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Dieciocho años —acaso 30— ha, que las familias de Morelos han sido víctimas de gobiernos de mediocres a malos. Sobresalientes, eso sí, en incapacidad y negligencia. Campeones en latrocinio.
Un mal gobernante conduce a un gobierno fallido. La institucionalización de la violencia genera anarquía. Los camposantos están repletos de masas corpóreas. Cuatro veces lleno el estadio ‘Coruco’ Díaz.
No sólo es la inseguridad y la violencia. Ha sido la educación, dirigida por semianalfabetos e ignorantes. Las obras públicas con mano de obra barata y productos de mala calidad, con diezmos de hasta 30 por ciento. Las finanzas públicas como cajero personal o familiar. No se diga la nómina para novias o novios, según sea el caso. Un agro de nuevos pobres cada año, expulsados de sus tierras. Fondos financieros para rescatar a familiares y amigos. Nadie quiere vivir en el error.
La liza de declaraciones de los gabinetes parece competencia sin segundo ni tercer lugares. Campeones de su propia incontinencia verbal. El discurso es atemporal. Todos como si fueran testigos de la Resurrección de Cristo, juran acabar con la corrupción, con la inseguridad, con la violencia. Cuidado. Los aprendices de brujo siempre terminan quemados.
Hasta ahora, Claudia Sheinbaum ha perdonado a quienes perpetraron los actos violentos de 2018 en su contra, cuando candidata a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Fue en Coyoacán, dominada por el PRD-gobierno, donde agredieron verbal y físicamente a la hoy inminente presidenta de la República. Temperamental, Sheinbaum en cualquier momento puede ejercer su poder en contra de quienes la exhibieron, ridiculizaron y hasta se burlaron de ella. Aún no la conocen del todo…
La gobernadora entrante, Margarita González-Saravia, no sabemos si está dispuesta a perdonar a quienes, en oposición a su candidatura a Palacio de Gobierno de Morelos, ejercieron estrategias de desgaste en su contra, para hacerla perder. Hasta recursos públicos —materiales, humanos, financieros— utilizaron para hacerla trompicar contra la voluntad del presidente López Obrador y su candidata Sheinbaum. Aún no conocen a Margarita…
A ocho días de juramentar la Constitución, Margarita González-Saravia, autora de dos libros, no se sentará en la silla del segundo piso de Palacio de Gobierno —abre sus puertas el 1 de octubre, cerradas al pueblo 30 años— a contar historias.
Por sí sola, como candidata de MORENA, obtuvo 315 mil 458 votos el 2J [en coalición fueron 460,271]. Como candidato del PES, Cuauhtémoc Blanco conquistó apenas 102 mil 422 votos en 2018. La diferencia entre ambos fue de 213 mil 033 votos. Margarita ganó en su calle y colonia. Cuauhtémoc perdió hasta en su casilla en 2018, 2021 y 2024.
Como decimos en el futbol, ahora la diferencia será en gobernanza y gobernabilidad.
letraschiquitas
Durante su gira del adiós en Veracruz, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue vituperado por opositores a la Reforma Judicial, uno de los cuales le lanzó una botella de agua que esquivó***. La víspera, el senador Gerardo Fernández Noroña lloriqueó de una agresión verbal y física, además del robo de su teléfono más inteligente que él, lo que fue falso, como él***. En la asamblea morenista, Cuauhtémoc Blanco buscó a Andrés Manuel López Beltrán hasta que consiguió su propósito: saludarlo de mano y fotografiarse con él, aunque la risa de AMLOB parece una cuchufleta contra el exfutbolista.