Quito enfrenta una grave crisis ambiental tras la declaración de estado de emergencia debido a 27 incendios forestales que se desataron en medio de la peor sequía en Ecuador en 61 años. El fuerte viento de verano ha propagado el olor a quemado en la capital, donde ya se reportan seis heridos y siete viviendas afectadas.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, encabezó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) que tomó la decisión. «El estado de emergencia a nivel metropolitano nos permitirá gestionar préstamos por 500 mil dólares para la reconstrucción de bienes afectados y la recuperación de la flora», explicó Muñoz. A pesar de los esfuerzos, todavía hay focos activos y la situación es crítica. “Seguimos pasando por momentos muy duros, de mucha tensión”, añadió el alcalde.
La secretaria de Seguridad del municipio, Carolina Andrade, calificó la situación como un “ataque” a la ciudad. Las autoridades sospechan que los incendios fueron provocados y han detenido a un joven de 19 años encontrado con un galón de combustible.
En el barrio Bellavista, los vecinos se desesperaban pidiendo agua mientras caía ceniza del cielo. “Quise salvar algo, pero no encontramos nada. Perdimos todo, ropa. Quedamos solo con esta muda de ropa”, lamentó Alexis Condolo, un joven mecánico que ha perdido su hogar.
El fuego se originó en el cerro Auqui y ha afectado áreas importantes, como el Parque Metropolitano Guangüiltagua y las zonas residenciales de Guápulo y González Suárez. En total, la sequía en Ecuador ha provocado 3,300 incendios forestales este año, arrasando cerca de 38,000 hectáreas de vegetación.
En medio de esta crisis, la Fundación Guayasamín, que preserva el legado del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, se encuentra en riesgo, aunque las autoridades han reportado que no ha sufrido daños.
El impacto de los incendios también ha llevado a la declaración de alerta roja en 20 de las 24 provincias del país. La calidad del aire en Quito ha empeorado, lo que ha obligado a suspender clases y a implementar teletrabajo en entidades municipales y gubernamentales. “Los niveles de contaminación son insalubres”, afirmó la secretaría municipal de Ambiente.
El presidente Daniel Noboa, quien canceló su intervención en la Asamblea General de la ONU para regresar al país, se ha comprometido a buscar a los responsables. “A los pirómanos los vamos a buscar hasta debajo de las piedras”, advirtió Muñoz, refiriéndose a los incendios como actos “criminales” y “terroristas”.
La situación se agrava con la falta de agua potable y racionamientos de electricidad que afectan a la población. Los embalses que cubren el 70% de la demanda nacional están en niveles históricamente bajos, lo que agrava aún más la crisis hídrica que vive Ecuador.
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