 500 legisladores que la integran y que no es sobrerrepresentación.
Pero también aceptó, a unos días que se resuelva en el Tribunal Electoral que en el Senado no la tendrán, es decir, de los 128 Senadores no les alcanzará para cumplir los dos tercios de 86, les faltarán tres curules.
Sabe, tal vez que declarar esas cifras le puede dar certidumbre al empresariado o al inversionista que estaban, sin duda con desconfianza que un solo partido obtuviera el control del Congreso y el Poder.
Porque es tan importante que en el Senado que preside hoy la morenista, Ana Lilia Rivera Morena no haya alcanzado los dos tercios, pues por la sencilla razón que lograrlo les permitiría modificar la Constitución y hacer las reformas que les pegue la gana, incluso para reelección Presidencial.
Hacer reformas negativas para el empresariado que se vería obligado a abandonar el país o, en su defecto ahuyentar a los futuros, incluyendo inversionistas.
Sin embargo, el hecho que le falten tres senadores a Morena y aliados, para los dos tercios de mayoría calificada, no es una garantía que puedan doblar a la oposición.
Por ejemplo, los más vulnerables a ser comprados, son los de Movimiento Ciudadano propiedad de Dante Delgado. Ellos tendrán cinco curules y con tres que se ausenten será el escenario propicio para que se pueda aprobar en el pleno.
Basta recordar que los dos tercios aplica a los senadores o legisladores que estén presentes en el pleno. Si faltan tres senadores, Morena con su mayoría podrá aprobar las reformas que considere, aunque se oponga la oposición, pues no tendrán los votos suficientes para frenarlo.
Esa es la importancia del bloque opositor que no se desgrane, los números cerrarán antes del 29 de agosto y más si se impugnan para definir cómo quedarán las bancadas y cómo se integrarán las mayorías. Pero el dia 23 el INE decidirá como adelanto la composición de las cifras para cada partido.
Naturalmente que el trabajo será muy a fondo del líder de los priistas, Alejandro Moreno “Alito” que sin duda será el coordinador de la bancada priista en la Cámara Alta. Tendrá que cabildear con el PAN de Marko Cortés y amarrar, a como de lugar a los cinco senadores del partido naranja.
Otro problema en la antesala es el senador electo por Sonora, Manlio Fabio Beltrones, qué si bien llegó por el partido del PRI, su confrontación con Alito lo hace verse fuera de esa fracción, es decir que tal vez no se cuente con su voto.
Alito enfrenta a los ex priistas y ex lideres del partido, así como ex gobernadores emanados del tricolor, porque después de esconderse todo el sexenio de López Obrador, ahora quieren quedarse con el PRI.
De entrada, no les gustó que Alito los haya desnudado, vaya encuerado, que son unos cínicos y como dijera AMLO no tienen llenadera. Que reclaman algo que nunca defendieron. Y que hoy que son el cambio de dirigencia, quieren oponerse a la reelección, que sin duda la lograra.
Desde luego que al postularse Alito en la dirigencia este nuevo periodo, les eliminaría la posibilidad, a todos esos, como les llamó el líder priista, cínicos, de alcanzar una beca para candidatearse como diputados, senadores, alcaldes, gobernadores, etcétera. Vaya que estaban muy acostumbraditos, pero que en el partido ya se acabaron las vacas sagradas, les diría, y obvio, eso les dolió.
Jachavez77@yahoo.com