homopolíticus
pavesoberanes
- Protegió a Cuauhtémoc el Poder Judicial
Sesentaiocho meses después —dos mil 101 días, 300 semanas completas—, el presidente de México reconoció que ha mentido y/o engañado a los mexicanos, aunque no a todos.
También, finalmente, aceptó que en su gobierno se han perpetrado actos de corrupción, aunque no «casos graves». En la Comisión Nacional de Subsistencias Populares [Conasupo] de la Cuatroté, Seguridad Alimentaria Mexicana [Segalmex], se perdieron 12 mil millones de pesos.
Como la masa perdona todo al líder, el presidente Andrés Manuel López Obrador tiró el bulo de que México está mejor que Dinamarca en atención médica y hospitalaria, y si no lo creyeron sus bases, lo aceptaron. El bulo es una noticia falsa, pero también una patraña, una habladuría, un embuste.
A eso y más se ha dedicado LO, según lo desveló el lunes en la conferencia a medios del salón Tesorería. Un día después habló de corrupción. Señaló a los gobiernos anteriores, es decir, al pasado —«El gobierno estaba hecho para la corrupción»—. Su gobierno ya es pasado. El asunto Segalmex es el casi doble de La estafa maestra que perdió siete mil millones de pesos. Aseguró sin pruebas que de Segalmex se recuperó un dinero considerable, sin decir cuánto, y que hay detenidos, pero no el director de Conasupo-Segalmex, Ignacio Ovalle.
México no se le parece a nada a Dinamarca, ni siquiera en Salud, y viceversa. En atención médica y hospitalaria nuestro país ha avanzado ciertamente, pero a paso lento, muy lento. Todos los días hay problemas, incluso desabasto de medicamentos. Los daneses deben estar al menos extrañados de las noticias que les llegan de México, y su gobierno molesto con tantas mentiras. Aquí el líder es el líder, como la masa es la masa. «Es miga», chancea el jefe de Estado mexicano, arrojada a los medios, para su distracción y entretenimiento. Decir que México tiene mejor sistema de salud que Dinamarca, exacerba los ánimos de quienes llama sus adversarios.
Admitir ambas cosas, la mentira y la corrupción en su gobierno, aunque él diga lo contrario, es grave. Está institucionalizando-legitimando-despenalizando en los dichos los actos faltos de honradez.
Su gobierno ha fallado —no usa el sustantivo Fracaso— en garantizar seguridad pública y protección ciudadana. Él lo ha reconocido abiertamente no una, sino muchas veces. Quedó a deber y el problema lo ha endosado también abiertamente al gobierno entrante, que tendrá un mando civil. El inquilino de Palacio Nacional al que se vence su contrato en 25 días, no cambió absolutamente nada durante su sexenio acortado motejado como Cuarta Transformación. La Independencia, la Reforma y la Revolución gozan de cabal salud danesa.
letraschiquitas
Los tacos de grasas trans —tripa gorda, chorizo y bistec fritos con grasa de pollo— que invitó Cuauhtémoc Blanco son peccata minuta comparado con su voto a favor de la reforma al poder judicial del que se benefició tres veces, con actos de corrupción: como alcalde de Cuernavaca, gobernador de Morelos y diputade plurinominal por el noroeste mexicano***. El pastor evangélico Hugo Éric Flores —defensor de los responsables de la matanza de Acteal en 1997— gritó a sus iguales en el gimnasio de la Ciudad Deportiva que «somos afortunados», como leyó, «porque vivimos un cambio de paradigma: estamos creando el nuevo derecho constitucional mexicano»***. Apenas por sus segundos 15 años tundiendo máquina mecánica y computer, número 2 de comunicación social estatal y formadora de buenos seres humanos en las aulas, la periodista Margarita Estrada Serrano no fue designada por la gobernadora Margarita González-Saravia, sino ratificada como coordinadora general de Comunicación Social del gobierno 2024-2023 que empezó dos meses antes.