En esta era tan hermosa que nos provee todo tipo de herramientas y opciones a la distancia de un clic, tomar clases de inglés o de cualquier otro idioma desde nuestra casa o la comida de nuestra PC, nunca estuvo tan fácil; con contenido más que completo, diversas plataformas para lograr una inmersión adecuada y la posibilidad de dominar no solamente la escritura sino también la conversación
Ya sea por motivos de trabajo, estudio o quizás por el mero deseo nuestro de querer aprender o mejorar nuestro inglés, la enseñanza virtual nos ofrece una herramienta que va a ser un antes y un después en nuestra vida. Es por ello que, a continuación, vamos a compartirte la guía del “ser” para que puedas sacarle jugo a tus lecciones.
Ser consistente
Uno de los mayores beneficios del aprendizaje en línea es, sin duda, la libertad y la flexibilidad con la que contamos; no estamos atados a horarios y en muchos casos tampoco a cantidad de días. Pero, la realidad, es que esto puede volverse un desafío si no somos constante o logramos un ritmo.
Para ello es importante establecer una suerte de horario o un plan de estudio que nos haga reservar un tiempo de nuestras vidas para el aprendizaje. Esto crea disciplina y mantiene el ritmo para que no se nos escape lo aprendido y poder así progresar.
Ser ordenado
Siempre el entorno modifica los resultados. Si estudiamos con papeles que luego dejamos por ahí o usamos para otras cosas, la realidad es que mucho de lo que saquemos se va a terminar perdiendo.
Aparte, el entorno en el que estudiamos también está involucrado con la capacidad de concentración. Un espacio cómodo, bien iluminado y sobre todo libre de las distracciones que sabemos que nos va a jugar en contra, nos va a dar como resultado una excelente sesión y, a la larga, un buen destino.
Ser proactivo
Cuando estamos tomando cualquier tipo de clases de manera virtual, es muy fácil caer en la pasividad o guardanos de hablar por miedo al ridículo o la inseguridad. Para obtener muchos mejores resultados, es crítico volvemos participantes activos, es decir, hacer preguntas e interactuar con nuestros compañeros o nuestro profesor.
Ser Inteligente
Y no nos referimos a la inteligencia per se, sino al buen uso de los recursos y las herramientas a nuestro alcance. El aprendizaje online nos va a llevar a usar muchos recursos tecnológicos, como páginas de traducción, lectura, hasta aplicaciones y programas para ayudarnos con el vocabulario o la pronunciación.
Ser realista
Este, sin duda, es algo que tiene que estar presente desde el minuto uno en el que tomemos la decisión de incluir un nuevo aprendizaje en nuestras vidas. Siempre debemos definir metas específicas que podamos realizar; caer en una meta poco realista puede desmotivarnos y llevarnos a terminar abandonando el aprendizaje por culpa del miedo al fracaso o la desilusión.
Las metas siempre tienen que ser alcanzables y acordes a nuestra forma de aprendizaje, no a la de otro.
Ser paciente
Lamentablemente, para la mayoría, aprender un idioma es un proceso que requiere de mucho tiempo y una gran carga de esfuerzo. Es más que normal sentirnos frustrados en alguna parte de nuestro trayecto, sobre todo cuando el avance se vuelve lento, pero tenemos que recordar que cada pequeño paso cuenta y que, al fin y al cabo, va a ser la paciencia y la constancia la que nos llevará a recolectar los frutos.