La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Mientras el juicio sea de la historia y no de una fiscalía neoyorquina, todo es ganancia
Concluyó el período del presidente López Obrador y más allá de quienes lo celebran y de quienes lo lamentan, es pronto para hacer un balance entre los aciertos y errores. Veamos.
Entre lo positivo, podemos destacar, sin duda, la decisión de subsidiar a los sectores sociales más vulnerables, nunca, como ahora, fueron el eje sobre el cual giró la acción gubernamental, aún con desaciertos, visibilizó la existencia del México jodido.
El aumento progresivo al salario mínimo, también es un punto a favor de la 4T, lo mismo el endurecimiento de la política fiscal contra los grandes contribuyentes. En lo relativo al Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el AIFA, otorgamos el beneficio de la duda.
Sin embargo, de lado oscuro, tenemos, el fracaso de la política de Seguridad Pública, el desmantelamiento del Seguro Popular, la disminución del gasto en medicinas, educación, deporte y cultura, además, de la devaluación de la administración pública en general.
Por otro lado, la corrupción y la impunidad continuaron, la opacidad en la obra pública fue la constante. A esto, debemos agregar el deterioro de la actividad diplomática, los ataques a la libertad de expresión y la polarización social alentada desde ‘la mañanera’, lo que, incluyó sustituir la comunicación política por propaganda.
La restitución de la presidencia imperial, la reforma al Poder Judicial y la desaparición de los órganos autónomos, tampoco hablan bien de YSQ.
No obstante, ya habrá tiempo de analizarlo, sin la monserga de los ‘otros datos’.