Héctor Calderón Hallal
Este domingo primero de septiembre, ahí estará en la Plaza de la Constitución de la CDMX, en punto de las diez de la mañana, una síntesis de los frutos del México moderno; de las aspiraciones de cambio y redención política y económica con que contamos los mexicanos… y que son nuestros propios jóvenes, nuestros universitarios, que estarán acompañando…respaldando cívicamente a los trabajadores del Poder Judicial de la Federación, que se estará manifestando en contra de la pretendida reforma impulsada desde la Presidencia de la República por Andrés López Obrador, el titular del Ejecutivo, en uno de sus últimos -pero no por eso menos nocivos- actos de Gobierno.
Estarán de frente a AMLO, el principal obrero de la discordia en México… ese que algún día identificarán como el siniestro y magnánimo personaje investido de un poder absoluto, aunque también profano, que se propuso dividir y enfrentar a los mexicanos entre sí, por meros prejuicios, argumentos ideológicos y ante todo… motivado por su ambición desmedida de poder.
Ese remedo de presidente mexicano que debió ser, si no hubiese traicionado a los mexicanos, si no les hubiese mentido… el primer obrero de paz de la República.
Y es que hoy, Andrés López rendirá su último ‘informe de labores’ ante su habitual y nutrido público que acude presionado y cooptado por la caridad gubernamental, ‘transportado desinteresadamente’ por el Gobierno de la Ciudad o el Gobierno Federal… con la noble y muy leal encomienda… aplaudir a rabiar al tiranuelo cuando haga en su perorata, el recuento cabal y ‘puntualísimo’ de su ‘histórica transformación’ del país, en la que al final de cuentas, los “grandes ricos terminaron siendo más ricos”; las únicas tres grandes obras que se pretendieron construir resultaron disfuncionales e inconclusas; hay 200 mil nuevos hogares por lo menos donde se llora a un hijo o a un padre acribillado por el flagelo de la violencia y más de 130 mil personas desaparecidas, lo que ha provocado que decenas de millares de las madres mexicanas de estos individuos hayan tomado una pala y un azadón al hombro y salgan, con una inconmensurable fuerza de voluntad, hayan tenido que salir de vez en vez a lo largo de este sexenio agonizante, a escarbar con sus propios recursos, sus propias frustraciones y aflicciones, en la búsqueda de un cuerpo a quien llorarle… de una razón para no enloquecer en los peores de los casos.
Todo gracias a que, como parte de su negligencia criminal como gobernante, López Obrador se dedicó a dar abrazos de complacencia y aliento al crimen organizado, mientras que amagaba y humillaba públicamente por las mañanas a sus críticos, constituidos en periodistas y líderes de opinión, por el solo hecho de disentir de él.
Así que serán los jóvenes universitarios de México, un extracto de los más combativos y conscientes de ellos para ser exactos, los que salgan a la calle la mañana de este domingo y participen en un acto paralelo -y riesgoso- al de la lectura del Sexto y último Informe de Gobierno a verificarse en el zócalo capitalino.
Jóvenes universitarios procedentes de las principales instituciones de educación superior del país: UNAM, IPN, Tecnológico de Monterrey, CIDE, Universidad Iberoamericana, U. de G., Universidad Panamericana, Universidad Anáhuac, Colegio de México y algunas otras de naturaleza pública estatal, serán los que salgan a manifestarse en contra de la reforma al Poder Judicial de la Federación que pretende imponer el Gobierno Federal, mediante la operación legislativa nefasta de Morena y sus partidos rémora (PVEM, PT y otros), que tratan de imponer mediante su mayoría legislativa abrumadora e inmisericorde, una reforma que trastocaría la esencia de nuestro régimen Republicano, Representativo y Federal, por otro aparentemente Indiviso, Centralista y de claro corte autocrático.
Donde las decisiones de un solo poder, materializado en un solo individuo, se impongan sin contrapeso alguno; individuo quien, a estas alturas de su administración, por sus formalidades, debe debatirse ya entre un inminente estado de delirio permanente y un síndrome de persecución, por todo el daño que generó a amplios sectores de la vida productiva de México.
Una reforma judicial que a todas luces reduce a cero el valor de los profesionales del Derecho y sus principios, su método y toda la metafísica vinculada a la materia.
Pretenden estos pseudoizquierdistas convenencieros y ambiciosos de poder, tener un Poder Judicial integrado por juzgadores que sean electos por la vía del voto, haciendo más fácil la posibilidad de que el crimen organizado impulse y logre ‘sembrar’ al interior de la estructura de este Poder, a pseudojuzgadores que incidan a favor de la estructura criminal y su ‘dinámica de negocio’, aprobando ordenamientos afines a este.
