Por Arturo Sandoval
“En este mundo tan profano, quien muere limpio, no ha sido humano”. Álvaro Carrillo.
Si bien Morena y sus aliados tienen oficialmente mayoría calificada en la Cámara de diputados, en el Senado se quedan a tres escaños de lograrla. En votaciones para reformas, cuentan los votos de los asistentes a esa sesión. Si a una sesión faltaran 4 senadores de partidos de la oposición, y de la alianza de Morena estuvieran completos, ganaría Morena, siempre que todos votaran por unanimidad; pero si a uno o una o más no lo hace, pues pierde Morena. Las razones pueden ser por autentica convicción, por disputas o problemas internos en la alianza o, por algo que le sobra por mucho a la oposición: dinero.
Por esto, los senadores de la alianza de Morena, deben resistir esos enormes cañonazos de dinero y no poner el cliché “es de sabios cambiar de opinión”, se incluye a senadores de la oposición claro. La aprobación o no de cada reforma lleva en juego intereses por miles de millones de pesos y la oposición llegará a usar cualquier tipo de recursos por muy sucios o, quizás hasta violentos para no perder y ganar más privilegios.
En alguna sesión, dónde sea seguro que todos los senadores de la alianza de Morena voten por la misma causa, pero deben convencer a tres senadores de los partidos de la oposición, votar igual que ellos. Difícilmente algunos de los convertidos lo harán por convicción; lo pueden hacer por compra de su voluntad primera; aquí es poco probable ese corrupto acto, pero no imposible.
La otra y, posiblemente la más probable: coerción porque les saben actos ilícitos, corruptos, vídeos o grabaciones comprometedoras, difusión de riqueza incomprobable, lavado de dinero, negocios torcidos, nepotismo, etcétera. Una extensión de la Hora del jaguar a nivel Senado. Hacienda nada mas mirando colas largas.
De esta forma, conseguir esos votos puede salir gratis o muy costoso; falta saber qué tan caro o barato venderán su amor un Erubiel Ávila, Beltrones, Alito Moreno, Yeidckol Polevnsky, Javier Corral, Manuel Velazco, etcétera. Sin embargo, habrá quienes se peleen por ser los escogidos para inclinar la balanza en favor de la coalición de Morena a cambio de canonjías como futuros cargos públicos para ellos o sus familiares, incluso negocios. Se hablará mucho de traiciones y traidoras o traidores, pero las y los alacranes no traicionan, sólo cumplen su naturaleza.
NOTA: no es que se quiera normalizar lo sucio de la política, es que es así aquí y todas partes.