Eduardo Sadot
Triste y frustrante es ver a miles o millones de mexicanos viejitos engañados y comprados con un puñado de pesos – pagados por impuestos de los mexicanos que trabajan – sacados de las arcas, a costa de medicinas para niños con cáncer, de fideicomisos desaparecidos, como el FONDEN tan necesario hoy en Acapulco.
Esos mismos viejitos inconscientes y egoístas que por ignorancia o maldad pagan esos centavos con la emigración de sus hijos y nietos, que en muchos casos nunca los volverán a ver, pero felices gritaron, “es un honor estar con obrador”, y cegados por los centavos se olvidaron de su patria y de su compromiso con México, esos viejitos ignorantes e ingenuos que siguen gritando y llorando conmovidos con las mentiras del presidente saliente, algún día la historia los juzgará también.
Serán como los alemanes que aplaudían como focas a Hitler, como los franceses que propiciaron la Francia del terror de Robespierre y Marat, que asistían al espectáculo de miles de decapitados por el resentimiento y la ignorancia del pueblo francés de la revolución, los mismos que en las comunas acusaban a sus vecinos por traición a la revolución, cuando en realidad eran sus vecinos a quienes envidiaban o con quien habrían tenido diferencias y su resentimiento los llevó a mentir, juzgar y condenar a tanto inocente.
El gobierno de las muchedumbres, de la turba, de las masas, de los tumultos y de las cloacas de las que nos habló Polibio, azuzadas por el discurso mentiroso y manipulador de las mañaneras, la oclocracia, es la descripción del gobierno actual disfrazado de democracia. Cuyo manipulador felizmente se va.
Por otro lado, la triste llegada de una mujer que ha tenido que aguantar junto con otras mujeres humillaciones, que solo pueden entenderse venidas de un macho mexicano que no tolera ver la superioridad de la mujer, que inconsciente o conscientemente muestra su poder en público, recibiéndola a besucones, no como una presidente electa sino más bien como una subordinada abyecta y dócil a los caprichos de quien la impone.
Un macho mexicano que exhibe a la futura secretaria de Gobernación como una dócil mascota a la que se le acaricia la cabeza con la fuerza del macho mexicano, frente a la mansedumbre femenina, un gesto inconcebible que reclamaría una disculpa pública y que las feministas toleraron en silencio sin, reclamo ni comentario de inconformidad.
Se han dicho muchas cosas sin comprobar como la relación de la presidente entrante con un hijo del presidente, se tejió incluso el mito no comprobado de que ella es su nuera, madre de un nieto escondido, si se llegara a comprobar estaríamos frente a un remedo de monarquía lo que justificaría el nombre de la cuarta transformación en una 4Monarquía, la primera de Nezahualcóyotl, la segunda de Iturbide y la tercera de Maximiliano y ésta la cuarta.
Al margen de ello muchos mejicanos esperamos el surgimiento de una mujer que hábilmente a logrado escalar paso a paso los peldaños del ánimo de un macho dictador y tiránico que la logró encumbrar, no obstante que llega a la presidencia, los fanáticos de éste, dejan correr el comentario de que “afortunadamente” existe la revocación de mandato al que el mismo obrador “se sometió” así “dicen” cuando sabemos la farsa que hubo entonces y que puede utilizar el obrador “pueblo” en contra de la presidente o presidenta, que es como desea ser nombrada.
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