DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
De vez en cuando se dan las purgas en los partidos políticos que muestran una sensibilidad a flor de piel y reaccionan de manera contundente decretando la expulsión de algunos de sus miembros.
Existen distintos razonamientos para ello, algunos tan válidos como el que la dirigencia panista quiere aplicar al senador Miguel Ángel Yunes Márquez.
Yunes Márquez fue amagado con ello por dar un voto en sentido contrario al de su bancada en la aprobación de la reforma judicial.
En plena tribuna del Senado y durante la discusión de dicha reforma Marko Cortés lo amenazó con ello, a lo que Yunes replicó que daría la batalla interna, para evitarlo.
Sin embargo, el susodicho Miguel Ángel Yunes aplicó la dosis y en otra votación por una nueva reforma constitucional, la de la Guardia Nacional, proporcionó la misma medicina, todavía dentro de la bancada panista, pero con predilección por la convivencia con los integrantes del grupo de MORENA.
Se especula que Yunes fue invitado por el coordinador de la bancada de Movimiento de Regeneración Nacional, Adán Augusto López, para sumarse a ese grupo legislativo.
Sin embargo, el veracruzano tendría que renunciar al partido blanquiazul o ser expulsado, por lo que deberá tener en cuenta lo que acaba de suceder en MORENA hace unos días.
El partido mayoritario decidió la expulsión de varios de sus militantes, poniendo énfasis en aquellos que participaron en la contienda electoral del pasado dos de junio y perdieron, pero no con los colores de MORENA, sino con los del Partido del Trabajo.
Sucedió lo que ocurre tradicionalmente en los partidos cuando algunos de sus militantes no son elegidos candidatos del partido en que militan y buscan otras opciones para competir con la idea de que son tan populares que pueden ganar con las siglas que elijan.
Luis Guillermo Benítez “El Químico”, un exalcalde de Mazatlán decidió competir con el Partido del Trabajo y perdió, por lo que la dirigencia de MORENA en Sinaloa decidió expulsarlo por haber participado con el partido de Alberto Anaya.
Sucedió lo mismo con María Victoria Sánchez Peña, diputada local en Sinaloa, quien disputó la alcaldía de Culiacán con el emblema del PT y perdió, razón por la que expulsada. Sánchez Peña disputó la interna con MORENA y al perderla se le hizo fácil recibir el respaldo del PT. Ella es además madre de Merary Villegas, diputada federal y dirigente estatal de MORENA en Sinaloa, que cuenta con licencia.
Otros morenistas recibieron la misma dosis en esa entidad.
Humberto Verás Godoy hizo lo propio en Hidalgo, donde quiso competir como candidato de MORENA por la alcaldía de Pachuca y al no recibir el respaldo para ello, buscó la nominación por el PT y después de perder fue expulsado de MORENA.
Hay otros casos similares que llaman la atención, ya que MORENA prestó una serie de personajes, hombres y mujeres al PT y al Verde para competir por esos colores en diversas entidades en las que no fueron en alianza.
Uno de esos ejemplos está en la LXVI legislatura de la Cámara de Diputados, cuando 15 legisladores que ganaron con las siglas del Partido Verde decidieron regresar al lugar de origen y se reintegraron a MORENA.
Hay otros candidatos que también perdieron, pero no funcionó la purga con ellos.
Ahora habrá de esperarse la purga de panistas y priistas que en los Congresos locales votaron en favor de la aprobación de la reforma del Poder Judicial y que ya fueron amenazados con ser expulsados de sus respectivos partidos.
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Las despedidas no son nada agradables, pero hay algunas que son usadas simplemente para mostrar la hipocresía de quienes lo hacen. Cuánta sinceridad habrá en las lágrimas que emiten algunos y algunas por el término del sexenio del Presidente López Obrador. Algunos sin recato de ninguna clase muestran su lado débil, aunque poco después enseñarán la otra cara.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
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