* El verdadero dilema se da cuando los otros datos determinan la narrativa comunicacional de un gobierno, y por ello mismo deforman acciones y resultados. Está bien, ya tienen su reforma al Poder Judicial, ahora hay que instrumentarla con pulcritud, empezando por su nueva Ley Orgánica y sus leyes secundarias
Gregorio Ortega Molina
La ruta para la reconciliación nacional o impulsar más el encono y el odio, está en la manera en que la, dentro de ocho días, presidenta de la República, doctora Sheinbaum Pardo, decida instrumentar la reforma judicial. ¿A la trompa talega? ¿Darle su tiempo de elaboración a la Ley Orgánica y leyes secundarias? ¿Cuidar o no del mensaje destinado a quienes no son integrantes del México bueno y sabio? ¿Escuchar, o sacar el pañuelo blanco o seguir con la denostación?
El futuro de los mexicanos está en las manos de su dirigente, una presidenta que es científica, culta, diligente, que se supone posee el conocimiento suficiente para no errar en la conducción política de la nación. Debe evitar ese lenguaje corrosivo como el usado por su antecesor, o de lo contrario los propios pueden transmutarse en extraños.
La primera “estación” para dar al traste con su proyecto histórico (porque lo tiene), “será la hostilidad declarada a la realidad verificable, que asume la forma de presentar las invenciones y las mentiras como si fueran hechos (los otros datos, pues)”.
El mejor instrumento para desvirtuar la realidad es Internet, el tiempo real, los bulos no verificables y la IA. Amplío las reflexiones que nos aporta Timothy Snyder en Sobre la tiranía: “Lo que nos hace individuos es nuestra capacidad de discernir los hechos, y lo que hace que seamos una sociedad es nuestra confianza colectiva en el saber común”. Imposible determinar hace cuántos gobiernos dejó de existir la confianza colectiva. A Carlos Salinas de Gortari le faltó audacia para concluir lo iniciado, mientras que Ernesto Zedillo, por considerar que fortalecía la democracia con la declaración de ganador a Vicente Fox, lo mismo que a Felipe Calderón le sobró mala leche con el “haiga sido como haiga sido”. Lo cierto es que estamos sobrados de malos gobernantes.
¿Debe continuarse con la denostación cotidiana a la verdadera prensa, a los que distan mucho de identificarse con Lord Molécula o Jenaro Villamil, o tan realista como Álvaro Delgado? Dejó anotado Snyder: “Los mejores periodistas de prensa escrita nos permiten valorar el significado, para nosotros y para nuestro país, de lo que de otra forma parecerían fragmentos aislados de información.
“Lo mayoritario y lo más fácil es la burla, y lo espinoso y lo difícil es el periodismo de verdad. El trabajo de las personas que se ciñen a la ética periodística es de una calidad muy distinta a la del trabajo de los que no se atienen a ella”.
El verdadero dilema se da cuando los otros datos determinan la narrativa comunicacional de un gobierno, y por ello mismo deforman acciones y resultados. Está bien, ya tienen su reforma al Poder Judicial, ahora hay que instrumentarla con pulcritud, empezando por su nueva Ley Orgánica y las leyes secundarias.
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Nos llega un grito de los que no oyen y tampoco son escuchados. Los sordos en México se quejan de que el servicio de SKY Televisión no defiende sus derechos, pues la plataforma UNIVERSAL suspendió la inclusión de subtítulos, lo que obliga a muchos a dejar de divertirse y pasar parte de su tiempo libre, ya sin los programas que gustan de ver y LEER.
¿Hará algo SKY Televisión por defender a sus clientes, o influye el peso de las decisiones gubernamentales a ambos lados de la frontera?
A saber.
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@OrtegaGregorio