De memoria
Carlos Ferreyra
Mi padre, Alfonso, entre sus múltiples refranes rancheros decía que “rodando la carreta se acomodan las calabazas”, referencia a situaciones o avatares esperados y en alguna medida previsibles.
La inesperada (por ella) renuncia de la secretaria de Gobernación, defensora y publicista de la mariguana e incumplida promotora de la vida en común de seres de igual sexo, es evidencia de que las calabazas empiezan a ocupar su lugar en el sitio previsto por el dueño del carruaje.
Obvio, doña Olga Sánchez Cordero, ex ministro de la Suprema Corte, la que meses antes de su decisión dejó entrever la liberación de la secuestradora y vividora gala Florence Cassez, en su cargo en el gabinete fue lo que mal y bien querientes, titularon como “el florero”.
Desde luego fue un exceso porque la señora es respetable o respetada por algunos, pero de ahí a considerarla un adorno, parece exagerado, audaz y hasta malintencionado.
Que doña Olga ha sido totalmente obsecuente con el poder, lo demuestra no sólo su paso por la Suprema, sino su actuación bajo las órdenes de López, sus olvidadas y olvidables participaciones públicas y su nula influencia entre los partidos políticos.
No ejerció, como era tradicional, el puño de hierro en guante de seda y de hecho le restaron hasta su responsabilidad en temas de seguridad nacional o de seguridad ciudadana. Todo pasó al control con los narcos, de los nuevos copartícipes del poder, los militares.
Pero la doñita es de uso inmediato. Hoy es enviada al Senado donde compartirá poder y control con el peligroso aspirante presidencial, Ricardo Monreal, sujeto cada día más empoderado y dicho sea de paso, posiblemente el único ejemplar político—político en el México presente.
Olguita, la dulce dama, será la cuña que apriete al líder de los morenistas en la Cámara Alta. Su labor consistirá en impedir el fraccionamiento partidario, captar mercenarios de otros partidos y muy especialmente, bloquear la integración de un grupo simpatizante con Monreal que lo acompañe a su ya inminente y seguro brinco a otro partido.
El surgimiento de Adán Augusto López (cuñado de Rutilio el mandatario chiapaneco), ahora ex gobernador de Tabasco también era previsible, ya lo había anunciado el Okupa palaciego, lamentando la necesidad de mantenerlo en el poder de su estado natal.
La movilización no abierta pero detectada en Palacio, de Monreal y sus mentirosas imposibilidades para cumplir los deseos del Supremo, aceleraron el paso de la carreta y el acomodamiento de las calabazas.
Las próximas semanas. Tras el Informe del mandatario, se acelerarán más los movimientos en el mundo de la grilla. López habrá de poner nuevos elementos en el tablero, ya lo hizo con Nahle, pero para distraer los propósitos reales.
López el gobernador, cuenta con una ficha similar a la del presidente, militante y beneficiario del PRI por el que ocupó varios cargos de alta remuneración, conservó la amistad con su paisano al que apoyó desde las filas tricolores y bajo cuerda, en sus pretensiones primero de gobernador y luego de mandatario nacional.
Ahora recibe el premio con la perspectiva de convertirse en el viable sucesor. López confía en la lealtad de López, pero la historia nos muestra lo contrario. Una vez uncido, López traicionará a López para obtener el beneplácito y el apoyo popular.
Debería saberlo López, sólo que su manual de historia patria “tiene otros datos”…
La repetida foto, extraída del Feis, con Olguita en franca pleitesía al líder.