Yo Campesino / Incertidumbre
• Como en película de suspenso, inversionistas se ponen nerviosos, baja dinámica
Miguel A. Rocha Valencia
Luego de seis años en el poder, el ganso y su corcholata continúan culpando al pasado de sus propios fracasos los que a base de mentiras y montajes intentan ocultar mientras el país vive una realidad donde la incertidumbre prevalece ante lo que viene con la continuación de la 4T por un sexenio más donde al parecer se endurecerá el autoritarismo. Y no lo dice quien escribe sino las señales que no están bajo el control gubernamental donde la economía responde a estímulos reales como la inversión, inflación, empleo, crecimiento y desarrollo.
De entrada, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado advierte que la incertidumbre política del país, el contexto de inseguridad (195 mil asesinatos) fragilidad del Estado de Derecho y el débil dinamismo de la economía afecta directamente en la inversión y por ende en la generación de empleo.
El tema no es menor si se toma en cuenta que en el primes semestre de este año la generación de empleo cayó a su nivel más bajo y en los dos últimos meses simplemente se “estabilizó” sin crecimiento por lo cual la informalidad afectó a más de la mitad de la población Económicamente Activa. Con ello también decaen los ingresos fiscales. Por ello el CEESP urgió a la próxima administración a asegurar un mejor ambiente de negocios para el desarrollo de las empresas, contratación y desde luego crecimiento de la economía.
Con ello el organismo empresarial lanza una seria advertencia a la futura presidenta para evitar el radicalismo del régimen actual que inhibió el ingreso de dinero fresco y directo, razón por la cual el gobierno debió aumentar el monto de su deuda para sostener los proyectos constructivos y los programas sociales.
No hubo suficiente dinero para evitar que se recurriera a los recursos fiscales para pagar Santa Lucía, Dos Bocas y trenes Maya y transístmico que se financian y subsidian con el presupuesto federal y la banca pública de “desarrollo”, especialmente Banobras y algunas partidas redireccionadas como los fideicomisos incluyendo los del deporte y la cultura, así como recortes en salud y educación, entre otros que para el caudillo macuspanense son “ahorros”.
Es por ello que los empresarios nacionales ofrecen su apoyo al próximo régimen mediante inversiones que podrían ir de los 32 mil a los 47 mil millones de dólares, pero la letra chiquita advierte que deben existir condiciones políticas, jurídicas y de seguridad para que eso se dé, incluyendo la participación activa del gobierno.
Es evidente dice el CEESP que la principal forma de reducir la pobreza, ahora que el caudillo habla de ir a las causas, es la generación de empleo de calidad y es cuando se vuelve más importante “estimular la inversión productiva especialmente del sector privado” con su aporte de capitales.
Sobre el particular el Indicador Mensual de la Actividad Industrial del Inegi señala que en la primera mitad del año el sector perdió dinamismo y va a la baja ya que en mayo apenas alcanzó un 0.7 por ciento y en junio 0.4 en junio. Esa caída en la dinámica se reflejó en tres de los cuatro subsectores más importantes como la construcción, minería y los servicios de energía eléctrica, agua y gas que presentaron bajas y sólo la industria mostró un “crecimiento” del 0.4 por ciento.
La construcción mostró una caída del 2.3 mensual, la más pronunciada en siete meses y la minería reportó baja del 2.0 en junio, la peor en 11 meses en tanto que la generación, transmisión y distribución de energía, gas y agua disminuyó 0.1 por ciento. Tal vez las bajas no se vean significativas, pero la verdad es que si no crecen ya son malas noticias para el empleo y la economía en general.
Significa que no hay inversión y eso es una mala noticia para los mexicanos, particularmente aspiracionistas que desean con su esfuerzo mejorar sus condiciones de vida o al menos salir de la miseria o la pobreza laboral que sigue incrementándose debido a la inflación que ya rasca el seis por ciento.
Conforme se acerca la definición del nuevo gobierno las tensiones crecen al tiempo que los pronósticos bajan y eso ya afecta a los indicadores bursátiles tanto que de 59 mil 19 unidades que reportó en mayo la AMIB, el índice bajó a 57 mil 729 unidades. Así las cosas, el reto para la corcholata es claro: endereza el camino, la certeza jurídica y seguridad a los inversionistas o le coloca al país una roca al cuello y hasta tocar fondo.
Aunque parezca mentira, podría venir en auxilio del nuevo régimen en que no se diera la sobre representación legislativa, se tomaran las cosas con mayor calma e inteligencia para no afectar tanto al país, a los mexicanos incluso en temas como los tratados comerciales, especialmente con Estados Unidos y Canadá. La moneda está en el aire. Hagan sus apuestas… (Que nervios)