Por Arturo Sandoval
“Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti”. Friedrich Nietzsche.
Los comunicadores despedidos últimamente en Televisa y Ciro Gómez Leyva en Grupo Imagen, disfrazan con pretextos, echan culpas a la censura, a amenazas de la delincuencia y otras jaladas su separación obligada de sus noticieros. Ya dieron lo que podían; su lenguaje e ideas obsoletas no dan rating, menos patrocinadores. No sólo financiadores para sus programas con ingresos para las empresas donde fueron contratados, tampoco ingresos externos o chayote otorgado por organizaciones locales o extranjeras.
Pensaron ser eternos y se enfrentan a la dura realidad de que no sirven; dejan de ser útiles para la manipulación de los públicos interesantes para los dueños de los medios, para sus clientes y para ciertos gobiernos estatales y municipales; además para otros poderes fácticos como parte de sus patrocinadores. No hay forma de cambiar sus acartonados estilos, de acomodarse con los nuevos empresarios, políticos y auditorios.
La tecnología, inteligencia artificial, redes sociales no tienen cabida para sus obesos perfiles jurásicos. El ambiente los descubre como sicarios de la mentira al mejor postor, ahora totalmente desarmados y desnudados por esta realidad con generaciones de jóvenes vacunadas contra ellos. Ni los esfuerzos patéticos de Eduardo Ruiz Healy, quien aplaude a la 4T, ataca a la oposición y se desvive por borrar el pasado donde ataca a AMLO, incluso le grita en persona cobarde por no aceptar una entrevista con él ¿Será el siguiente? Vea lo sucedido en Radio Fórmula ese día 9 de julio de 2009:
Gómez Leyva dijo que AMLO le puede dar entrevistas a quien quiera. Enseguida presentó el video donde se ve a AMLO en los pasillos de Radio Fórmula. Se escucha a Ruiz Healy gritando:
“¡Tres años invitándote a mi programa y no aceptas! ¡Eres un mentiroso! ¡AMLO es un mentiros! ¡No acepta invitaciones a mi programa porque es cobarde y no quiere responder! ¡Responde, AMLO! ¿Cuándo vienes a mi programa, AMLO? ¡No seas cobarde! ¡Da la cara! ¡Enfréntate a la mafia! ¡Cobarde! ¿Cuándo vienes a mi programa? Estas cordialmente invitado a mi programa, AMLO”.
Se nota el “exceso de cordialidad” del comunicador en la invitación muy amistosa. Don Eduardo, en esa época ofendió en su programa muchas veces a López Obrador. El conductor de uno de los noticieros, integró a su equipo a Teresa Vale, quién fue rival de Andrés Manuel como candidata al Gobierno del DF., en 2099 y en los debates ofendía a AMLO al quererlo humillar porque según ella “hablaba con faltas de ortografía” para mostrar la señora venezolana, su ignorancia y racismo al no saber que así se habla en Tabasco y en otros Estados.
Es en verdad empalagoso ver un programa de Ruiz Healy, se desvive en elogios AMLO: “AMLO tiene razón” AMLO esto y lo otro” caray, ni así evitará que sus patrones lo sigan sosteniendo cuando ya no factura y Sheinbaum ni lo pela.
“La única cosa peor que un mentiroso es un mentiroso hipócrita”. Tennessee Williams.
Joaquín López Dóriga da a entender que su familia corre peligro por la crítica hecha por AMLO donde lo califica de clasista por la crítica del comentarista al desayuno de huevo revuelto brindado por la Presidencia a los Youtuberos este fin de semana pasado. ¿Será otro con pretextos para disfrazar que lo van a correr? Destino: ¿España, USA, Argentina, Israel?
Pero lo de Ciro Gómez Leyva es sensacional. Inducir a sus oyentes que AMLO que se decía su “amigo”, le pudo poner una pistola en la cabeza, es verdaderamente evadir su realidad: que por no tener credibilidad los corren de su programa. Busquen por ahí el vídeo de su noticiero, sobre todo el del miércoles 4 de septiembre donde Epigmenio Ibarra pone en su lugar a este comunicador.
Ahora, a lo mejor Ciro tiene razón y alguno de sus supuestos amigos cercanos pudo ser quien está atrás de ese atentado. Ya ven que tienen esa costumbre los prianistas. Además, si de verdad hubiesen querido matar al conductor de noticieros, lo hubieran hecho sin falla. Huele a montaje, donde Ciro ni se enteró que pudo haber sido así.
Y caen paulatinamente como soldaditos de plomo en puesto de feria de tiro al blanco; unos famosos y otros desconocidos. Sergio Sarmiento está fuera de las mesas de análisis de Televisa; podría ir a Argentina a buscar chamba con Milei. Loret de Mola recibe una tunda en un diálogo con el diputado Arturo Ávila: (https://x.com/arturoavila_mx/status/1831212897608835078?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1831212897608835078%7Ctwgr%5Eb3e262d2842e6f2a8ba60031e28c623a59a30f72%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fjulioastillero.com%2Fvideo-se-le-borro-la-sonrisa-loret-de-mola-y-diputado-de-morena-chocan-en-entrevista-por-reforma-judicial%2F)
Los rostros descompuestos de estos conductores de noticias cuando son rebatidos con argumentos contundentes y ellos ni las manitas pueden meter. Sus patrones se dan cuenta y difícilmente les seguirán pagando con estos magros resultados. Si tuvieron tácticas de desinformación destructiva, éstas son obsoletas e irrelevantes en el mundo actual de redes sociales.
“¡Cuántas veces resulta de un engaño, contra el engañador el mayor daño!” Félix María Samaniego.
Esta generación de comentaristas de noticias de los 60-70 algunos 80-90, no sólo envejece y se nublan sus ideas, también carga de bilis sus ya deteriorados hígados. Pasa en las mesas de análisis político y se extiende hasta en las mesas de análisis deportivos y narradores de competencias de todos los deportes.
La limpia, recortes de personal o despidos masivos vienen fuertes. Hay muy pocos narradores de Fút bol buenos, quizás unos 5, están en TV Azteca, los de Televisa o TDN son infames; tanto que mueve a apagar el sonido.
Hablamos de hombres, porque las mujeres narradoras y analistas de TDN, Fox y ESPN son, la mayoría muy buenas. Sólo que cuándo aparecen en mesas de análisis con los hombres, estos las interrumpen a cada momento y casi no las dejan hablar. Bueno, así defienden su trabajo los machos, donde pronto los suplirán y, quizás por mujeres. Es tiempo de mujeres. Y en los medios no es cuestión conciencia social o paridad de género; el asunto es sólo de negocios y punto.
NOTA: algo parecido pasará probablemente en el Poder judicial.