Estaba visto: López Obrador fue un político predestinado a la mentira, a la simulación… y a la cobarde práctica de la traición a su pueblo que lo eligió, mediante discursos demagógicos y solapando actos de enorme corrupción, de resonancia internacional.
Pero serán todos estos estudiantes universitarios, estas nuevas almas, preparadas en la ruta de la justicia y el orden… orientadas en la semiótica del positivismo y del método científico al que tanto ‘odian’ los anárquicos y neopopulistas ‘woke’ (corriente del pensamiento que respalda a López Obrador en sus políticas radicalmente ‘de izquierda’) a las que no le preocupó a AMLO en modo alguno impulsar, pues la educación superior es uno de tus peores rubros de resultados en el sector educativo.
Será sin duda, como un colofón que se constituya en una ‘bofetada’ moral’ para López Obrador, el hecho de que sean mayoritariamente estudiantes de Derecho, materia del conocimiento humanístico y social, a la que más haya atacado a AMLO y su equipo antes, durante y después de su gestión.
Ayer mismo, la flamante ministra Lenia Batres, se pronunció porque la reforma judicial contemple la elaboración de folletos o instructivos “para que la gente se defienda sola sin necesidad de los abogados”. Y años antes, desde el inicio de su gestión, el propio AMLO habría humillado y hasta con sorna, habría minimizado la función de los profesionales del Derecho… de manera sistemática y poco ética.
Hoy, venturosamente, se reitera, son los propios estudiantes de Derecho en su mayoría, los que acuden a dar la cara por la sociedad mexicana en esta enérgica protesta contra uno que ha resultado, sin duda, un mal Gobierno.
Y vale la pena invocar la alegoría aquella atribuida a Don Justo Sierra Méndez, fundador de la primera versión de la Universidad Nacional en tiempos de Porfirio Díaz: “Cuando habla la Facultad de Derecho, tiembla la Universidad Nacional…pero cuando habla la Universidad Nacional, tiembla el país”. La frase circula profusamente hoy en redes desde ayer por la tarde y…por algo será.
Esta juventud estudiosa que hoy se manifiesta, se habrá de convertir pronto en la protagonista de nuestro acontecer nacional y es plenamente encomiable, que sea una juventud preparada para ese provenir pero además, poseedora de conciencia… una conciencia de ser heredera de un pueblo libre, que no se doblega ante el primer aspirante a tirano que pasa frente a ella; que es libre no sólo por el amor a sus derechos -ganados a sangre y fuego a lo largo de su historia por cierto- … sino que es libre por la práctica perseverante de sus deberes.
Esta mañana, de frente a este ‘montón de ruinas’ en el que se haya convertido lo que antes fue una institución moderna, congruente y en sincronía con los requerimientos del México moderno y el mundo, como lo fue la Presidencia de la República, las juventudes universitarias de México volverán a hacer historia al manifestarse frente al “Patrón de los Anarquistas” en su Informe último para aplaudirla irónicamente…pero por lo que no hizo en sus seis años de Gobierno en que se dedicó a cultivar el ego todas las mañanas en su evento de difusión tipo soliloquio, para resaltar y defender vanidosamente su pírrica obra de Gobierno… en lugar de apostarle y presentar acciones concretas y útiles para el impulso a la ciencia y la tecnología en los diferentes niveles de educación del país…especialmente en el nivel superior.
Su gestión de gobierno se concentró en combatir sus propios complejos y telarañas que anidaron toda su vida en su cabeza; complejos de inferioridad particularmente…hoy por eso tenemos este resultado tan malo en todos los órdenes al final de su sexenio.
No nos queda más que citar a otro gran impulsor en su tiempo de la Universidad Nacional, el gran José Vasconcelos, con una frase que -curiosamente- se podría adaptar aquí y que fue enunciada al inicio del discurso de toma de posesión como rector del maestro Vasconcelos, en 1920:
“La más estupenda de las ignorancias ha pasado por aquí asolando y destruyendo, corrompiendo y deformando, hasta que ha quedado reducida la institución” de la Presidencia de la República al nivel de una simple Jefatura de Partido o quizá peor, de una simple Jefatura de movimiento político o hasta de campaña.
Sólo nos resta alentar a los jóvenes a ser firmes y dignos durante el acto y a evitar todo indicio de provocación y confrontación que atente contra su integridad.
Enhorabuena… el futuro es de ustedes; empecemos a ocuparnos de él.
Autor: Héctor Calderón Hallal
@CalderonHallal1;
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