La reciente controversia en torno a Javier Corral, exgobernador de Chihuahua, ha tomado un giro significativo tras la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) de ratificar su elegibilidad para ocupar un escaño en el Senado por la vía plurinominal, representando al partido Morena.
La situación se tornó crítica cuando autoridades de Chihuahua intentaron detener a Corral en la Ciudad de México, lo que generó dudas sobre su posible llegada al Poder Legislativo.
El pasado 14 de agosto, en un operativo nocturno realizado en el restaurante Gin Gin, ubicado en la colonia Roma de la Ciudad de México, agentes de la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua intentaron arrestar a Corral, quien es acusado de corrupción y peculado por presuntamente haber perjudicado el erario estatal con 98 millones de pesos. Sin embargo, el intento fracasó, y la acción fue ampliamente criticada debido a la falta de jurisdicción de las autoridades chihuahuenses en la capital del país.
Durante una sesión del INE llevada a cabo el 23 de agosto, se determinó que la acción de la Fiscalía de Chihuahua fue inapropiada y no afectará los derechos político-electorales de Corral. Según la consejera Carla Humphrey, el intento de detención fue fuera de la jurisdicción correspondiente, lo que convierte el operativo en jurídicamente inválido. Este argumento ha sido clave para asegurar que Corral pueda asumir su cargo en el Senado sin impedimentos legales.
El caso ha sido un ejemplo claro de los límites jurisdiccionales de las fiscalías estatales en México y cómo estos pueden impactar en la arena política nacional. A pesar de las acusaciones en su contra, el INE concluyó que no existen elementos suficientes para impedir que Corral asuma el cargo para el cual fue designado.
La situación también ha provocado reacciones dentro del partido Morena. La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, expresó su respaldo a Corral, calificando la acción de la Fiscalía de Chihuahua como una «persecución política sin fundamento». Sheinbaum enfatizó que Corral seguirá siendo parte integral de su equipo en el Senado, afirmando que «no tiene ninguna base legal para ser removido de su cargo».
El intento de detención de Corral se ha convertido en un tema de debate público, especialmente después de que el periodista Ciro Gómez Leyva compartiera en redes sociales una fotografía del exgobernador hablando por teléfono en el restaurante mientras una mujer leía un documento. La imagen, que rápidamente se viralizó, capturó el tenso momento en el que Corral, sin ser detenido, abandonó el lugar.
En respuesta a los rumores de que Ulises Lara, encargado de despacho de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, habría intervenido para evitar la detención, Lara negó categóricamente haber participado en tal acción. Aun así, la situación ha generado un ambiente de incertidumbre sobre el futuro legal y político de Corral.
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